“Taller de formadores de personas adultas y sensibilización en igualdad” en el Campus de Melilla

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  • Las inscripciones (10 euros) pueden realizarse en el despacho 116 de la Facultad de Educación y Humanidades de Melilla (Susana Rodríguez). El taller tiene reconocidos 3 créditos de libre configuración para el alumnado de diplomaturas y licenciatura, y se ha solicitado 1 crédito de libre disposición para el alumnado de Grado
  • Se celebrará en el Campus de Melilla del 26 de febrero al 9 de marzo, de 16.30 a 20.30 horas, en el Laboratorio de idiomas de la Facultad (tercera planta)

Se encuentra abierto el plazo de inscripción en el “Taller de formadores de personas adultas y sensibilización en igualdad” que se celebrará en el Campus de Melilla del 26 de febrero al 9 de marzo, de 16.30 a 20.30 horas, en el Laboratorio de idiomas de la Facultad (tercera planta), organizado por el Vicedecanato de Estudiantes, Extensión Universitaria y Cooperación de la Facultad de Educación y Humanidades de Melilla.

Las inscripciones (10 euros) pueden realizarse en el despacho 116 de la Facultad de Educación y Humanidades de Melilla (Susana Rodríguez). El taller tiene reconocidos 3 créditos de libre configuración para el alumnado de diplomaturas y licenciatura, y se ha solicitado 1 crédito de libre disposición para el alumnado de Grado (a la espera de confirmación).

También se ha solicitado al MECD su inclusión en el apartado 3.3 del baremo de interinidad. Para más información, visitar el blog: areadelamujersatemelilla.blogspot.com Contacto:Profesora María del Mar Ortiz Gómez, vicedecana de Estudiantes, Extensión Universitaria y Cooperación. Facultad de Educación y Humanidades de Melilla. Universidad de Granada. Tlfn.: 952698721. Correo electrónico: mortizg@ugr.es

La UGR publica “Curso de análisis de redes sociales. Metodología y estudios de caso”

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  • El libro, del profesor Julián Antonio Paniagua López, instruye en el arte de hacer un análisis sociológico utilizando la metodología del análisis de redes sociales

Enseñar a hacer un análisis sociológico utilizando la metodología del análisis de redes sociales es el objetivo del libro “Curso de análisis de redes sociales. Metodología y estudios de caso”, escrito por el profesor Julián Antonio Paniagua López, quien afirma que no se trata de un volumen destinado a un público especializado, sino a todos aquellos estudiantes que quieran iniciarse en la investigación usando este método.

Publicado por la Editorial UGR (eug) en su Biblioteca de Ciencias Políticas y Sociológicas, que coordina el profesor Juan Montabes Pereira, el volumen es, en realidad, un manual para cualquier lector interesado, cuyo cuerpo central constituye la explicación de la teoría matemática de grafos y el uso de uno de los programas informáticos más empleados para el análisis de redes sociales.

Grosso modo, una red social es un conjunto finito de actores, denominados nodos, unidos todos ellos por uno o unos determinados vínculos. “Los actores –afirma Julián Antonio Paniagua– se definen por sus atributos, es decir, la o las características que los definen, como pueden ser la edad, el sexo, el origen étnico, la categoría profesional, la ideología, etc. Los nodos de la red no tienen por qué ser necesariamente personas, pueden ser países, empresas, grupos sociales, clases sociales, o incluso actividades”.

En los últimos años, el análisis de redes sociales se ha convertido en una importante herramienta metodológica para el análisis de los grupos sociales, tanto es así que su uso práctico no solo se aplica al estudio social, sino que puede ser útil para examinar múltiples fenómenos, tales como la interconexión neuronal en el cerebro, el tráfico comercial, un circuito eléctrico o el intercambio de emociones.

“El análisis de redes sociales se basa –asegura el autor del libro– en la teoría matemática de grafos, que proporciona el lenguaje y los conceptos para el estudio de las relaciones”.

