Novedoso sistema averigua los vehículos que pasan por la calle, a partir del ruido

63166 Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y la Universidad Carlos III de Madrid han patentado un nuevo método que permite averiguar el caudal de tráfico rodado que soporta una calle midiendo únicamente los niveles de ruido ambiental.

Este sistema, pionero en todo el mundo, representa una alternativa o un complemento a otros métodos que se emplean en la actualidad para medir el caudal de tráfico, como el conteo a través de imágenes o las espiras magnéticas.

El método diseñado en la UGR, señala la nota de prensa de dicha universidad, permite diferenciar entre los caudales de vehículos ligeros, vehículos pesados y motocicletas-ciclomotores que circulan por una vía, utilizando únicamente la medida del ruido ambiental de ésta.

Es aplicable en vías donde el ruido ambiental es la fuente dominante (supera en 10 decibelios de media a otras fuentes de ruido) y los caudales de tráfico son medianos o intensos.

Artículos relacionados
Crean un novedoso dispositivo para controlar las infracciones de tráfico
Idean un sistema para agilizar la búsqueda de aparcamiento
Una red de comunicaciones coche-a-coche evitará accidentes de tráfico
Crean un coche con memoria visual que va solo a su destino
El primer taxi automático sin conductor comenzará a funcionar en 2005 en Cardiff
Controlar el tráfico

Además, presenta la ventaja de obtener una mayor precisión que otros métodos de estimación, ya que se ha comprobado que consigue estimar el número total de vehículos presentes en la vía en intervalos de muy corta duración con un porcentaje de error límite inferior al 17%, disminuyendo este error para estimaciones de caudales realizadas a partir de registros sonoros con una duración temporal mayor.

La metodología desarrollada por los investigadores permite obtener esta información procesando los datos experimentales a partir de un método bayesiano, que puede implementarse en un algoritmo computacional para conseguir sistematizar el proceso de predicción.

Se trata, por lo tanto, de un método sencillo cuya aplicación es poco invasiva (el medidor puede colocarse en un kiosco de prensa, en una farola o en la fachada de una vivienda), sin necesidad de ninguna obra ni prácticamente instalación, y que es posible utilizar en tiempo real y sin supervisión humana.

Como explica el coautor de la investigación Diego Pablo Ruiz Padillo, este método puede ser empleado para controlar el tipo de tráfico permitido en determinadas zonas urbanas (por ejemplo, restringiendo la circulación de vehículos pesados en algunas calles).

El dispositivo, colocado en un kiosco, resulta invisible. Fuente: UGR.
Asimismo, serviría para obtener información adicional para la configuración urbana, como decidir el número de aparcamientos para motocicletas; regular los semáforos o estudiar el caudal de tráfico y su relación con el impacto sufrido por la población del área urbana estudiada.

Ruiz aclara que la invención del grupo de la UGR, que ha sido patentada a través de la Oficina para la Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI), es el sistema procesador, un software que, acoplado al sistema medidor de ruido o sonómetros, permite estimar los caudales de tráfico, ya que envía la información vía inalámbrica.

Además del profesor Ruiz Padillo, en esta investigación han participado los doctores Laura Martín y Antonio Torija, de la UGR, y el profesor Joaquín Míguez, de la Universidad Carlos III.

Descargar


Las personas mayores son más felices cuando lo han sido de jóvenes

63319 lices cuando, a su vez, han disfrutado de una vida feliz. Además, aquellos mayores que no padecen depresión, tienen apoyo familiar y niveles bajos de estrés, y presentan un «correcto funcionamiento cotidiano», están más satisfechos con su vida al final de ésta que los demás.

Así se desprende de un artículo publicado por investigadores de la Universidad de Granada en la prestigiosa revista Journal of Happiness Studies, en el que han explorado la felicidad actual (en el momento del estudio) y pasada (a lo largo de la vida) de hombres y mujeres mayores de 65 años, con diferentes características personales y sociodemográficas.

En este estudio participaron de forma voluntaria, completando una serie de auto-informes, 154 adultos mayores con edades comprendidas entre los 65 y 96 años, reclutados en diferentes contextos comunitarios, hogares privados y centros de atención y residencias de mayores. De ellos, la mitad eran mujeres, y el 35.7% estaban institucionalizados en centros geriátricos y residencias para mayores, mientras que el 64.3% no lo estaba y vivía en su hogar (con o sin familiares u otras personas).

