Científicos de la Universidad de Granada (UGR) han diseñado un nuevo sistema informático que permite determinar el nivel de ruido que soportará en el futuro una calle, o cualquier zona de nueva urbanización de una ciudad. Esta nueva técnica permite averiguar, además, con qué frecuencia se producirán los ruidos y, por lo tanto, las molestias que soportarán los vecinos, una información de gran interés para las personas interesadas, por ejemplo, en comprar una vivienda.

Este sistema mejora todos los modelos matemáticos tradicionales que se han empleado hasta la fecha. Permite predecir el nivel de ruido mediante la introducción de diferentes datos del entorno (tipo de vía, estado del firme, velocidad media de los vehículos, presencia de obras en la zona, etcétera), con un 95 por ciento de fiabilidad. Los investigadores de la UGR están trabajando en la actualidad para reducir el número de variables necesarias, y confían en que pronto sean necesarias un número más reducido de ellas para averiguar correctamente el nivel de ruido.

El grupo de investigación ‘Razonamiento Aproximado e Inteligencia Artificial’ está formado por científicos de los departamentos de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, Ingeniería Civil y Física Aplicada de la Universidad de Granada. Su trabajo, consistente en la aplicación de las redes neuronales al análisis y predicción de ruido urbano, ha supuesto «un importante avance en el panorama actual de modelos predictivos de ruido ambiental», y facilitará la construcción de mapas de ruidos urbanos en las ciudades.

El ruido es un problema global, clasificado como contaminante por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los planificadores urbanos «necesitan herramientas que les permitan evaluar el grado de contaminación acústica de una ciudad», explica Natalia Genaro García, una de las autoras del trabajo, y «aunque los científicos de muchos países han modelado el ruido urbano, utilizando una amplia gama de enfoques, los resultados no han sido los esperados».

Para desarrollar este sistema, los científicos de la UGR analizaron datos del ruido urbano de la ciudad de Granada, tomados durante el año 2007, aunque en la actualidad están analizando datos de otras ciudades «para validar de forma más amplia el modelo». Hasta la fecha, sólo se han empleado modelos predictivos de ruido urbano basados en métodos matemáticos tradicionales, que predicen el nivel de ruido a partir de unas determinadas variables. «La aplicación de métodos de Soft Computing al análisis y predicción de ruido urbano es un campo hasta ahora prácticamente inexplorado, –destaca Natalia Genaro– del que apenas existe literatura científica al respecto».

Además de Natalia Genaro, en este proyecto participan los profesores de la Universidad de Granada Ignacio Requena Ramos (catedrático del departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial); Montserrat Zamorano Toro (catedrática de Ingeniería Civil); Ángel Ramos Ridao (departamento de Ingeniería Civil) y Diego Pablo Ruiz Padillo y Antonio Torija Martínez (del departamento de Física Aplicada).

Parte de los resultados de esta investigación han sido publicados en las revistas ‘Building and Environment’, ‘The Journal of the Acoustical Society of America’ y ‘New Trends on Intelligent Systems and Soft Computing’, entre otras.

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Científicos de la Universidad de Granada (UGR) han diseñado un nuevo sistema informático que permite determinar el nivel de ruido que soportará en el futuro una calle, o cualquier zona de nueva urbanización de una ciudad. Esta nueva técnica permite averiguar, además, con qué frecuencia se producirán los ruidos y, por lo tanto, las molestias que soportarán los vecinos, una información de gran interés para las personas interesadas, por ejemplo, en comprar una vivienda.

Este sistema mejora todos los modelos matemáticos tradicionales que se han empleado hasta la fecha. Permite predecir el nivel de ruido mediante la introducción de diferentes datos del entorno (tipo de vía, estado del firme, velocidad media de los vehículos, presencia de obras en la zona, etcétera), con un 95 por ciento de fiabilidad. Los investigadores de la UGR están trabajando en la actualidad para reducir el número de variables necesarias, y confían en que pronto sean necesarias un número más reducido de ellas para averiguar correctamente el nivel de ruido.

El grupo de investigación ‘Razonamiento Aproximado e Inteligencia Artificial’ está formado por científicos de los departamentos de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, Ingeniería Civil y Física Aplicada de la Universidad de Granada. Su trabajo, consistente en la aplicación de las redes neuronales al análisis y predicción de ruido urbano, ha supuesto «un importante avance en el panorama actual de modelos predictivos de ruido ambiental», y facilitará la construcción de mapas de ruidos urbanos en las ciudades.

El ruido es un problema global, clasificado como contaminante por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los planificadores urbanos «necesitan herramientas que les permitan evaluar el grado de contaminación acústica de una ciudad», explica Natalia Genaro García, una de las autoras del trabajo, y «aunque los científicos de muchos países han modelado el ruido urbano, utilizando una amplia gama de enfoques, los resultados no han sido los esperados».

