La subida o no de las tasas de la matrícula universitaria para el próximo curso todavía es un enigma. El Gobierno central incluyó en su plan de ajuste esta medida con incrementos que oscilan entre el 15 y el 25% de los precios pero la Junta de Andalucía no sabe todavía como se va a aplicar. Las que sí se han manifestado han sido las universidades, en contra de la medida por injusta.
De hecho, la Universidad de Granada no va a subir sus tasas a no ser que se lo imponga la Junta de Andalucía. Así lo confirmó ayer el gerente de la UGR, Andrés Navarro, quien dejó claro que «sólo subiremos los precios públicos de matricula si la Junta nos obliga porque la Universidad de Granada está saneada, no tiene déficit». Además, dijo no tener todavía noticias de la decisión de la Junta sobre este tema aunque reconoció que en el Plan económico-financiero de reequilibrio de la Junta de Andalucía 2012-2014 «dice que las universidades andaluzas tienen que ahorrar 130 millones de euros pero no dice nada en el capítulo de precios públicos».
Por su parte, la Junta de Andalucía todavía sigue sin saber qué hará al respecto. Según confirmó ayer la delegada del Gobierno de la Junta en Granada, María José Sánchez, «la Junta todavía no ha recibido» desde el Gobierno el documento que explique y detalle la aplicación de los recortes educativos aprobados el pasado viernes en el Congreso. «Una vez que se reciba y que se analice se mandará a las universidades para que hagan sus propuestas y se negociará las tasas, que se aprueban por el Gobierno de la Junta de Andalucía». Lo que sí garantizó es que la idea de la Administración es «garantizar la igualdad de oportunidades».
Será la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo la que tenga que negociar esa subida de tasas con las universidades andaluzas a pesar de que los rectores ya se han manifestado en contra de la medida.
El propio presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, criticó la subida de tasas hace unos días en una reunión en Málaga con todos los rectores de las universidades andaluzas. «No tiene sentido primero la subida tan fuerte de las tasas para alumnos que tienen becas y que tienen dos o tres convocatorias y que, sin embargo, haya personas que porque tienen recursos económicos pueden tardar 25 años en hacer una carrera. Eso no es justo. Todo el mundo tiene que tener las mismas oportunidades con independencia de los recursos económicos familiares», señaló.
Poco más aclaró Griñán sobre qué van a hacer las universidades, que sigue siendo una incógnita a día de hoy.
Las universidades se escudan en mantener sus precios en que la medida no aparece en el plan de ajuste de la Junta como otras obligaciones e imposiciones recaudatorias de precios públicos como la subida del IRPF o del impuesto de los hidrocarburos. De hecho, en Granada planean ya las matriculaciones, que ya hay en el mes de julio, sin esa subida salvo cambios.
La opción planteada por el Ministerio de Educación de subir entre un 15 y un 25% los precios de matrícula haría que si hasta ahora la media de lo que pagaban por matrícula los universitarios granadinos rondaba los 732 euros, con la subida pasaría a entre 915 y 1.525 euros de media. La subida no se aplica sobre el coste actual de cada matrícula, sino sobre el total de lo que le cuesta un alumno al Estado, que en Andalucía ronda los 6.100 euros.
Los estudiantes de las universidades andaluzas cubren hoy por hoy el 12% del coste real de una plaza, así que si se aplicara una subida del 15%, al estudiante granadino le supondría 915 euros de media en la matrícula, un 25% del gasto; pero si se impone la máxima, del 25%, el abono de 1.525 euros implicaría un 108% respecto a la tasa actual, más del doble de lo que venían pagando hasta ahora.