La autora principal del artículo, la profesora de la UGR Débora Godoy Izquierdo, destaca que los mayores que participaron en este trabajo afirmaron ser «significativamente menos felices ahora que en el pasado» (6,6 frente a 7,7 en una escala del 0 al 10). En el trabajo también ha participado los investigadores Raquel Lara Moreno, Francisco Araque Serrano, Juan F. Godoy García y María Luisa Vázquez Pérez.

Mayores institucionalizados

Además, la felicidad de los participantes institucionalizados (en residencias) no difirió de la de los participantes no institucionalizados, aunque se encontraron diferencias significativas en algunas de las variables psicosociales que se relacionan con la felicidad. Por ejemplo, los mayores no institucionalizados informaron de una mayor autoeficacia, un mayor número de actividades de ocio realizadas durante el último mes, un mayor número de familiares disponibles para recibir apoyo, un mayor apoyo recibido y un mayor afecto positivo comparados con los ancianos institucionalizados, mientras que los mayores institucionalizados demostraron una mejor salud en general y menor incidencia de problemas de ansiedad.

Godoy cree que los resultados de esta investigación «ponen de relieve la importancia de establecer los correlatos y predictores tanto de la felicidad como de sus pilares fundamentales (balance afectivo y satisfacción vital), para desarrollar intervenciones dirigidas a la promoción del bienestar subjetivo en las personas mayores, dado que, en comparación con anteriores períodos de la vida, la felicidad puede verse reducida en la adultez tardía».

Descargar


Presentado un método que permite saber el tráfico en una calle a partir del ruido ambiental

nvestigadores de la Universidad de Granada (UGR) y la Universidad Carlos III de Madrid han patentado un nuevo método que permite averiguar el caudal de tráfico rodado que soporta una calle midiendo únicamente los niveles de ruido ambiental.
Este sistema, pionero en todo el mundo, representa una alternativa o un complemento a otros métodos que se emplean en la actualidad para medir el caudal de tráfico, como el conteo a través de imágenes o las espiras magnéticas, según informa en una nota la UGR.

El método diseñado permite diferenciar entre los caudales de vehículos ligeros, vehículos pesados y motocicletas-ciclomotores que circulan por una vía, utilizando únicamente la medida del ruido ambiental de ésta.

Es aplicable en vías donde el ruido ambiental es la fuente dominante –supera en 10 decibelios de media a otras fuentes de ruido– y los caudales de tráfico son medianos o intensos.

Además, presenta la ventaja de obtener una mayor precisión que otros métodos de estimación, ya que se ha comprobado que consigue estimar el número total de vehículos presentes en la vía en intervalos de muy corta duración con un porcentaje de error límite inferior al 17 por ciento, disminuyendo este error para estimaciones de caudales realizadas a partir de registros sonoros con una duración temporal mayor.

La metodología desarrollada por los investigadores permite obtener esta información procesando los datos experimentales a partir de un método bayesiano, que puede implementarse en un algoritmo computacional para conseguir sistematizar el proceso de predicción.

Se trata, por lo tanto, de un método sencillo cuya aplicación es poco invasiva –el medidor puede colocarse en un kiosco de prensa, en una farola o en la fachada de una vivienda–, sin necesidad de ninguna obra ni prácticamente instalación, y que es posible utilizar en tiempo real y sin supervisión humana.

CONTROLAR EL TRÁFICO

Como explica el autor principal de la investigación, Diego Pablo Ruiz Padillo, este método puede ser empleado para controlar el tipo de tráfico permitido en determinadas zonas urbanas (por ejemplo, restringiendo la circulación de vehículos pesados en algunas calles); obtener información adicional para la configuración urbana, como decidir el número de aparcamientos para motocicletas; regular los semáforos o estudiar el caudal de tráfico y su relación con el impacto sufrido por la población del área urbana estudiada.

Ruiz aclara que la invención del grupo de la UGR, que ha sido patentada a través de la Oficina para la Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI), es el sistema procesador, un software que, acoplado al sistema medidor de ruido o sonómetros, permite estimar los caudales de tráfico, ya que envía la información vía inalámbrica.

Además del profesor Ruiz Padillo, en esta investigación han participado los doctores Laura Martín y Antonio Torija, de la UGR, y el profesor Joaquín Míguez, de la Universidad Carlos III.