Para desarrollar este sistema, los científicos de la UGR analizaron datos del ruido urbano de la ciudad de Granada, tomados durante el año 2007, aunque en la actualidad están analizando datos de otras ciudades «para validar de forma más amplia el modelo». Hasta la fecha, sólo se han empleado modelos predictivos de ruido urbano basados en métodos matemáticos tradicionales, que predicen el nivel de ruido a partir de unas determinadas variables. «La aplicación de métodos de Soft Computing al análisis y predicción de ruido urbano es un campo hasta ahora prácticamente inexplorado, –destaca Natalia Genaro– del que apenas existe literatura científica al respecto».

Además de Natalia Genaro, en este proyecto participan los profesores de la Universidad de Granada Ignacio Requena Ramos (catedrático del departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial); Montserrat Zamorano Toro (catedrática de Ingeniería Civil); Ángel Ramos Ridao (departamento de Ingeniería Civil) y Diego Pablo Ruiz Padillo y Antonio Torija Martínez (del departamento de Física Aplicada).

Parte de los resultados de esta investigación han sido publicados en las revistas ‘Building and Environment’, ‘The Journal of the Acoustical Society of America’ y ‘New Trends on Intelligent Systems and Soft Computing’, entre otras.

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Un total de 301 alumnos del tercer curso de la licenciatura de Medicina de la Universidad de Granada (UGR) se evalúan hasta este jueves, 31 de mayo, de la asignatura de patología general en el Complejo Multifuncional Avanzado de Simulación e Innovación Tecnológica (CMAT), sede de Iavante en Granada. En estas pruebas prácticas, los participantes ponen a prueba los conocimientos y habilidades adquiridos hasta la fecha y concluir, así, las prácticas de la asignatura realizadas durante el curso en el laboratorio de habilidades de la Facultad de Medicina.

Los participantes se enfrentan a cuatro casos diferentes entre los que se encuentra uno de interpretación de analíticas y electrocardiograma, una reanimación cardiopulmonar básica, una auscultación cardiaca y respiratoria y un caso de radiología de tórax. Este formato de evaluación incorpora diversos instrumentos de evaluación y se desarrolla a lo largo de sucesivas estaciones que simulan situaciones clínicas de la realidad cotidiana a la que se enfrentan los profesionales sanitarios. La potencia de este modelo radica en la mezcla de métodos de evaluación que evidencian de forma objetiva si el alumno tiene el conocimiento y sabe aplicarlo.

Los alumnos se someterán de forma rotatoria a cada una de las cuatro estaciones de las que se compone el circuito, en este caso duplicadas, para agilizar la prueba, dedicando ocho minutos al desarrollo de cada caso y tres minutos más para facilitar el cambio a la siguiente estación y poder leer una descripción breve del caso.

Las pruebas se realizan en los escenarios de los que dispone la Fundación Iavante en CMAT, reproduciendo los entornos sanitarios, como una sala de cuidados críticos y consultas con un alto grado de realismo. Una vez en el escenario, el alumnado debe atender a su paciente, maniquíes o robots en este caso, que reproducen las reacciones humanas. En cada estación se encuentra un evaluador encargado de anotar las competencias que el alumno demuestra tener o no, lo que le servirá en el futuro para reforzar la formación en esas carencias. Todas las pruebas son grabadas como documento de análisis y aprendizaje posterior para los docentes, alumnos y personal de ambas instituciones, además de asegurar la objetividad del ejercicio.

Esta es la segunda vez que Iavante colabora con la Universidad de Granada para desarrollar este tipo de pruebas de evaluación en la que se utiliza la simulación para medir las habilidades de los alumnos. Los resultados de la edición anterior fueron muy positivos tanto para los alumnos como para los docentes y evaluadores, que manifestaron un alto grado de satisfacción. Estos buenos resultados han dado como fruto la planificación de futuras colaboraciones entre la Fundación Iavante y la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada para extender esta colaboración a otras asignaturas de la licenciatura en los próximos años.

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Un total de 301 alumnos del tercer curso de la licenciatura de Medicina de la Universidad de Granada (UGR) se evalúan hasta este jueves, 31 de mayo, de la asignatura de patología general en el Complejo Multifuncional Avanzado de Simulación e Innovación Tecnológica (CMAT), sede de Iavante en Granada. En estas pruebas prácticas, los participantes ponen a prueba los conocimientos y habilidades adquiridos hasta la fecha y concluir, así, las prácticas de la asignatura realizadas durante el curso en el laboratorio de habilidades de la Facultad de Medicina.

Los participantes se enfrentan a cuatro casos diferentes entre los que se encuentra uno de interpretación de analíticas y electrocardiograma, una reanimación cardiopulmonar básica, una auscultación cardiaca y respiratoria y un caso de radiología de tórax. Este formato de evaluación incorpora diversos instrumentos de evaluación y se desarrolla a lo largo de sucesivas estaciones que simulan situaciones clínicas de la realidad cotidiana a la que se enfrentan los profesionales sanitarios. La potencia de este modelo radica en la mezcla de métodos de evaluación que evidencian de forma objetiva si el alumno tiene el conocimiento y sabe aplicarlo.

