El director del Parque de las Ciencias abre el curso de la Academia de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales de Granada

  • Ernesto Páramo hablará de la importancia de la divulgación científica por razones económicas, culturales y democráticas bajo el título ‘Ciencia y sociedad. El papel de los museos de ciencia en el siglo XXI’
  • También analizará la paradoja actual de la ciencia y expondrá algunas de las claves de los 18 años de vida del Parque de las Ciencias

El director del Parque de las Ciencias, Ernesto Páramo, abrirá el jueves, 21 de febrero, a las 18 h. en la Facultad de Ciencias, el Curso 2013 de la Academia de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales de Granada con la conferencia ‘Ciencia y sociedad. El papel de los museos de ciencia en el siglo XXI’. Durante su intervención abordará la importancia de la divulgación científica en la sociedad actual por razones económicas, culturales y democráticas y analizará el papel de la ciencia como uno de los pilares del mundo contemporáneo.

También aportará las claves de los 18 años de vida del Parque de las Ciencias y presentará a los museos de ciencia como espacios dedicados a la extensión del conocimiento. Asimismo, defenderá que la supervivencia humana depende de la ciencia y la necesidad de que nuestras decisiones estén basadas en el mejor conocimiento posible de la realidad.

  • Fecha: jueves, 21 de febrero.
  • Hora: 18.00 horas.
  • Lugar: Salón de Grados. Facultad de Ciencias. Universidad de Granada.

Más información: www.parqueciencias.com


Curso de promoción de hábitos saludables para formar mediadores de salud entre los estudiantes de la UGR

  • Organizado por el Punto Forma Joven de la UGR (Centro Juvenil de Orientación para la Salud y Gabinete Psicopedagógico)

En el próximo mes de marzo se va a celebrar el Curso de Mediación en Salud del Punto Forma Joven de la Universidad de Granada, en el Centro de Enseñanzas Virtuales. Con el mismo se pretende preparar a estudiantes en promoción de hábitos saludables en el contexto universitario, para que a su vez sean mediadores de salud entre la población universitaria.

El curso está organizado por el Punto Forma Joven de la UGR (Centro Juvenil de Orientación para la Salud y Gabinete Psicopedagógico), el Vicerrectorado de Estudiantes, la Delegación del Rector para la Calidad Ambiental y el Bienestar, y la Delegación Territorial en Granada de la Consejería de Salud y Bienestar Social (Servicio de Salud Pública).

El curso constará de 100 horas: 33 presenciales, 17 no presenciales en formato on-line y 50 prácticas. Está destinado a estudiantes de la UGR que ya mostraron interés en el tema en las Jornadas de Recepción 2012/2013. A los mismos se les pasará un cuestionario pre-test que servirá de filtro de selección para explorar el interés real en mediación y promoción de salud. Contará con 20 plazas.

En el mismo se tratará de dotar de herramientas para la promoción de salud a jóvenes de la Universidad de Granada, desarrollar proyectos en población universitaria y evaluarlos.

A los asistentes se les entregará acreditación expedida por la Delegación Territorial de Salud y Bienestar Social, y acreditación de asistencia por parte de la Universidad de Granada.

Fechas: días 4, 5, 6, 11, 12,13, 18, 19, 20 de marzo y 2, 3 de abril de 2013. Horario: se 17 a 20 horas. Lugar: Centro de Enseñanzas Virtuales

Contacto: Maribel Casado Treviño y Mónica Peralta Aguilar. Centro Juvenil de Orientación para la Salud- Punto Forma Joven de la Universidad de Granada. Liga Granadina de la Educación y la Cultura Popular-Liga Española. Telefono: 958 282064. Correo elec: gabos@ugr.es. Horario: lunes, martes, jueves y viernes de 10 a 14 h., y miércoles de 17 a 20 h.


Curso de promoción de hábitos saludables para formar mediadores de salud entre los estudiantes de la UGR

  • Organizado por el Punto Forma Joven de la UGR (Centro Juvenil de Orientación para la Salud y Gabinete Psicopedagógico)

En el próximo mes de marzo se va a celebrar el Curso de Mediación en Salud del Punto Forma Joven de la Universidad de Granada, en el Centro de Enseñanzas Virtuales. Con el mismo se pretende preparar a estudiantes en promoción de hábitos saludables en el contexto universitario, para que a su vez sean mediadores de salud entre la población universitaria.