Descargar


Las personas mayores son más felices cuando lo han sido de jóvenes

63319 lices cuando, a su vez, han disfrutado de una vida feliz. Además, aquellos mayores que no padecen depresión, tienen apoyo familiar y niveles bajos de estrés, y presentan un «correcto funcionamiento cotidiano», están más satisfechos con su vida al final de ésta que los demás.

Así se desprende de un artículo publicado por investigadores de la Universidad de Granada en la prestigiosa revista Journal of Happiness Studies, en el que han explorado la felicidad actual (en el momento del estudio) y pasada (a lo largo de la vida) de hombres y mujeres mayores de 65 años, con diferentes características personales y sociodemográficas.

En este estudio participaron de forma voluntaria, completando una serie de auto-informes, 154 adultos mayores con edades comprendidas entre los 65 y 96 años, reclutados en diferentes contextos comunitarios, hogares privados y centros de atención y residencias de mayores. De ellos, la mitad eran mujeres, y el 35.7% estaban institucionalizados en centros geriátricos y residencias para mayores, mientras que el 64.3% no lo estaba y vivía en su hogar (con o sin familiares u otras personas).

La autora principal del artículo, la profesora de la UGR Débora Godoy Izquierdo, destaca que los mayores que participaron en este trabajo afirmaron ser «significativamente menos felices ahora que en el pasado» (6,6 frente a 7,7 en una escala del 0 al 10). En el trabajo también ha participado los investigadores Raquel Lara Moreno, Francisco Araque Serrano, Juan F. Godoy García y María Luisa Vázquez Pérez.

Mayores institucionalizados

Además, la felicidad de los participantes institucionalizados (en residencias) no difirió de la de los participantes no institucionalizados, aunque se encontraron diferencias significativas en algunas de las variables psicosociales que se relacionan con la felicidad. Por ejemplo, los mayores no institucionalizados informaron de una mayor autoeficacia, un mayor número de actividades de ocio realizadas durante el último mes, un mayor número de familiares disponibles para recibir apoyo, un mayor apoyo recibido y un mayor afecto positivo comparados con los ancianos institucionalizados, mientras que los mayores institucionalizados demostraron una mejor salud en general y menor incidencia de problemas de ansiedad.

Godoy cree que los resultados de esta investigación «ponen de relieve la importancia de establecer los correlatos y predictores tanto de la felicidad como de sus pilares fundamentales (balance afectivo y satisfacción vital), para desarrollar intervenciones dirigidas a la promoción del bienestar subjetivo en las personas mayores, dado que, en comparación con anteriores períodos de la vida, la felicidad puede verse reducida en la adultez tardía».

Descargar


Las Personas Mayores Son Más Felices Cuando Lo Han Sido De Jóvenes, Según Un Estudio

63319 Las personas mayores de 65 años son más felices cuando, a su vez, han disfrutado de una vida feliz. Además, aquellos mayores que no padecen depresión, tienen apoyo familiar y niveles bajos de estrés, y presentan un «correcto funcionamiento cotidiano», están más satisfechos con su vida al final de ésta que los demás.

 

Así se desprende de un artículo publicado por investigadores de la Universidad de Granada en la prestigiosa revista Journal of Happiness Studies, en el que han explorado la felicidad actual (en el momento del estudio) y pasada (a lo largo de la vida) de hombres y mujeres mayores de 65 años, con diferentes características personales y sociodemográficas.

En este estudio participaron de forma voluntaria, completando una serie de auto-informes, 154 adultos mayores con edades comprendidas entre los 65 y 96 años, reclutados en diferentes contextos comunitarios, hogares privados y centros de atención y residencias de mayores. De ellos, la mitad eran mujeres, y el 35.7% estaban institucionalizados en centros geriátricos y residencias para mayores, mientras que el 64.3% no lo estaba y vivía en su hogar (con o sin familiares u otras personas).

La autora principal del artículo, la profesora de la UGR Débora Godoy Izquierdo, destaca que los mayores que participaron en este trabajo afirmaron ser «significativamente menos felices ahora que en el pasado» (6,6 frente a 7,7 en una escala del 0 al 10). En el trabajo también ha participado los investigadores Raquel Lara Moreno, Francisco Araque Serrano, Juan F. Godoy García y María Luisa Vázquez Pérez.