El volumen, de 250 páginas, con numerosas ilustraciones, fichas y cuadros, comienza por definir en una introducción la materia de la que se trata, así como el origen de las redes sociales y el análisis de estas, para referirse a continuación, en diferentes capítulos, a la teoría de grafos, a los actores, los atributos, los vínculos, explicación de la red, redes clientelares en el trabajo, bibliografía comentada y ejercicios prácticos.

La UGR publica “Curso de análisis de redes sociales. Metodología y estudios de caso”

Escrito por

  • El libro, del profesor Julián Antonio Paniagua López, instruye en el arte de hacer un análisis sociológico utilizando la metodología del análisis de redes sociales

Enseñar a hacer un análisis sociológico utilizando la metodología del análisis de redes sociales es el objetivo del libro “Curso de análisis de redes sociales. Metodología y estudios de caso”, escrito por el profesor Julián Antonio Paniagua López, quien afirma que no se trata de un volumen destinado a un público especializado, sino a todos aquellos estudiantes que quieran iniciarse en la investigación usando este método.

Publicado por la Editorial UGR (eug) en su Biblioteca de Ciencias Políticas y Sociológicas, que coordina el profesor Juan Montabes Pereira, el volumen es, en realidad, un manual para cualquier lector interesado, cuyo cuerpo central constituye la explicación de la teoría matemática de grafos y el uso de uno de los programas informáticos más empleados para el análisis de redes sociales.

Grosso modo, una red social es un conjunto finito de actores, denominados nodos, unidos todos ellos por uno o unos determinados vínculos. “Los actores –afirma Julián Antonio Paniagua– se definen por sus atributos, es decir, la o las características que los definen, como pueden ser la edad, el sexo, el origen étnico, la categoría profesional, la ideología, etc. Los nodos de la red no tienen por qué ser necesariamente personas, pueden ser países, empresas, grupos sociales, clases sociales, o incluso actividades”.

En los últimos años, el análisis de redes sociales se ha convertido en una importante herramienta metodológica para el análisis de los grupos sociales, tanto es así que su uso práctico no solo se aplica al estudio social, sino que puede ser útil para examinar múltiples fenómenos, tales como la interconexión neuronal en el cerebro, el tráfico comercial, un circuito eléctrico o el intercambio de emociones.

“El análisis de redes sociales se basa –asegura el autor del libro– en la teoría matemática de grafos, que proporciona el lenguaje y los conceptos para el estudio de las relaciones”.

El volumen, de 250 páginas, con numerosas ilustraciones, fichas y cuadros, comienza por definir en una introducción la materia de la que se trata, así como el origen de las redes sociales y el análisis de estas, para referirse a continuación, en diferentes capítulos, a la teoría de grafos, a los actores, los atributos, los vínculos, explicación de la red, redes clientelares en el trabajo, bibliografía comentada y ejercicios prácticos.

Los gobernadores del Antiguo Egipto estaban malnutridos y morían pronto

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63089 Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, que dirige la Universidad de Jaén (UJA), en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, según un comunicado de la UJA.

Los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las personas de raza negra que llegaban desde el país vecino.

Los científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella, y que acaban de regresar de Egipto, donde han realizado el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba excavada.

Los primeros resultados han permitido conocer nuevos datos sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto y, según explica Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».

Según los antropólogos, la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo».

Han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.

Las tumbas estudiadas tienen inscripciones «de gran importancia para la historia no sólo de Egipto, sino de toda la Humanidad», según Botella.

Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a.C.) se narran los tres viajes que realizó al centro de África, en uno de los cuales volvió con un pigmeo, lo que supone la mención más antigua de este grupo étnico, y en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio.

Las excavación se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo.

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Los gobernadores del Antiguo Egipto estaban malnutridos y morían pronto

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63089 Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, que dirige la Universidad de Jaén (UJA), en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, según un comunicado de la UJA.

Los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las personas de raza negra que llegaban desde el país vecino.

Los científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella, y que acaban de regresar de Egipto, donde han realizado el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba excavada.

Los primeros resultados han permitido conocer nuevos datos sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto y, según explica Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».

Según los antropólogos, la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo».

Han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.

Las tumbas estudiadas tienen inscripciones «de gran importancia para la historia no sólo de Egipto, sino de toda la Humanidad», según Botella.

Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a.C.) se narran los tres viajes que realizó al centro de África, en uno de los cuales volvió con un pigmeo, lo que supone la mención más antigua de este grupo étnico, y en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio.

Las excavación se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo.

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Los gobernadores del Antiguo Egipto estaban malnutridos y morían pronto

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63089 Los antiguos egipcios, incluidos los gobernadores, no vivían en tan buenas condiciones y rodeados de tanta opulencia como hasta ahora se pensaba, sino que sufrían hambre y malnutrición, multitud de enfermedades infecciosas, una altísima mortalidad infantil y muchos morían antes de los 30 años.
Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, que dirige la Universidad de Jaén (sur) (UJA), en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, según un comunicado de la UJA.
Los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las personas de raza negra que llegaban desde el país vecino.
Los científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella, y que acaban de regresar de Egipto, donde han realizado el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba excavada.
Los primeros resultados han permitido conocer nuevos datos sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto y, según explica Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».
Según los antropólogos, la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo».
Han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.
Las tumbas estudiadas tienen inscripciones «de gran importancia para la historia no sólo de Egipto, sino de toda la Humanidad», según Botella.
Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a.C.) se narran los tres viajes que realizó al centro de África, en uno de los cuales volvió con un pigmeo, lo que supone la mención más antigua de este grupo étnico, y en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio.
Las excavación se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo.
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63089 Los antiguos egipcios, incluidos los gobernadores, no vivían en tan buenas condiciones y rodeados de tanta opulencia como hasta ahora se pensaba, sino que sufrían hambre y malnutrición, multitud de enfermedades infecciosas, una altísima mortalidad infantil y muchos morían antes de los 30 años.
Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, que dirige la Universidad de Jaén (sur) (UJA), en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, según un comunicado de la UJA.
Los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las personas de raza negra que llegaban desde el país vecino.
Los científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella, y que acaban de regresar de Egipto, donde han realizado el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba excavada.
Los primeros resultados han permitido conocer nuevos datos sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto y, según explica Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».
Según los antropólogos, la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo».
Han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.
Las tumbas estudiadas tienen inscripciones «de gran importancia para la historia no sólo de Egipto, sino de toda la Humanidad», según Botella.
Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a.C.) se narran los tres viajes que realizó al centro de África, en uno de los cuales volvió con un pigmeo, lo que supone la mención más antigua de este grupo étnico, y en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio.
Las excavación se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo.
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Los gobernadores del Antiguo Egipto estaban malnutridos y morían pronto

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63089 Los antiguos egipcios, incluidos los gobernadores, no vivían en tan buenas condiciones y rodeados de tanta opulencia como hasta ahora se pensaba, sino que sufrían hambre y malnutrición, multitud de enfermedades infecciosas, una altísima mortalidad infantil y muchos morían antes de los 30 años.

Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, que dirige la Universidad de Jaén (sur) (UJA), en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, según un comunicado de la UJA.

Los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las personas de raza negra que llegaban desde el país vecino.

Los científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella, y que acaban de regresar de Egipto, donde han realizado el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba excavada.

Los primeros resultados han permitido conocer nuevos datos sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto y, según explica Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».

Según los antropólogos, la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo».

Han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.

Las tumbas estudiadas tienen inscripciones «de gran importancia para la historia no sólo de Egipto, sino de toda la Humanidad», según Botella.

Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a.C.) se narran los tres viajes que realizó al centro de África, en uno de los cuales volvió con un pigmeo, lo que supone la mención más antigua de este grupo étnico, y en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio.

Las excavación se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo.

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Los gobernadores del Antiguo Egipto estaban malnutridos y morían pronto

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63089 Los antiguos egipcios, incluidos los gobernadores, no vivían en tan buenas condiciones y rodeados de tanta opulencia como hasta ahora se pensaba, sino que sufrían hambre y malnutrición, multitud de enfermedades infecciosas, una altísima mortalidad infantil y muchos morían antes de los 30 años.

Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, que dirige la Universidad de Jaén (sur) (UJA), en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, según un comunicado de la UJA.

Los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las personas de raza negra que llegaban desde el país vecino.

Los científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella, y que acaban de regresar de Egipto, donde han realizado el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba excavada.