El curso está organizado por el Punto Forma Joven de la UGR (Centro Juvenil de Orientación para la Salud y Gabinete Psicopedagógico), el Vicerrectorado de Estudiantes, la Delegación del Rector para la Calidad Ambiental y el Bienestar, y la Delegación Territorial en Granada de la Consejería de Salud y Bienestar Social (Servicio de Salud Pública).

El curso constará de 100 horas: 33 presenciales, 17 no presenciales en formato on-line y 50 prácticas. Está destinado a estudiantes de la UGR que ya mostraron interés en el tema en las Jornadas de Recepción 2012/2013. A los mismos se les pasará un cuestionario pre-test que servirá de filtro de selección para explorar el interés real en mediación y promoción de salud. Contará con 20 plazas.

En el mismo se tratará de dotar de herramientas para la promoción de salud a jóvenes de la Universidad de Granada, desarrollar proyectos en población universitaria y evaluarlos.

A los asistentes se les entregará acreditación expedida por la Delegación Territorial de Salud y Bienestar Social, y acreditación de asistencia por parte de la Universidad de Granada.

Fechas: días 4, 5, 6, 11, 12,13, 18, 19, 20 de marzo y 2, 3 de abril de 2013. Horario: se 17 a 20 horas. Lugar: Centro de Enseñanzas Virtuales

Contacto: Maribel Casado Treviño y Mónica Peralta Aguilar. Centro Juvenil de Orientación para la Salud- Punto Forma Joven de la Universidad de Granada. Liga Granadina de la Educación y la Cultura Popular-Liga Española. Telefono: 958 282064. Correo elec: gabos@ugr.es. Horario: lunes, martes, jueves y viernes de 10 a 14 h., y miércoles de 17 a 20 h.


La mala vida de los antiguos egipcios

63089 Los gobernadores del Antiguo Egipto sufrían malnutrición, enfermedades infecciosas y morían antes de los 30 años, de modo que no vivían en tan buenas condiciones y rodeados de tanta opulencia como hasta ahora se pensaba sino que padecían multitud de patologías y una «altísima» mortalidad infantil.

 

Además, los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las gentes negras que llegaban desde el país vecino.

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Éstas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, de la Universidad de Jaén, en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de la República Árabe de Egipto.

Se trata de una excavación que se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo enfrente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo. Esta tumba fue construida durante la XII Dinastía (1939-1760 a. C.) para albergar el cuerpo de un alto dignatario de la región de Asuán del que, por el momento se desconoce su identidad.

Fue reutilizada con posterioridad en al menos tres ocasiones (XVIII, XXII y XXVI Dinastías), es una de las más grandes de la necrópolis y posee una gran potencialidad arqueológica, ya que alberga, al menos, una cámara intacta en su interior, con tres sarcófagos decorados de madera.

200 esqueletos

Científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella López, acaban de regresar de Egipto. Allí han participado en la campaña para realizar el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, así como el cómputo del número de individuos pertenecientes a las épocas más modernas de ocupación de la tumba (Reino Nuevo, Tercer Periodo Intermedio y Baja Época). Los investigadores granadinos han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba número 33.

Los primeros resultados de su trabajo arrojan conclusiones muy interesantes, y han permitido conocer nuevos datos no sólo sobre sus características físicas, sino también sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto. Según explica el profesor Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».

Los antropólogos de la UGR afirman que la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo».

Así lo revela el hecho de que los huesos de los niños no presenten marcas, «lo que demuestra que murieron debido a una enfermedad infecciosa aguda». Además, los investigadores han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.

Nubia y otros vecinos

Miguel Botella apunta que las tumbas de la necrópolis de Qubbet el-Hawa cuentan con inscripciones «de gran importancia para la Historia no sólo de Egipto, sino de toda la Humanidad». Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a. C.) se narran los tres viajes que éste realizó al centro de África, en uno de los cuales llegó a traer a un pigmeo; ello supone la mención más antigua de este grupo étnico.

Además, en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio.

Por tanto, Qubbet el-Hawa es uno de los yacimientos más importantes de Egipto, no sólo por los descubrimientos ya realizados, sino también por la cantidad de información que contiene sobre la salud y la enfermedad y las relaciones interculturales en la Antigüedad.

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La mala vida de los antiguos egipcios

63089 Los gobernadores del Antiguo Egipto sufrían malnutrición, enfermedades infecciosas y morían antes de los 30 años, de modo que no vivían en tan buenas condiciones y rodeados de tanta opulencia como hasta ahora se pensaba sino que padecían multitud de patologías y una «altísima» mortalidad infantil.