Mayores institucionalizados

Además, la felicidad de los participantes institucionalizados (en residencias) no difirió de la de los participantes no institucionalizados, aunque se encontraron diferencias significativas en algunas de las variables psicosociales que se relacionan con la felicidad. Por ejemplo, los mayores no institucionalizados informaron de una mayor autoeficacia, un mayor número de actividades de ocio realizadas durante el último mes, un mayor número de familiares disponibles para recibir apoyo, un mayor apoyo recibido y un mayor afecto positivo comparados con los ancianos institucionalizados, mientras que los mayores institucionalizados demostraron una mejor salud en general y menor incidencia de problemas de ansiedad.

Godoy cree que los resultados de esta investigación «ponen de relieve la importancia de establecer los correlatos y predictores tanto de la felicidad como de sus pilares fundamentales (balance afectivo y satisfacción vital), para desarrollar intervenciones dirigidas a la promoción del bienestar subjetivo en las personas mayores, dado que, en comparación con anteriores períodos de la vida, la felicidad puede verse reducida en la adultez tardía».

Referencia bibliográfica:

Correlates of Happiness Among Older Spanish Institutionalised and Non-Institutionalised Adults

Débora Godoy-Izquierdo, Raquel Lara Moreno, María Luisa Vázquez Pérez, Francisco Araque Serrano y Juan F. Godoy García

Journal of Happiness Studies 2012

DOI: 10.1007/s10902-012-9335-5

En la foto, los miembros del Grupo de Investigación CTS-267 Medicina Conductual/Psicología de la Salud de la UGR.

Descargar


Novedoso sistema averigua los vehículos que pasan por la calle, a partir del ruido

63166 Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y la Universidad Carlos III de Madrid han patentado un nuevo método que permite averiguar el caudal de tráfico rodado que soporta una calle midiendo únicamente los niveles de ruido ambiental.

Este sistema, pionero en todo el mundo, representa una alternativa o un complemento a otros métodos que se emplean en la actualidad para medir el caudal de tráfico, como el conteo a través de imágenes o las espiras magnéticas.

El método diseñado en la UGR, señala la nota de prensa de dicha universidad, permite diferenciar entre los caudales de vehículos ligeros, vehículos pesados y motocicletas-ciclomotores que circulan por una vía, utilizando únicamente la medida del ruido ambiental de ésta.

Es aplicable en vías donde el ruido ambiental es la fuente dominante (supera en 10 decibelios de media a otras fuentes de ruido) y los caudales de tráfico son medianos o intensos.

Artículos relacionados
Crean un novedoso dispositivo para controlar las infracciones de tráfico
Idean un sistema para agilizar la búsqueda de aparcamiento
Una red de comunicaciones coche-a-coche evitará accidentes de tráfico
Crean un coche con memoria visual que va solo a su destino
El primer taxi automático sin conductor comenzará a funcionar en 2005 en Cardiff
Controlar el tráfico

Además, presenta la ventaja de obtener una mayor precisión que otros métodos de estimación, ya que se ha comprobado que consigue estimar el número total de vehículos presentes en la vía en intervalos de muy corta duración con un porcentaje de error límite inferior al 17%, disminuyendo este error para estimaciones de caudales realizadas a partir de registros sonoros con una duración temporal mayor.

La metodología desarrollada por los investigadores permite obtener esta información procesando los datos experimentales a partir de un método bayesiano, que puede implementarse en un algoritmo computacional para conseguir sistematizar el proceso de predicción.

Se trata, por lo tanto, de un método sencillo cuya aplicación es poco invasiva (el medidor puede colocarse en un kiosco de prensa, en una farola o en la fachada de una vivienda), sin necesidad de ninguna obra ni prácticamente instalación, y que es posible utilizar en tiempo real y sin supervisión humana.

Como explica el coautor de la investigación Diego Pablo Ruiz Padillo, este método puede ser empleado para controlar el tipo de tráfico permitido en determinadas zonas urbanas (por ejemplo, restringiendo la circulación de vehículos pesados en algunas calles).

El dispositivo, colocado en un kiosco, resulta invisible. Fuente: UGR.
Asimismo, serviría para obtener información adicional para la configuración urbana, como decidir el número de aparcamientos para motocicletas; regular los semáforos o estudiar el caudal de tráfico y su relación con el impacto sufrido por la población del área urbana estudiada.

