SR. Rector, con gran pesar, hemos leído sus declaraciones publicadas ayer en Granada Hoy, declaraciones que no le corresponden por lo que usted representa institucionalmente y por lo que, hasta ahora, pensábamos de su talante personal.

Nos apena que recurra a la sombra de la conspiración cuando habla de los sindicatos, y que podamos confundir sus declaraciones con un reflejo de lo que en otros tiempos hacía nuestro gran dictador cuando hablaba de los judíos y los masones. Esperamos que solo sea un error de expresión.

Lo que ocurrió durante los meses de enero y febrero, a partir de la publicación del Real Decreto-ley 20/2011 de 30 de diciembre de 2011, si fue un montaje lo fue de su gerente, que el día 17 de enero, en el mismo diario que ahora utiliza para demonizar a los representantes de los trabajadores, anunció a bombo y platillo que se paralizaban las contrataciones en la Universidad de Granada. Que reunió a los representantes del PAS y les dijo lo mismo, pero que no reunió a los representantes del PDI que tuvieron que enterarse de sus medidas por la prensa.

No aceptamos que considere normal que los sindicatos cuestionen al gerente. Muy al contrario, siempre ha existido en nuestra Universidad un diálogo constante y fluido con la Gerencia, que ahora, por primera vez, se ha truncado. No hay que irse muy lejos, las relaciones con el anterior gerente, nuestro malogrado Floro, no son comparables en ningún sentido con las que existen actualmente. ¿No será que el actual gerente no ha entendido todavía lo que significa diálogo, acuerdos y negociación colectiva? ¿No será que por torpeza o por «impulso vital» trata por todos los medios de ningunear a los representantes de los trabajadores?

Lo que ocurrió en febrero es que, gracias a la presión de las organizaciones sindicales, se desbloquearon los contratos de sustitución, los de promoción, los contratos asociados a proyectos, los del Plan de Estabilización para Investigadores, las titularidades y las cátedras. Si hubiera sido por el gerente, nos habríamos convertido en la Universidad ejemplar para el Partido Popular, la primera en reducción de plantilla y despidos. Por tanto, no hay nada de ficción en lo que ocurrió, fue todo tremendamente real, parece, pues, que no le informaron adecuadamente, o lo que sería más grave estaba usted muy bien informado.

Hoy nos encontramos con un problema similar, como consecuencia del Real Decreto 14/2012 de 20 de abril, y las respuestas que están dando tiene la misma música que las que ofrecieron con el anterior decreto. Ahora está usted al frente, tiene la ocasión de demostrar que lo de su gerente fue consecuencia de un vacío transitorio de poder.

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SR. Rector, con gran pesar, hemos leído sus declaraciones publicadas ayer en Granada Hoy, declaraciones que no le corresponden por lo que usted representa institucionalmente y por lo que, hasta ahora, pensábamos de su talante personal.

Nos apena que recurra a la sombra de la conspiración cuando habla de los sindicatos, y que podamos confundir sus declaraciones con un reflejo de lo que en otros tiempos hacía nuestro gran dictador cuando hablaba de los judíos y los masones. Esperamos que solo sea un error de expresión.

Lo que ocurrió durante los meses de enero y febrero, a partir de la publicación del Real Decreto-ley 20/2011 de 30 de diciembre de 2011, si fue un montaje lo fue de su gerente, que el día 17 de enero, en el mismo diario que ahora utiliza para demonizar a los representantes de los trabajadores, anunció a bombo y platillo que se paralizaban las contrataciones en la Universidad de Granada. Que reunió a los representantes del PAS y les dijo lo mismo, pero que no reunió a los representantes del PDI que tuvieron que enterarse de sus medidas por la prensa.

No aceptamos que considere normal que los sindicatos cuestionen al gerente. Muy al contrario, siempre ha existido en nuestra Universidad un diálogo constante y fluido con la Gerencia, que ahora, por primera vez, se ha truncado. No hay que irse muy lejos, las relaciones con el anterior gerente, nuestro malogrado Floro, no son comparables en ningún sentido con las que existen actualmente. ¿No será que el actual gerente no ha entendido todavía lo que significa diálogo, acuerdos y negociación colectiva? ¿No será que por torpeza o por «impulso vital» trata por todos los medios de ningunear a los representantes de los trabajadores?