 

Además, los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las gentes negras que llegaban desde el país vecino.

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Éstas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, de la Universidad de Jaén, en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de la República Árabe de Egipto.

Se trata de una excavación que se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo enfrente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo. Esta tumba fue construida durante la XII Dinastía (1939-1760 a. C.) para albergar el cuerpo de un alto dignatario de la región de Asuán del que, por el momento se desconoce su identidad.

Fue reutilizada con posterioridad en al menos tres ocasiones (XVIII, XXII y XXVI Dinastías), es una de las más grandes de la necrópolis y posee una gran potencialidad arqueológica, ya que alberga, al menos, una cámara intacta en su interior, con tres sarcófagos decorados de madera.

200 esqueletos

Científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella López, acaban de regresar de Egipto. Allí han participado en la campaña para realizar el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, así como el cómputo del número de individuos pertenecientes a las épocas más modernas de ocupación de la tumba (Reino Nuevo, Tercer Periodo Intermedio y Baja Época). Los investigadores granadinos han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba número 33.

Los primeros resultados de su trabajo arrojan conclusiones muy interesantes, y han permitido conocer nuevos datos no sólo sobre sus características físicas, sino también sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto. Según explica el profesor Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».

Los antropólogos de la UGR afirman que la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo».

Así lo revela el hecho de que los huesos de los niños no presenten marcas, «lo que demuestra que murieron debido a una enfermedad infecciosa aguda». Además, los investigadores han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.

Nubia y otros vecinos

Miguel Botella apunta que las tumbas de la necrópolis de Qubbet el-Hawa cuentan con inscripciones «de gran importancia para la Historia no sólo de Egipto, sino de toda la Humanidad». Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a. C.) se narran los tres viajes que éste realizó al centro de África, en uno de los cuales llegó a traer a un pigmeo; ello supone la mención más antigua de este grupo étnico.

Además, en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio.

Por tanto, Qubbet el-Hawa es uno de los yacimientos más importantes de Egipto, no sólo por los descubrimientos ya realizados, sino también por la cantidad de información que contiene sobre la salud y la enfermedad y las relaciones interculturales en la Antigüedad.

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Talleres de “Iniciación al violonchelo” y “Canto aplicado al Arte Dramático”, en la UGR

  • Cada uno cuenta con 15 plazas y ambos se celebrarán en el Teatro Municipal “José Tamayo”, durante el mes de marzo de 2013. La inscripción puede realizarse en el Secretariado de Extensión Universitaria (Palacio de La Madraza), de lunes a viernes de 9.00 a 14.00 horas

Un taller de “Iniciación al violonchelo” y otro de “Canto aplicado al Arte Dramático” se celebrarán en marzo de 2013, dentro del programa “García Lorca. Teatro de Títeres”, que organizan la Secretaría de Estado de Cultura del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Ayuntamiento de Granada y la Compañía “García Lorca”/Teatro para un instante, con la colaboración del Aula de Artes Escénicas del Secretariado de Extensión Universitaria de la UGR.

Cada uno de los talleres cuenta con 15 plazas y la inscripción puede realizarse en el Secretariado de Extensión Universitaria (Palacio de La Madraza), de lunes a viernes de 9.00 a 14.00 horas.

Taller de “Iniciación al violonchelo”

  • Imparte: María Prado Vega.
  • Fechas: 8, 9 y 10 de marzo de 2013.
  • Horario: viernes 8 (niños): de 17 a 20 horas. Sábado 9 (adultos) y domingo 10 (mayores de 55): de 10 a 13 horas.
  • Lugar: Teatro Municipal “José Tamayo”.
  • Número de plazas: 15 por grupo (serán cubiertas por estricto orden de inscripción).

Taller de “Canto aplicado al Arte Dramático”

  • Imparte: Ana María Romero.
  • Fechas: 13, 14 y 16 de marzo de 2013.
  • Horario: miércoles 13 y jueves 14, de 17 a 21 horas. Sábado 16, de 10 a 14 horas.
  • Lugar: Teatro Municipal “José Tamayo”.
  • Duración: 12 horas.
  • Número de plazas: 15 (serán cubiertas por estricto orden de inscripción).