Ruiz aclara que la invención del grupo de la UGR, que ha sido patentada a través de la Oficina para la Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI), es el sistema procesador, un software que, acoplado al sistema medidor de ruido o sonómetros, permite estimar los caudales de tráfico, ya que envía la información vía inalámbrica.

Además del profesor Ruiz Padillo, en esta investigación han participado los doctores Laura Martín y Antonio Torija, de la UGR, y el profesor Joaquín Míguez, de la Universidad Carlos III.

Descargar


Las Personas Mayores Son Más Felices Cuando Lo Han Sido De Jóvenes, Según Un Estudio

63319 Las personas mayores de 65 años son más felices cuando, a su vez, han disfrutado de una vida feliz. Además, aquellos mayores que no padecen depresión, tienen apoyo familiar y niveles bajos de estrés, y presentan un «correcto funcionamiento cotidiano», están más satisfechos con su vida al final de ésta que los demás.

 

Así se desprende de un artículo publicado por investigadores de la Universidad de Granada en la prestigiosa revista Journal of Happiness Studies, en el que han explorado la felicidad actual (en el momento del estudio) y pasada (a lo largo de la vida) de hombres y mujeres mayores de 65 años, con diferentes características personales y sociodemográficas.

En este estudio participaron de forma voluntaria, completando una serie de auto-informes, 154 adultos mayores con edades comprendidas entre los 65 y 96 años, reclutados en diferentes contextos comunitarios, hogares privados y centros de atención y residencias de mayores. De ellos, la mitad eran mujeres, y el 35.7% estaban institucionalizados en centros geriátricos y residencias para mayores, mientras que el 64.3% no lo estaba y vivía en su hogar (con o sin familiares u otras personas).

La autora principal del artículo, la profesora de la UGR Débora Godoy Izquierdo, destaca que los mayores que participaron en este trabajo afirmaron ser «significativamente menos felices ahora que en el pasado» (6,6 frente a 7,7 en una escala del 0 al 10). En el trabajo también ha participado los investigadores Raquel Lara Moreno, Francisco Araque Serrano, Juan F. Godoy García y María Luisa Vázquez Pérez.

Mayores institucionalizados

Además, la felicidad de los participantes institucionalizados (en residencias) no difirió de la de los participantes no institucionalizados, aunque se encontraron diferencias significativas en algunas de las variables psicosociales que se relacionan con la felicidad. Por ejemplo, los mayores no institucionalizados informaron de una mayor autoeficacia, un mayor número de actividades de ocio realizadas durante el último mes, un mayor número de familiares disponibles para recibir apoyo, un mayor apoyo recibido y un mayor afecto positivo comparados con los ancianos institucionalizados, mientras que los mayores institucionalizados demostraron una mejor salud en general y menor incidencia de problemas de ansiedad.

Godoy cree que los resultados de esta investigación «ponen de relieve la importancia de establecer los correlatos y predictores tanto de la felicidad como de sus pilares fundamentales (balance afectivo y satisfacción vital), para desarrollar intervenciones dirigidas a la promoción del bienestar subjetivo en las personas mayores, dado que, en comparación con anteriores períodos de la vida, la felicidad puede verse reducida en la adultez tardía».

Referencia bibliográfica:

Correlates of Happiness Among Older Spanish Institutionalised and Non-Institutionalised Adults

Débora Godoy-Izquierdo, Raquel Lara Moreno, María Luisa Vázquez Pérez, Francisco Araque Serrano y Juan F. Godoy García

Journal of Happiness Studies 2012

DOI: 10.1007/s10902-012-9335-5

En la foto, los miembros del Grupo de Investigación CTS-267 Medicina Conductual/Psicología de la Salud de la UGR.

Descargar


Las personas mayores son más felices si lo fueron de jóvenes

63319 Las personas mayores de 65 años son más felices cuando han disfrutado de una vida feliz y aquellos mayores que no padecen depresión, tienen apoyo familiar y niveles bajos de estrés, y presentan un «correcto funcionamiento cotidiano», están más satisfechos con su vida al final de ésta que los demás.

Así se desprende de un artículo publicado por investigadores de la Universidad de Granada en la prestigiosa revista Journal of Happiness Studies, en el que han explorado la felicidad actual y la pasada (a lo largo de la vida) de hombres y mujeres mayores de 65 años con diferentes características personales y sociodemográficas.