Lo que ocurrió en febrero es que, gracias a la presión de las organizaciones sindicales, se desbloquearon los contratos de sustitución, los de promoción, los contratos asociados a proyectos, los del Plan de Estabilización para Investigadores, las titularidades y las cátedras. Si hubiera sido por el gerente, nos habríamos convertido en la Universidad ejemplar para el Partido Popular, la primera en reducción de plantilla y despidos. Por tanto, no hay nada de ficción en lo que ocurrió, fue todo tremendamente real, parece, pues, que no le informaron adecuadamente, o lo que sería más grave estaba usted muy bien informado.

Hoy nos encontramos con un problema similar, como consecuencia del Real Decreto 14/2012 de 20 de abril, y las respuestas que están dando tiene la misma música que las que ofrecieron con el anterior decreto. Ahora está usted al frente, tiene la ocasión de demostrar que lo de su gerente fue consecuencia de un vacío transitorio de poder.

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El autor del personaje ‘Blacksad’, que ha vendido millones de cómics en todo el mundo, imparte una conferencia sobre el mundo de la animación en 3D

Se ha convertido en uno de los grandes embajadores del cómic español en todo el mundo. Y es, sencillamente, porque se trata de uno de los más brillantes. Juanjo Guarnido, nacido en Granada en 1967, aunque salobreñero de adopción, ha trabajado para compañías como Walt Disney, en cine, o Dargaud, en cómic. Con Walt Disney formó parte del equipo que hizo la película Tarzán (el fue el principal animador del personaje Sabor, el guepardo, en 1993). Junto al guionista Juan Díaz Canales, creó, en el año 2000, uno de los personajes más relevantes del universo del cómic: Blacksad, para el que está preparando ya su quinto libro. De su taller de trabajo en París regresó ayer a Granada para ofrecer la conferencia La animación: artesanía y arte, dentro del máster de Animación en 3D de Personajes, organizado por la Universidad de Granada y Kandor Graphics. Y fue magistral.

«La verdad es que es increíble que una productora como Kandor Graphics, que está despuntando a nivel mundial, sea de Granada. Eso debe ser un orgullo para todos», comenta el dibujante, cuyo primer trabajo para la serie Blacksad Quelque part entre les ombres (‘Algún lugar entre las sombras’), publicado en Francia, vendió miles y miles de copias y enseguida se hizo con millones de seguidores. «Lo que es cierto es que, en el mundo de la animación, en Granada hay un grandísimo nivel».

«Quiero hablar en mi conferencia de cómo veo yo el oficio de animador de películas, y de la experiencia de lo que es trabajar en una película de esas características», comenta.

Y es que hacer una película en 3D es mucho más complicado de lo que la gente imagina. Un minuto de cinta puede requerir hasta varios días de trabajo. «O de semanas, o meses, o incluso años», interrumpe Juanjo Guarnido. «Sobre todo en el 3D, en que un minuto requiere mucha programación. Hay que tener en cuenta que una película se hace a partir de diferentes departamentos de trabajo, de muchísimos. Unos que se dedican al movimiento, otros al coloreado, al movimiento de cámara, a la ambientación, a la textura atmosférica. Todo se hace escena por escena, y cada escena pasa por un departamento. La animación por ordenador tiene que pasar por muchísimos departamentos. Por eso, una película de esas características tiene que estar perfectamente organizada y planteada desde el principio. La película se organiza entera. No se improvisa nada».

Luego añade: «Cada imagen tiene que tener diferentes estudios respecto al movimiento de la cámara, los personajes. Y después hay que estudiar los movimientos que de los objetos que no son los personajes. Al final, la puesta en color de una película en 3D es una parte mínima. Hay cosas mucho más complejas como la iluminación o los elementos atmosféricos».

¿Cómo se siente mejor Juanjo Guarnido a la hora de trabajar: como animador de una película o como creador de cómics? «Son dos universos completamente distintos. Pero me gustan los dos por igual. Y requieren formas de trabajar diferentes. En una película tienes la satisfacción de trabajar en equipo. A mí la animación me encanta y me divierto mucho con ella. En cuando al cómic, es un trabajo individual. Trabajas con tu propio guionista y puedes tener toda la libertad. Estás creando tu propia historia y puedes hacer lo que desees».

Juanjo Guarnido trabaja mano a mano con el guionista de Blacksad Juan Díaz Canales. ¿Nunca ha sentido la tentación de hacer él sus propios guiones o prefiere ser como esos grupos de rock en los que uno escribe la música y otro hace la letra? «Bueno, también ha músicos que hacen la música y la letra», responde. «Algún día me apetecería hacer algo así para tener total libertad, pero entre todos los proyectos que tengo, realmente no doy abasto. Me aparece hacer algo solo, pero no tengo prisa. Me gusta, de todos modos, apoyarme en los escritos de otros. Tengo algunas ideas por ahí y tal vez las haga algún día».