Talleres de “Iniciación al violonchelo” y “Canto aplicado al Arte Dramático”, en la UGR

  • Cada uno cuenta con 15 plazas y ambos se celebrarán en el Teatro Municipal “José Tamayo”, durante el mes de marzo de 2013. La inscripción puede realizarse en el Secretariado de Extensión Universitaria (Palacio de La Madraza), de lunes a viernes de 9.00 a 14.00 horas

Un taller de “Iniciación al violonchelo” y otro de “Canto aplicado al Arte Dramático” se celebrarán en marzo de 2013, dentro del programa “García Lorca. Teatro de Títeres”, que organizan la Secretaría de Estado de Cultura del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Ayuntamiento de Granada y la Compañía “García Lorca”/Teatro para un instante, con la colaboración del Aula de Artes Escénicas del Secretariado de Extensión Universitaria de la UGR.

Cada uno de los talleres cuenta con 15 plazas y la inscripción puede realizarse en el Secretariado de Extensión Universitaria (Palacio de La Madraza), de lunes a viernes de 9.00 a 14.00 horas.

Taller de “Iniciación al violonchelo”

  • Imparte: María Prado Vega.
  • Fechas: 8, 9 y 10 de marzo de 2013.
  • Horario: viernes 8 (niños): de 17 a 20 horas. Sábado 9 (adultos) y domingo 10 (mayores de 55): de 10 a 13 horas.
  • Lugar: Teatro Municipal “José Tamayo”.
  • Número de plazas: 15 por grupo (serán cubiertas por estricto orden de inscripción).

Taller de “Canto aplicado al Arte Dramático”

  • Imparte: Ana María Romero.
  • Fechas: 13, 14 y 16 de marzo de 2013.
  • Horario: miércoles 13 y jueves 14, de 17 a 21 horas. Sábado 16, de 10 a 14 horas.
  • Lugar: Teatro Municipal “José Tamayo”.
  • Duración: 12 horas.
  • Número de plazas: 15 (serán cubiertas por estricto orden de inscripción).


Los gobernantes del Antiguo Egipto morían antes de los 30 por malnutrición

63089 Los gobernantes del Antiguo Egipto sufrían malnutrición, enfermedades infecciosas y morían antes de los 30 años, de modo que no vivían en tan buenas condiciones y rodeados de tanta opulencia como hasta ahora se pensaba sino que padecían multitud de patologías y una «altísima» mortalidad infantil
Además, los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las gentes negras que llegaban desde el país vecino.
Éstas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, de la Universidad de Jaén, en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de la República Árabe de Egipto.
Se trata de una excavación que se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo enfrente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo. Esta tumba fue construida durante la XII Dinastía (1939-1760 a. C.) para albergar el cuerpo de un alto dignatario de la región de Asuán del que, por el momento se desconoce su identidad.
Fue reutilizada con posterioridad en al menos tres ocasiones (XVIII, XXII y XXVI Dinastías), es una de las más grandes de la necrópolis y posee una gran potencialidad arqueológica, ya que alberga, al menos, una cámara intacta en su interior, con tres sarcófagos decorados de madera.
MÁS DE 200 MOMIAS
Científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella López, acaban de regresar de Egipto.
Han participado en la campaña para realizar el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, así como el cómputo del número de individuos pertenecientes a las épocas más modernas de ocupación de la tumba (Reino Nuevo, Tercer Periodo Intermedio y Baja Época). Los investigadores granadinos han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba número 33.
Los primeros resultados de su trabajo arrojan conclusiones muy interesantes, y han permitido conocer nuevos datos no sólo sobre sus características físicas, sino también sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto. Y es que, como explica el profesor Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».
Los antropólogos de la UGR afirman que la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo».
Así lo revela el hecho de que los huesos de los niños no presenten marcas, «lo que demuestra que murieron debido a una enfermedad infecciosa aguda». Además, los investigadores han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.
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Los gobernantes del Antiguo Egipto morían antes de los 30 por malnutrición