Los alumnos se someterán de forma rotatoria a cada una de las cuatro estaciones de las que se compone el circuito, en este caso duplicadas, para agilizar la prueba, dedicando ocho minutos al desarrollo de cada caso y tres minutos más para facilitar el cambio a la siguiente estación y poder leer una descripción breve del caso.

Las pruebas se realizan en los escenarios de los que dispone la Fundación Iavante en CMAT, reproduciendo los entornos sanitarios, como una sala de cuidados críticos y consultas con un alto grado de realismo. Una vez en el escenario, el alumnado debe atender a su paciente, maniquíes o robots en este caso, que reproducen las reacciones humanas. En cada estación se encuentra un evaluador encargado de anotar las competencias que el alumno demuestra tener o no, lo que le servirá en el futuro para reforzar la formación en esas carencias. Todas las pruebas son grabadas como documento de análisis y aprendizaje posterior para los docentes, alumnos y personal de ambas instituciones, además de asegurar la objetividad del ejercicio.

Esta es la segunda vez que Iavante colabora con la Universidad de Granada para desarrollar este tipo de pruebas de evaluación en la que se utiliza la simulación para medir las habilidades de los alumnos. Los resultados de la edición anterior fueron muy positivos tanto para los alumnos como para los docentes y evaluadores, que manifestaron un alto grado de satisfacción. Estos buenos resultados han dado como fruto la planificación de futuras colaboraciones entre la Fundación Iavante y la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada para extender esta colaboración a otras asignaturas de la licenciatura en los próximos años.

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La Feria de Muestras de Armilla (Fermasa) ofrecerá sus instalaciones a entidades como el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud (PTS), la Universidad de Granada y el colectivo empresarial para «alejarse» de un modelo de ferias estacionales carente de rentabilidad económica o «valor social».

Así lo ha anunciado hoy el alcalde de Armilla (Granada) y presidente de Fermasa, Antonio Ayllón (PP), que ha ofrecido una rueda de prensa para aclarar la situación actual de esta empresa municipal y definir los objetivos que se marca su actual dirección.

Ayllón, que ha desmentido los que considera datos «erróneos y falsos» sobre Fermasa por parte del PSOE y un sindicato, ha señalado que el nuevo modelo que se plantea para el recinto ferial está «alejado» de especulaciones urbanísticas y de proyectos «sobredimensionados e inviables económicamente».

El regidor ha responsabilizado al anterior gobierno local del PSOE de la situación económica derivada en la empresa y se ha marcado como objetivo la «supervivencia» de Fermasa por su valor histórico, cultural y social para la localidad.

Por todo ello, plantea alejarse de un modelo ferial «deficitario», que también hace «estragos» en numerosas instituciones feriales de España y abrir las instalaciones a instituciones y entidades a las que ofrecer eventos y espacios expositivos adaptados a sus necesidades.

Según ha informado el Consistorio, los cifras sobre la economía de la empresa avalan la «difícil» situación por la que ya pasaba durante los años de la gestión socialista, de ahí que Ayllón considere que la «quiebra» de Fermasa la gestó el PSOE.

El alcalde ha lamentado además que el número de ferias celebradas disminuyera año a año desde 2008 y ha dicho que la venta de suelo haya sido «práctica habitual» de los distintos gobiernos del Ayuntamiento para hacer frente a las contingencias económicas.

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La Feria de Muestras de Armilla (Fermasa) ofrecerá sus instalaciones a entidades como el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud (PTS), la Universidad de Granada y el colectivo empresarial para «alejarse» de un modelo de ferias estacionales carente de rentabilidad económica o «valor social».

Así lo ha anunciado hoy el alcalde de Armilla (Granada) y presidente de Fermasa, Antonio Ayllón (PP), que ha ofrecido una rueda de prensa para aclarar la situación actual de esta empresa municipal y definir los objetivos que se marca su actual dirección.

Ayllón, que ha desmentido los que considera datos «erróneos y falsos» sobre Fermasa por parte del PSOE y un sindicato, ha señalado que el nuevo modelo que se plantea para el recinto ferial está «alejado» de especulaciones urbanísticas y de proyectos «sobredimensionados e inviables económicamente».

El regidor ha responsabilizado al anterior gobierno local del PSOE de la situación económica derivada en la empresa y se ha marcado como objetivo la «supervivencia» de Fermasa por su valor histórico, cultural y social para la localidad.

Por todo ello, plantea alejarse de un modelo ferial «deficitario», que también hace «estragos» en numerosas instituciones feriales de España y abrir las instalaciones a instituciones y entidades a las que ofrecer eventos y espacios expositivos adaptados a sus necesidades.

Según ha informado el Consistorio, los cifras sobre la economía de la empresa avalan la «difícil» situación por la que ya pasaba durante los años de la gestión socialista, de ahí que Ayllón considere que la «quiebra» de Fermasa la gestó el PSOE.

El alcalde ha lamentado además que el número de ferias celebradas disminuyera año a año desde 2008 y ha dicho que la venta de suelo haya sido «práctica habitual» de los distintos gobiernos del Ayuntamiento para hacer frente a las contingencias económicas.

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