Juanjo Guarnido habló de todas sus experiencias en el mundo del 3D, relató anécdotas y, pese a ser uno de los dibujantes más reconocidos en el mundo, se mostró humilde y cooperador. Sabía que entre los asistentes hay futuros genios que, como él, harán del mundo de la fantasía y la gran pantalla una de las grandes referencias artísticas.

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El autor del personaje ‘Blacksad’, que ha vendido millones de cómics en todo el mundo, imparte una conferencia sobre el mundo de la animación en 3D

Se ha convertido en uno de los grandes embajadores del cómic español en todo el mundo. Y es, sencillamente, porque se trata de uno de los más brillantes. Juanjo Guarnido, nacido en Granada en 1967, aunque salobreñero de adopción, ha trabajado para compañías como Walt Disney, en cine, o Dargaud, en cómic. Con Walt Disney formó parte del equipo que hizo la película Tarzán (el fue el principal animador del personaje Sabor, el guepardo, en 1993). Junto al guionista Juan Díaz Canales, creó, en el año 2000, uno de los personajes más relevantes del universo del cómic: Blacksad, para el que está preparando ya su quinto libro. De su taller de trabajo en París regresó ayer a Granada para ofrecer la conferencia La animación: artesanía y arte, dentro del máster de Animación en 3D de Personajes, organizado por la Universidad de Granada y Kandor Graphics. Y fue magistral.

«La verdad es que es increíble que una productora como Kandor Graphics, que está despuntando a nivel mundial, sea de Granada. Eso debe ser un orgullo para todos», comenta el dibujante, cuyo primer trabajo para la serie Blacksad Quelque part entre les ombres (‘Algún lugar entre las sombras’), publicado en Francia, vendió miles y miles de copias y enseguida se hizo con millones de seguidores. «Lo que es cierto es que, en el mundo de la animación, en Granada hay un grandísimo nivel».

«Quiero hablar en mi conferencia de cómo veo yo el oficio de animador de películas, y de la experiencia de lo que es trabajar en una película de esas características», comenta.

Y es que hacer una película en 3D es mucho más complicado de lo que la gente imagina. Un minuto de cinta puede requerir hasta varios días de trabajo. «O de semanas, o meses, o incluso años», interrumpe Juanjo Guarnido. «Sobre todo en el 3D, en que un minuto requiere mucha programación. Hay que tener en cuenta que una película se hace a partir de diferentes departamentos de trabajo, de muchísimos. Unos que se dedican al movimiento, otros al coloreado, al movimiento de cámara, a la ambientación, a la textura atmosférica. Todo se hace escena por escena, y cada escena pasa por un departamento. La animación por ordenador tiene que pasar por muchísimos departamentos. Por eso, una película de esas características tiene que estar perfectamente organizada y planteada desde el principio. La película se organiza entera. No se improvisa nada».

Luego añade: «Cada imagen tiene que tener diferentes estudios respecto al movimiento de la cámara, los personajes. Y después hay que estudiar los movimientos que de los objetos que no son los personajes. Al final, la puesta en color de una película en 3D es una parte mínima. Hay cosas mucho más complejas como la iluminación o los elementos atmosféricos».

¿Cómo se siente mejor Juanjo Guarnido a la hora de trabajar: como animador de una película o como creador de cómics? «Son dos universos completamente distintos. Pero me gustan los dos por igual. Y requieren formas de trabajar diferentes. En una película tienes la satisfacción de trabajar en equipo. A mí la animación me encanta y me divierto mucho con ella. En cuando al cómic, es un trabajo individual. Trabajas con tu propio guionista y puedes tener toda la libertad. Estás creando tu propia historia y puedes hacer lo que desees».

Juanjo Guarnido trabaja mano a mano con el guionista de Blacksad Juan Díaz Canales. ¿Nunca ha sentido la tentación de hacer él sus propios guiones o prefiere ser como esos grupos de rock en los que uno escribe la música y otro hace la letra? «Bueno, también ha músicos que hacen la música y la letra», responde. «Algún día me apetecería hacer algo así para tener total libertad, pero entre todos los proyectos que tengo, realmente no doy abasto. Me aparece hacer algo solo, pero no tengo prisa. Me gusta, de todos modos, apoyarme en los escritos de otros. Tengo algunas ideas por ahí y tal vez las haga algún día».