Los primeros resultados han permitido conocer nuevos datos sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto y, según explica Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».

Según los antropólogos, la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo».

Han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.

Las tumbas estudiadas tienen inscripciones «de gran importancia para la historia no sólo de Egipto, sino de toda la Humanidad», según Botella.

Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a.C.) se narran los tres viajes que realizó al centro de África, en uno de los cuales volvió con un pigmeo, lo que supone la mención más antigua de este grupo étnico, y en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio.

Las excavación se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo.

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63089 Los antiguos egipcios, incluidos los gobernadores, no vivían en tan buenas condiciones y rodeados de tanta opulencia como hasta ahora se pensaba, sino que sufrían hambre y malnutrición, multitud de enfermedades infecciosas, una altísima mortalidad infantil y muchos morían antes de los 30 años.

Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, que dirige la Universidad de Jaén (sur) (UJA), en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, según un comunicado de la UJA.

Los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las personas de raza negra que llegaban desde el país vecino.

Los científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella, y que acaban de regresar de Egipto, donde han realizado el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba excavada.

Los primeros resultados han permitido conocer nuevos datos sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto y, según explica Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».

Según los antropólogos, la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo».

Han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.

Las tumbas estudiadas tienen inscripciones «de gran importancia para la historia no sólo de Egipto, sino de toda la Humanidad», según Botella.

Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a.C.) se narran los tres viajes que realizó al centro de África, en uno de los cuales volvió con un pigmeo, lo que supone la mención más antigua de este grupo étnico, y en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio.

Las excavación se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo.

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Los gobernadores del Antiguo Egipto estaban malnutridos y morían pronto

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63089 Los antiguos egipcios, incluidos los gobernadores, no vivían en tan buenas condiciones y rodeados de tanta opulencia como hasta ahora se pensaba, sino que sufrían hambre y malnutrición, multitud de enfermedades infecciosas, una altísima mortalidad infantil y muchos morían antes de los 30 años.

Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, que dirige la Universidad de Jaén (sur) (UJA), en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, según un comunicado de la UJA.

Los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las personas de raza negra que llegaban desde el país vecino.

Los científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella, y que acaban de regresar de Egipto, donde han realizado el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba excavada.

Los primeros resultados han permitido conocer nuevos datos sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto y, según explica Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».

Según los antropólogos, la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo».

Han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.

Las tumbas estudiadas tienen inscripciones «de gran importancia para la historia no sólo de Egipto, sino de toda la Humanidad», según Botella.

Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a.C.) se narran los tres viajes que realizó al centro de África, en uno de los cuales volvió con un pigmeo, lo que supone la mención más antigua de este grupo étnico, y en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio.

Las excavación se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo.

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Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, que dirige la Universidad de Jaén (sur) (UJA), en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada, así como el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, según un comunicado de la UJA.

Los gobernadores de la región de Asuán, en la frontera con Sudán, así como sus familias, ya practicaban el mestizaje con las personas de raza negra que llegaban desde el país vecino.

Los científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella, y que acaban de regresar de Egipto, donde han realizado el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba excavada.

Los primeros resultados han permitido conocer nuevos datos sobre las condiciones de vida en el Antiguo Egipto y, según explica Botella, «aunque el nivel cultural de la época era extraordinario, el análisis antropológico de los restos humanos revela que la población en general y también los gobernadores, la clase social más alta, vivían en condiciones de salud muy precarias, en el límite de la supervivencia».

Según los antropólogos, la esperanza de vida apenas llegaba a los 30 años, «ya que sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, debido al consumo de agua contaminada del Nilo».

Han hallado en la tumba una gran cantidad de momias pertenecientes a jóvenes de entre 17 y 25 años.

Las tumbas estudiadas tienen inscripciones «de gran importancia para la historia no sólo de Egipto, sino de toda la Humanidad», según Botella.

Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a.C.) se narran los tres viajes que realizó al centro de África, en uno de los cuales volvió con un pigmeo, lo que supone la mención más antigua de este grupo étnico, y en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio.

Las excavación se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, a unos mil kilómetros al sur de El Cairo.

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