63089 Los gobernantes del Antiguo Egipto sufrían malnutrición, enfermedades infecciosas y morían antes de los 30 años, de modo que no vivían en tan buenas condiciones y rodeados de tanta opulencia como hasta ahora se pensaba sino que padecían multitud de patologías y una «altísima» mortalidad infantil
Además, los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las gentes negras que llegaban desde el país vecino.
Éstas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, de la Universidad de Jaén, en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de la República Árabe de Egipto.
Se trata de una excavación que se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo enfrente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo. Esta tumba fue construida durante la XII Dinastía (1939-1760 a. C.) para albergar el cuerpo de un alto dignatario de la región de Asuán del que, por el momento se desconoce su identidad.
Fue reutilizada con posterioridad en al menos tres ocasiones (XVIII, XXII y XXVI Dinastías), es una de las más grandes de la necrópolis y posee una gran potencialidad arqueológica, ya que alberga, al menos, una cámara intacta en su interior, con tres sarcófagos decorados de madera.
MÁS DE 200 MOMIAS
Científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella López, acaban de regresar de Egipto.
Han participado en la campaña para realizar el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, así como el cómputo del número de individuos pertenecientes a las épocas más modernas de ocupación de la tumba (Reino Nuevo, Tercer Periodo Intermedio y Baja Época). Los investigadores granadinos han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba número 33.
Los primeros resultados de su trabajo arrojan conclusiones muy interesantes, y han permitido conocer nuevos datos no sólo sobre sus características físicas, sino también sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto. Y es que, como explica el profesor Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».
Los antropólogos de la UGR afirman que la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo».
Así lo revela el hecho de que los huesos de los niños no presenten marcas, «lo que demuestra que murieron debido a una enfermedad infecciosa aguda». Además, los investigadores han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.
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Los gobernadores del Antiguo Egipto sufrían malnutrición, enfermedades infecciosas y morían antes de los 30 años

63089 nvestigadores de las universidades de Granada y Jaén participan en la excavación de la necrópolis Qubbet el-Hawa, en la región egipcia de Asuán

 

Los antiguos egipcios no vivían en tan buenas condiciones y rodeados de tanta opulencia como hasta ahora se pensaba, sino que sufrían hambre y malnutrición, multitud de enfermedades infecciosas y una altísima mortalidad infantil. Además, los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las gentes negras que llegaban desde el país vecino.

Éstas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, de la Universidad de Jaén, en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de la República Árabe de Egipto.

Se trata de una excavación que se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo. Esta tumba fue construida durante la XII Dinastía (1939-1760 a. C.) para albergar el cuerpo de un alto dignatario de la región de Asuán del que, por el momento se desconoce su identidad.

Fue reutilizada con posterioridad en al menos tres ocasiones (XVIII, XXII y XXVI Dinastías), es una de las más grandes de la necrópolis y posee una gran potencialidad arqueológica, ya que alberga, al menos, una cámara intacta en su interior, con tres sarcófagos decorados de madera.

Más de 200 momias

Científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella López, acaban de regresar de Egipto. Han participado en la campaña para realizar el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, así como el cómputo del número de individuos pertenecientes a las épocas más modernas de ocupación de la tumba (Reino Nuevo, Tercer Periodo Intermedio y Baja Época). Los investigadores granadinos han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba número 33.

Los primeros resultados de su trabajo arrojan conclusiones muy interesantes, y han permitido conocer nuevos datos no sólo sobre sus características físicas, sino también sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto. Y es que, como explica el profesor Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».

Los antropólogos de la UGR afirman que la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo». Así lo revela el hecho de que los huesos de los niños no presenten marcas, «lo que demuestra que murieron debido a una enfermedad infecciosa aguda». Además, los investigadores han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.

Primera mención a los pigmeos

Miguel Botella apunta que las tumbas de la necrópolis de Qubbet el-Hawa cuentan con inscripciones «de gran importancia para la Historia no sólo de Egipto, sino de toda la Humanidad». Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a. C.) se narran los tres viajes que éste realizó al centro de África, en uno de los cuales llegó a traer a un pigmeo; ello supone la mención más antigua de este grupo étnico.

Además, en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio. Por tanto, Qubbet el-Hawa es uno de los yacimientos más importantes de Egipto, no sólo por los descubrimientos ya realizados, sino también por la cantidad de información que contiene sobre la salud y la enfermedad y las relaciones interculturales en la Antigüedad.

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Los gobernadores del Antiguo Egipto sufrían malnutrición, enfermedades infecciosas y morían antes de los 30 años

63089 nvestigadores de las universidades de Granada y Jaén participan en la excavación de la necrópolis Qubbet el-Hawa, en la región egipcia de Asuán

 

Los antiguos egipcios no vivían en tan buenas condiciones y rodeados de tanta opulencia como hasta ahora se pensaba, sino que sufrían hambre y malnutrición, multitud de enfermedades infecciosas y una altísima mortalidad infantil. Además, los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las gentes negras que llegaban desde el país vecino.