Juanjo Guarnido habló de todas sus experiencias en el mundo del 3D, relató anécdotas y, pese a ser uno de los dibujantes más reconocidos en el mundo, se mostró humilde y cooperador. Sabía que entre los asistentes hay futuros genios que, como él, harán del mundo de la fantasía y la gran pantalla una de las grandes referencias artísticas.

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El autor del personaje ‘Blacksad’, que ha vendido millones de cómics en todo el mundo, imparte una conferencia sobre el mundo de la animación en 3D

Se ha convertido en uno de los grandes embajadores del cómic español en todo el mundo. Y es, sencillamente, porque se trata de uno de los más brillantes. Juanjo Guarnido, nacido en Granada en 1967, aunque salobreñero de adopción, ha trabajado para compañías como Walt Disney, en cine, o Dargaud, en cómic. Con Walt Disney formó parte del equipo que hizo la película Tarzán (el fue el principal animador del personaje Sabor, el guepardo, en 1993). Junto al guionista Juan Díaz Canales, creó, en el año 2000, uno de los personajes más relevantes del universo del cómic: Blacksad, para el que está preparando ya su quinto libro. De su taller de trabajo en París regresó ayer a Granada para ofrecer la conferencia La animación: artesanía y arte, dentro del máster de Animación en 3D de Personajes, organizado por la Universidad de Granada y Kandor Graphics. Y fue magistral.

«La verdad es que es increíble que una productora como Kandor Graphics, que está despuntando a nivel mundial, sea de Granada. Eso debe ser un orgullo para todos», comenta el dibujante, cuyo primer trabajo para la serie Blacksad Quelque part entre les ombres (‘Algún lugar entre las sombras’), publicado en Francia, vendió miles y miles de copias y enseguida se hizo con millones de seguidores. «Lo que es cierto es que, en el mundo de la animación, en Granada hay un grandísimo nivel».

«Quiero hablar en mi conferencia de cómo veo yo el oficio de animador de películas, y de la experiencia de lo que es trabajar en una película de esas características», comenta.

Y es que hacer una película en 3D es mucho más complicado de lo que la gente imagina. Un minuto de cinta puede requerir hasta varios días de trabajo. «O de semanas, o meses, o incluso años», interrumpe Juanjo Guarnido. «Sobre todo en el 3D, en que un minuto requiere mucha programación. Hay que tener en cuenta que una película se hace a partir de diferentes departamentos de trabajo, de muchísimos. Unos que se dedican al movimiento, otros al coloreado, al movimiento de cámara, a la ambientación, a la textura atmosférica. Todo se hace escena por escena, y cada escena pasa por un departamento. La animación por ordenador tiene que pasar por muchísimos departamentos. Por eso, una película de esas características tiene que estar perfectamente organizada y planteada desde el principio. La película se organiza entera. No se improvisa nada».

Luego añade: «Cada imagen tiene que tener diferentes estudios respecto al movimiento de la cámara, los personajes. Y después hay que estudiar los movimientos que de los objetos que no son los personajes. Al final, la puesta en color de una película en 3D es una parte mínima. Hay cosas mucho más complejas como la iluminación o los elementos atmosféricos».

¿Cómo se siente mejor Juanjo Guarnido a la hora de trabajar: como animador de una película o como creador de cómics? «Son dos universos completamente distintos. Pero me gustan los dos por igual. Y requieren formas de trabajar diferentes. En una película tienes la satisfacción de trabajar en equipo. A mí la animación me encanta y me divierto mucho con ella. En cuando al cómic, es un trabajo individual. Trabajas con tu propio guionista y puedes tener toda la libertad. Estás creando tu propia historia y puedes hacer lo que desees».

Juanjo Guarnido trabaja mano a mano con el guionista de Blacksad Juan Díaz Canales. ¿Nunca ha sentido la tentación de hacer él sus propios guiones o prefiere ser como esos grupos de rock en los que uno escribe la música y otro hace la letra? «Bueno, también ha músicos que hacen la música y la letra», responde. «Algún día me apetecería hacer algo así para tener total libertad, pero entre todos los proyectos que tengo, realmente no doy abasto. Me aparece hacer algo solo, pero no tengo prisa. Me gusta, de todos modos, apoyarme en los escritos de otros. Tengo algunas ideas por ahí y tal vez las haga algún día».

Juanjo Guarnido habló de todas sus experiencias en el mundo del 3D, relató anécdotas y, pese a ser uno de los dibujantes más reconocidos en el mundo, se mostró humilde y cooperador. Sabía que entre los asistentes hay futuros genios que, como él, harán del mundo de la fantasía y la gran pantalla una de las grandes referencias artísticas.

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