En este estudio participaron de forma voluntaria, completando una serie de auto-informes, 154 adultos mayores con edades comprendidas entre los 65 y 96 años, reclutados en diferentes contextos comunitarios, hogares privados y centros de atención y residencias de mayores.

De ellos, la mitad eran mujeres, y el 35,7 por ciento estaban institucionalizados en centros geriátricos y residencias para mayores, mientras que el 64,3 por ciento no lo estaba y vivía en su hogar (con o sin familiares u otras personas).

La autora principal del artículo, la profesora de la UGR Débora Godoy Izquierdo, destaca que los mayores que participaron en este trabajo afirmaron ser «significativamente menos felices ahora que en el pasado» (6,6 frente a 7,7 en una escala del 0 al 10). En el trabajo también ha participado los investigadores Raquel Lara Moreno, Francisco Araque Serrano, Juan F. Godoy García y María Luisa Vázquez Pérez.

Además, la felicidad de los participantes institucionalizados (en residencias) no difirió de la de los participantes no institucionalizados, aunque se encontraron diferencias significativas en algunas de las variables psicosociales que se relacionan con la felicidad.

Por ejemplo, los mayores no institucionalizados informaron de una mayor autoeficacia, un mayor número de actividades de ocio realizadas durante el último mes, un mayor número de familiares disponibles para recibir apoyo, un mayor apoyo recibido y un mayor afecto positivo comparados con los ancianos institucionalizados, mientras que los mayores institucionalizados demostraron una mejor salud en general y menor incidencia de problemas de ansiedad.

Godoy cree que los resultados de esta investigación «ponen de relieve la importancia de establecer los correlatos y predictores tanto de la felicidad como de sus pilares fundamentales (balance afectivo y satisfacción vital), para desarrollar intervenciones dirigidas a la promoción del bienestar subjetivo en las personas mayores, dado que, en comparación con anteriores períodos de la vida, la felicidad puede verse reducida en la adultez tardía».

Descargar


La felicidad tiene memoria

63319 Ser feliz de joven facilita que ese sentimiento se mantenga a lo largo de la vida. Esta aparentemente lógica afirmación se desprende de un artículo publicado por investigadores de la Universidad de Granada en la revista Journal of Happiness Studies.

El trabajo explora la felicidad actual (en el momento del estudio) y pasada (a lo largo de la vida) de hombres y mujeres mayores de 65 años, con diferentes características personales y sociodemográficas. En este estudio participaron de forma voluntaria, completando una serie de informes, 154 adultos mayores con edades comprendidas entre los 65 y 96 años, reclutados en diferentes contextos comunitarios, hogares privados y centros de atención y residencias de mayores. De ellos, la mitad eran mujeres y el 35,7% estaban institucionalizados en centros geriátricos y residencias para mayores, mientras que el 64,3% no lo estaba y vivía en su hogar (con o sin familiares u otras personas).

Los resultados desvelaron que las personas mayores de 65 años son más felices cuando, a su vez, han disfrutado de una vida feliz. Además, aquellos mayores que no padecen depresión, tienen apoyo familiar y niveles bajos de estrés y presentan un ‘correcto funcionamiento cotidiano’, están más satisfechos con su vida al final de esta que los demás.

Mejor ahora

Débora Godoy Izquierdo, autora principal del artículo, destaca sin embargo que los mayores que participaron en este trabajo afirmaron ser «significativamente menos felices ahora que en el pasado» (6,6 frente a 7,7 en una escala del 0 al 10). Además, la felicidad de los participantes institucionalizados (en residencias) no difirió de la de los participantes no institucionalizados, aunque se encontraron diferencias significativas en algunas de las variables psicosociales que se relacionan con la felicidad.

Por ejemplo, los mayores no institucionalizados informaron de una mayor autoeficacia, un mayor número de actividades de ocio realizadas durante el último mes, un mayor número de familiares disponibles para recibir apoyo, un mayor apoyo recibido y un mayor afecto positivo comparados con los ancianos institucionalizados, mientras que los mayores institucionalizados demostraron una mejor salud en general y menor incidencia de problemas de ansiedad.

