Trabajadores de la Universidad de Granada (UGR) protagonizan un nuevo paro técnico en protesta por los recortes. Critican las medidas del Ministerio de Educación, de la Junta y tampoco se olvidan, de señalar de nuevo de forma directa, al equipo de gobierno de la institución universitaria granadina. La protesta ha sido, en este caso, en la Facultad de Ciencias de la Educación.

Durante la concentración se procedió a la lectura de un manifiesto por parte del profesor de la facultad, Jorge Expósito, secretario del comité de empresa del PDI.
La próxima semana la concentración se realizará de nuevo, en las puertas de la Delegación Provincial de la Junta de Andalucía, para protestar contra el recorte del 5% y la congelación de las plazas del profesorado, según informó FTE-UGT.
Esta protesta está dirigida contra «los abusos del gobierno del PP en su campaña contra todo lo público, en especial contra las universidades, que nos está conduciendo a una situación crítica a los trabajadores universitarios».
El paro técnico, también se dirige contra el Gobierno andaluz que además de «venir bloqueando la promoción y estabilización del profesorado, ahora impone a todos los empleados públicos universitarios a través de la Ley 3/2012 del 21 de septiembre, de medidas fiscales, administrativas, laborales y en materia de hacienda pública para el reequilibrio económico-financiero de la Junta de Andalucía, un nuevo recorte del 5% de las retribuciones periódicas integras anuales».
También, es una llamada de «rectificación al gobierno de la UGR, que no siempre ha estado al lado de los trabajadores, no entendemos su presteza en la aplicación de los decretos y leyes de recortes desde enero del 2012. La sobrecarga horaria del profesorado, y, últimamente, lo ocurrido con el recorte en la paga de diciembre de los investigadores, son síntomas de que ése no es el camino. Le instamos a que se coloque al lado de los trabajadores en defensa de la universidad pública».

A continuación el manifiesto que se ha leído esta mañana:

Manifiesto en defensa de la universidad pública

Desde diciembre de 2011 los sucesivos decretos-leyes del Gobierno Central han supuesto una agresión frontal contra la Universidad como servicio público. Las consecuencias son evidentes: la congelación de las plantillas y el bloqueo de las promociones del profesorado y del PAS, el aumento de la jornada laboral, el despido libre, la sobrecarga horaria del profesorado; y, en los estudiantes, el incremento de tasas y la reducción de las becas.
Ahora el gobierno andaluz a través de la Ley 3/2012 del 21 de septiembre, de Medidas Fiscales, Administrativas, Laborales y en materia de Hacienda Pública para el reequilibrio económico-financiero de la Junta de Andalucía, nos impone un nuevo recorte del 5% de las retribuciones periódicas integras anuales a los empleados públicos de Andalucía, y entre ellos, a los de las Universidades Andaluzas. El gobierno andaluz se convierte así en cómplice del gobierno del Partido Popular.
El gobierno de la UGR no siempre está al lado de los trabajadores, su presteza en la aplicación de los decretos es muy sintomática, como ha mostrado desde enero del 2012, con la imposición de la sobrecarga horaria al profesorado y recientemente con el recorte de la paga de diciembre a los investigadores.
Lo que se está pretendiendo con tanta medida de austeridad, y aún falta por venir la futura ley de universidades del ministro Wert, es eliminar las universidades públicas privatizando sus servicios y volver a las universidades elitistas del pasado.
Ante esta situación los empleados públicos universitarios tenemos que dar una respuesta firme, de rechazo apoyando las medidas de protesta y exigiendo a los gobiernos un cambio en sus políticas. El Paro Técnico que realizaremos semanalmente es una forma de expresarles que no aceptaremos la desaparición de la universidad pública Por todo ello, exigimos la retirada de las leyes y decretos que castigan a las universidades y a los empleados públicos.

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Trabajadores de la Universidad de Granada (UGR) protagonizan un nuevo paro técnico en protesta por los recortes. Critican las medidas del Ministerio de Educación, de la Junta y tampoco se olvidan, de señalar de nuevo de forma directa, al equipo de gobierno de la institución universitaria granadina. La protesta ha sido, en este caso, en la Facultad de Ciencias de la Educación.

Durante la concentración se procedió a la lectura de un manifiesto por parte del profesor de la facultad, Jorge Expósito, secretario del comité de empresa del PDI.
La próxima semana la concentración se realizará de nuevo, en las puertas de la Delegación Provincial de la Junta de Andalucía, para protestar contra el recorte del 5% y la congelación de las plazas del profesorado, según informó FTE-UGT.
Esta protesta está dirigida contra «los abusos del gobierno del PP en su campaña contra todo lo público, en especial contra las universidades, que nos está conduciendo a una situación crítica a los trabajadores universitarios».
El paro técnico, también se dirige contra el Gobierno andaluz que además de «venir bloqueando la promoción y estabilización del profesorado, ahora impone a todos los empleados públicos universitarios a través de la Ley 3/2012 del 21 de septiembre, de medidas fiscales, administrativas, laborales y en materia de hacienda pública para el reequilibrio económico-financiero de la Junta de Andalucía, un nuevo recorte del 5% de las retribuciones periódicas integras anuales».
También, es una llamada de «rectificación al gobierno de la UGR, que no siempre ha estado al lado de los trabajadores, no entendemos su presteza en la aplicación de los decretos y leyes de recortes desde enero del 2012. La sobrecarga horaria del profesorado, y, últimamente, lo ocurrido con el recorte en la paga de diciembre de los investigadores, son síntomas de que ése no es el camino. Le instamos a que se coloque al lado de los trabajadores en defensa de la universidad pública».