Éstas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, de la Universidad de Jaén, en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de la República Árabe de Egipto.

Se trata de una excavación que se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo. Esta tumba fue construida durante la XII Dinastía (1939-1760 a. C.) para albergar el cuerpo de un alto dignatario de la región de Asuán del que, por el momento se desconoce su identidad.

Fue reutilizada con posterioridad en al menos tres ocasiones (XVIII, XXII y XXVI Dinastías), es una de las más grandes de la necrópolis y posee una gran potencialidad arqueológica, ya que alberga, al menos, una cámara intacta en su interior, con tres sarcófagos decorados de madera.

Más de 200 momias

Científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella López, acaban de regresar de Egipto. Han participado en la campaña para realizar el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, así como el cómputo del número de individuos pertenecientes a las épocas más modernas de ocupación de la tumba (Reino Nuevo, Tercer Periodo Intermedio y Baja Época). Los investigadores granadinos han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba número 33.

Los primeros resultados de su trabajo arrojan conclusiones muy interesantes, y han permitido conocer nuevos datos no sólo sobre sus características físicas, sino también sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto. Y es que, como explica el profesor Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».

Los antropólogos de la UGR afirman que la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo». Así lo revela el hecho de que los huesos de los niños no presenten marcas, «lo que demuestra que murieron debido a una enfermedad infecciosa aguda». Además, los investigadores han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.

Primera mención a los pigmeos

Miguel Botella apunta que las tumbas de la necrópolis de Qubbet el-Hawa cuentan con inscripciones «de gran importancia para la Historia no sólo de Egipto, sino de toda la Humanidad». Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a. C.) se narran los tres viajes que éste realizó al centro de África, en uno de los cuales llegó a traer a un pigmeo; ello supone la mención más antigua de este grupo étnico.

Además, en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio. Por tanto, Qubbet el-Hawa es uno de los yacimientos más importantes de Egipto, no sólo por los descubrimientos ya realizados, sino también por la cantidad de información que contiene sobre la salud y la enfermedad y las relaciones interculturales en la Antigüedad.

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Analizan más de 200 momias y esqueletos en Qubbet el-Hawa y encuentran problemas de nutrición

63089 No es oro todo lo que reluce. Al menos así lo indica el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, de la Universidad de Jaén, en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada y el Consejo Supremo de Antigüedades de la República Árabe de Egipto.
Se trata de una excavación que se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, a unos 1.000 kilómetros al sur de El Cairo. Esta tumba fue construida durante la XII Dinastía (1939-1760 a. C.) para albergar el cuerpo de un alto dignatario de la región de Asuán del que, por el momento, se desconoce su identidad.
Fue reutilizada con posterioridad en al menos tres ocasiones (XVIII, XXII y XXVI Dinastías), es una de las más grandes de la necrópolis y posee una gran potencialidad arqueológica, ya que alberga, al menos, una cámara intacta en su interior, con tres sarcófagos decorados de madera.
Ahora, científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella López, han participado en la campaña para realizar el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, así como el cómputo del número de individuos pertenecientes a las épocas más modernas de ocupación de la tumba (Reino Nuevo, Tercer Periodo Intermedio y Baja Época). Los investigadores granadinos han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba número 33.
Los primeros resultados de su trabajo arrojan conclusiones muy interesantes y han permitido conocer nuevos datos no sólo sobre sus características físicas, sino también sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto. Y es que, como explica Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».
Los antropólogos afirman que la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo». Así lo revela el hecho de que los huesos de los niños no presenten marcas, «lo que demuestra que murieron debido a una enfermedad infecciosa aguda». Además, los investigadores han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.
Primera mención a los pigmeos
Miguel Botella apunta que las tumbas de la necrópolis de Qubbet el-Hawa cuentan con inscripciones «de gran importancia para la historia no sólo de Egipto, sino de toda la humanidad». Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a. C.) se narran los tres viajes que este realizó al centro de África, en uno de los cuales llegó a traer a un pigmeo, lo que supone la mención más antigua de este grupo étnico.
Además, en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio. Por tanto, Qubbet el-Hawa es uno de los yacimientos más importantes de Egipto, no sólo por los descubrimientos ya realizados, sino también por la cantidad de información que contiene sobre la salud y la enfermedad y las relaciones interculturales en la Antigüedad.
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