Godoy cree que los resultados de esta investigación «ponen de relieve la importancia de establecer los correlatos y predictores tanto de la felicidad como de sus pilares fundamentales (balance afectivo y satisfacción vital), para desarrollar intervenciones dirigidas a la promoción del bienestar subjetivo en las personas mayores, dado que, en comparación con anteriores períodos de la vida, la felicidad puede verse reducida en la adultez tardía».

Descargar


Si eres feliz de joven, lo serás de mayor

63319 Un estudio confirma que las personas mayores de 65 años son más felices cuando, a su vez, han disfrutado de una vida feliz. Además, aquellos mayores que no padecen depresión, tienen apoyo familiar y niveles bajos de estrés y presentan un ‘correcto funcionamiento cotidiano’, están más satisfechos con su vida al final de esta que los demás.

Ser feliz de joven facilita que ese sentimiento se mantenga a lo largo de la vida. Esta aparentemente lógica afirmación se desprende de un artículo publicado por investigadores de la Universidad de Granada en la revista Journal of Happiness Studies.

El trabajo explora la felicidad actual (en el momento del estudio) y pasada (a lo largo de la vida) de hombres y mujeres mayores de 65 años, con diferentes características personales y sociodemográficas.

En este estudio participaron de forma voluntaria, completando una serie de informes, 154 adultos mayores con edades comprendidas entre los 65 y 96 años, reclutados en diferentes contextos comunitarios, hogares privados y centros de atención y residencias de mayores. De ellos, la mitad eran mujeres y el 35,7% estaban institucionalizados en centros geriátricos y residencias para mayores, mientras que el 64,3% no lo estaba y vivía en su hogar (con o sin familiares u otras personas).

Los resultados desvelaron que las personas mayores de 65 años son más felices cuando, a su vez, han disfrutado de una vida feliz. Además, aquellos mayores que no padecen depresión, tienen apoyo familiar y niveles bajos de estrés y presentan un ‘correcto funcionamiento cotidiano’, están más satisfechos con su vida al final de esta que los demás.

Débora Godoy Izquierdo, autora principal del artículo, destaca sin embargo que los mayores que participaron en este trabajo afirmaron ser «significativamente menos felices ahora que en el pasado» (6,6 frente a 7,7 en una escala del 0 al 10). Además, la felicidad de los participantes institucionalizados (en residencias) no difirió de la de los participantes no institucionalizados, aunque se encontraron diferencias significativas en algunas de las variables psicosociales que se relacionan con la felicidad.

Por ejemplo, los mayores no institucionalizados informaron de una mayor autoeficacia, un mayor número de actividades de ocio realizadas durante el último mes, un mayor número de familiares disponibles para recibir apoyo, un mayor apoyo recibido y un mayor afecto positivo comparados con los ancianos institucionalizados, mientras que los mayores institucionalizados demostraron una mejor salud en general y menor incidencia de problemas de ansiedad.

Godoy cree que los resultados de esta investigación «ponen de relieve la importancia de establecer los correlatos y predictores tanto de la felicidad como de sus pilares fundamentales (balance afectivo y satisfacción vital), para desarrollar intervenciones dirigidas a la promoción del bienestar subjetivo en las personas mayores, dado que, en comparación con anteriores períodos de la vida, la felicidad puede verse reducida en la adultez tardía».

Descargar


Si eres feliz de joven, lo serás de mayor

63319 Un estudio confirma que las personas mayores de 65 años son más felices cuando, a su vez, han disfrutado de una vida feliz. Además, aquellos mayores que no padecen depresión, tienen apoyo familiar y niveles bajos de estrés y presentan un ‘correcto funcionamiento cotidiano’, están más satisfechos con su vida al final de esta que los demás.

Ser feliz de joven facilita que ese sentimiento se mantenga a lo largo de la vida. Esta aparentemente lógica afirmación se desprende de un artículo publicado por investigadores de la Universidad de Granada en la revista Journal of Happiness Studies.

El trabajo explora la felicidad actual (en el momento del estudio) y pasada (a lo largo de la vida) de hombres y mujeres mayores de 65 años, con diferentes características personales y sociodemográficas.

En este estudio participaron de forma voluntaria, completando una serie de informes, 154 adultos mayores con edades comprendidas entre los 65 y 96 años, reclutados en diferentes contextos comunitarios, hogares privados y centros de atención y residencias de mayores. De ellos, la mitad eran mujeres y el 35,7% estaban institucionalizados en centros geriátricos y residencias para mayores, mientras que el 64,3% no lo estaba y vivía en su hogar (con o sin familiares u otras personas).