A continuación el manifiesto que se ha leído esta mañana:

Manifiesto en defensa de la universidad pública

Desde diciembre de 2011 los sucesivos decretos-leyes del Gobierno Central han supuesto una agresión frontal contra la Universidad como servicio público. Las consecuencias son evidentes: la congelación de las plantillas y el bloqueo de las promociones del profesorado y del PAS, el aumento de la jornada laboral, el despido libre, la sobrecarga horaria del profesorado; y, en los estudiantes, el incremento de tasas y la reducción de las becas.
Ahora el gobierno andaluz a través de la Ley 3/2012 del 21 de septiembre, de Medidas Fiscales, Administrativas, Laborales y en materia de Hacienda Pública para el reequilibrio económico-financiero de la Junta de Andalucía, nos impone un nuevo recorte del 5% de las retribuciones periódicas integras anuales a los empleados públicos de Andalucía, y entre ellos, a los de las Universidades Andaluzas. El gobierno andaluz se convierte así en cómplice del gobierno del Partido Popular.
El gobierno de la UGR no siempre está al lado de los trabajadores, su presteza en la aplicación de los decretos es muy sintomática, como ha mostrado desde enero del 2012, con la imposición de la sobrecarga horaria al profesorado y recientemente con el recorte de la paga de diciembre a los investigadores.
Lo que se está pretendiendo con tanta medida de austeridad, y aún falta por venir la futura ley de universidades del ministro Wert, es eliminar las universidades públicas privatizando sus servicios y volver a las universidades elitistas del pasado.
Ante esta situación los empleados públicos universitarios tenemos que dar una respuesta firme, de rechazo apoyando las medidas de protesta y exigiendo a los gobiernos un cambio en sus políticas. El Paro Técnico que realizaremos semanalmente es una forma de expresarles que no aceptaremos la desaparición de la universidad pública Por todo ello, exigimos la retirada de las leyes y decretos que castigan a las universidades y a los empleados públicos.

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Investigadores de la Universidad de Granada han desarrollado la primera guía clínica dirigida a médicos y pacientes sobre el Síndrome de Insensibilidad Androgénica, una enfermedad rara que se da cuando la persona tiene una apariencia externa de mujer pero una dotación genética masculina.
Este síndrome, que afecta a una de cada 2.000 personas, se caracteriza por la resistencia de los tejidos diana a la acción de las hormonas masculinas, lo que impide en individuos cuyos cromosomas los definen como varón el desarrollo masculino normal de sus genitales internos y externos, ha informado hoy la Universidad de Granada.
Se trata de un trastorno causado por una mutación en el gen que codifica el receptor de andrógenos.
El diagnóstico se confirma con la determinación de esta mutación, y el modo de herencia es recesivo ligado al sexo, es decir, lo transmiten las mujeres y lo padecen los varones.
Los investigadores han estudiado los datos clínicos y epidemiológicos más significativos del Síndrome de Insensibilidad Androgénica en una revisión publicada en el último número de la revista «Gynecological Endocrinology».
En la guía para pacientes se incluyen los protocolos de seguimiento necesarios desde el nacimiento, la infancia y la adolescencia, hasta el período de adulto, además de hojas informativas para pacientes.
Este síndrome se manifiesta clínicamente de forma muy variable, de modo que puede haber varones con rasgos normales pero con alteraciones espermáticas que producen esterilidad, o individuos con aspecto de mujer pero sin reglas ni órganos internos femeninos.
Otras veces, los pacientes nacen con ambigüedad sexual, lo que requiere de un diagnóstico lo más preciso y precoz posible para asignar el sexo y planificar los tratamientos posibles.
Según Nicolás Mendoza, investigador del departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Granada y uno de los autores del estudio, el tratamiento de cualquier forma de este síndrome se fundamenta en tres pilares.
El primero, explica, es el refuerzo de la identidad sexual, en el que es frecuente la colaboración de otros profesionales, fundamentalmente psicólogos.
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Investigadores de la Universidad de Granada han desarrollado la primera guía clínica dirigida a médicos y pacientes sobre el Síndrome de Insensibilidad Androgénica, una enfermedad rara que se da cuando la persona tiene una apariencia externa de mujer pero una dotación genética masculina.
Este síndrome, que afecta a una de cada 2.000 personas, se caracteriza por la resistencia de los tejidos diana a la acción de las hormonas masculinas, lo que impide en individuos cuyos cromosomas los definen como varón el desarrollo masculino normal de sus genitales internos y externos, ha informado hoy la Universidad de Granada.
Se trata de un trastorno causado por una mutación en el gen que codifica el receptor de andrógenos.
El diagnóstico se confirma con la determinación de esta mutación, y el modo de herencia es recesivo ligado al sexo, es decir, lo transmiten las mujeres y lo padecen los varones.
Los investigadores han estudiado los datos clínicos y epidemiológicos más significativos del Síndrome de Insensibilidad Androgénica en una revisión publicada en el último número de la revista «Gynecological Endocrinology».
En la guía para pacientes se incluyen los protocolos de seguimiento necesarios desde el nacimiento, la infancia y la adolescencia, hasta el período de adulto, además de hojas informativas para pacientes.
Este síndrome se manifiesta clínicamente de forma muy variable, de modo que puede haber varones con rasgos normales pero con alteraciones espermáticas que producen esterilidad, o individuos con aspecto de mujer pero sin reglas ni órganos internos femeninos.
Otras veces, los pacientes nacen con ambigüedad sexual, lo que requiere de un diagnóstico lo más preciso y precoz posible para asignar el sexo y planificar los tratamientos posibles.
Según Nicolás Mendoza, investigador del departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Granada y uno de los autores del estudio, el tratamiento de cualquier forma de este síndrome se fundamenta en tres pilares.
El primero, explica, es el refuerzo de la identidad sexual, en el que es frecuente la colaboración de otros profesionales, fundamentalmente psicólogos.
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