Los resultados desvelaron que las personas mayores de 65 años son más felices cuando, a su vez, han disfrutado de una vida feliz. Además, aquellos mayores que no padecen depresión, tienen apoyo familiar y niveles bajos de estrés y presentan un ‘correcto funcionamiento cotidiano’, están más satisfechos con su vida al final de esta que los demás.

Débora Godoy Izquierdo, autora principal del artículo, destaca sin embargo que los mayores que participaron en este trabajo afirmaron ser «significativamente menos felices ahora que en el pasado» (6,6 frente a 7,7 en una escala del 0 al 10). Además, la felicidad de los participantes institucionalizados (en residencias) no difirió de la de los participantes no institucionalizados, aunque se encontraron diferencias significativas en algunas de las variables psicosociales que se relacionan con la felicidad.

Por ejemplo, los mayores no institucionalizados informaron de una mayor autoeficacia, un mayor número de actividades de ocio realizadas durante el último mes, un mayor número de familiares disponibles para recibir apoyo, un mayor apoyo recibido y un mayor afecto positivo comparados con los ancianos institucionalizados, mientras que los mayores institucionalizados demostraron una mejor salud en general y menor incidencia de problemas de ansiedad.

Godoy cree que los resultados de esta investigación «ponen de relieve la importancia de establecer los correlatos y predictores tanto de la felicidad como de sus pilares fundamentales (balance afectivo y satisfacción vital), para desarrollar intervenciones dirigidas a la promoción del bienestar subjetivo en las personas mayores, dado que, en comparación con anteriores períodos de la vida, la felicidad puede verse reducida en la adultez tardía».

Descargar


La felicidad de la juventud anticipa la felicidad de la vejez

63319 Las personas mayores de 65 años son más felices cuando, a su vez, han disfrutado de una vida feliz. Además, aquellos mayores que no padecen depresión, tienen apoyo familiar y niveles bajos de estrés, y presentan un «correcto funcionamiento cotidiano», están más satisfechos con su vida al final de ésta que los demás. 

Así se desprende de un artículo publicado por investigadores de la Universidad de Granada en la prestigiosa revista Journal of Happiness Studies, en el que han explorado la felicidad actual (en el momento del estudio) y pasada (a lo largo de la vida) de hombres y mujeres mayores de 65 años, con diferentes características personales y sociodemográficas.

En este estudio participaron de forma voluntaria, completando una serie de auto-informes, 154 adultos mayores con edades comprendidas entre los 65 y 96 años, reclutados en diferentes contextos comunitarios, hogares privados y centros de atención y residencias de mayores. De ellos, la mitad eran mujeres, y el 35,7% estaban internados en centros geriátricos y residencias para mayores, mientras que el 64.3% no lo estaba y vivía en su hogar (con o sin familiares u otras personas).

La autora principal del artículo, la profesora de la UGR Débora Godoy Izquierdo, destaca en una nota de prensa de dicha Universidad que los mayores que participaron en este trabajo afirmaron ser «significativamente menos felices ahora que en el pasado» (6,6 frente a 7,7 en una escala del 0 al 10). En el trabajo también ha participado los investigadores Raquel Lara Moreno, Francisco Araque Serrano, Juan F. Godoy García y María Luisa Vázquez Pérez.

 

Además, la felicidad de los participantes internados (en residencias) no difirió de la de los participantes no internados, aunque se encontraron diferencias significativas en algunas de las variables psicosociales que se relacionan con la felicidad.

Por ejemplo, los mayores no internados informaron de una mayor autoeficacia, un mayor número de actividades de ocio realizadas durante el último mes, un mayor número de familiares disponibles para recibir apoyo, un mayor apoyo recibido y un mayor afecto positivo comparados con los ancianos internos, mientras que éstos demostraron una mejor salud en general y menor incidencia de problemas de ansiedad.

Godoy cree que los resultados de esta investigación «ponen de relieve la importancia de establecer los correlatos y predictores tanto de la felicidad como de sus pilares fundamentales (balance afectivo y satisfacción vital), para desarrollar intervenciones dirigidas a la promoción del bienestar subjetivo en las personas mayores, dado que, en comparación con anteriores períodos de la vida, la felicidad puede verse reducida en la adultez tardía».

Descargar