Las personas nacidas en la posguerra y en invierno tienen más posibilidad de sufrir esquizofrenia

Las personas nacidas durante la posguerra y durante los meses de invierno tienen más posibilidades de desarrollar esquizofrenia en el comienzo de la edad adulta. Y es que el riesgo de padecer esta enfermedad mental está relacionado con el déficit de vitamina D, que en parte podría explicar la asociación observada entre nacer en invierno y el mayor riesgo de esquizofrenia y también la mayor prevalencia de esta patología detectada en países más al norte, donde hay menos luz solar. Estos son algunos de los resultados de un artículo publicado en la prestigiosa revista Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry por científicos de la Universidad de Granada sobre datos de personas que requirieron hospitalización psiquiátrica entre 1998 y 2006. El estudio confirma que entre quienes padecen esquizofrenia hay una elevada proporción de nacidos en invierno, especialmente en el mes de enero (comparada con la proporción en los otros meses del año). En el estudio ha colaborado el Doctor Francisco Díaz Atienza, del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, junto a investigadores del Departamento de Psiquiatría y del Instituto de Neurociencias (José María Martínez-Ortega, María Dolores Carretero, Luis Gutiérrez-Rojas, Dolores Jurado y Manuel Gurpegui). El objetivo de esta investigación fue comparar las tasas de nacimiento en invierno entre 321 pacientes con esquizofrenia de Granada hospitalizados entre los años 1998 y 2006. Además, se analizó si la proporción de pacientes con esquizofrenia nacidos en invierno se distribuía por igual entre hombres y mujeres; y también si esta proporción fue distinta entre los nacidos durante la posguerra de la guerra civil española (un tiempo caracterizado por una mayor restricción alimentaria) y los nacidos después. El estudio mostró que la diferencia del exceso de nacimientos en invierno entre hombres y mujeres con esquizofrenia fue similar. Estudios previos demuestran que los varones con esquizofrenia nacidos en invierno tienen un comienzo más temprano de la enfermedad, presentan menos antecedentes familiares y nacen con más frecuencia en zonas urbanas. Además, los hombres podrían ser más vulnerables que las mujeres al efecto de complicaciones obstétricas en el segundo trimestre de embarazo, debido a la menor maduración en útero y al mayor número de alteraciones estructurales cerebrales. Al comparar los nacidos durante la posguerra (hasta el año 1959) con los nacidos después, los investigadores observaron que la proporción de nacimientos en invierno en pacientes con esquizofrenia durante el período de posguerra fue del 40 por ciento, significativamente superior al 28 por ciento observado de 1960 a 1986. Mejoría con los cuidados Se especula con que esa diferencia se ha acortado debido a una mejora en los cuidados obstétricos durante el embarazo y a la mejora nutricional materna. Otros estudios han demostrado que hay mayor riesgo de desarrollar esquizofrenia cuando ha habido una privación nutricional prenatal, cuando la madre tiene bajo peso o cuando sufre un déficit de hierro o de vitamina D. «Numerosas investigaciones han demostrado que nacer en invierno en países del hemisferio norte se asocia a una mayor posibilidad de desarrollar esquizofrenia en la edad adulta», explica el investigador José María Martínez Ortega, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Granada, el autor principal de este artículo. Aunque se desconoce el mecanismo que subyace a este hecho, «podría ser sólo una expresión del efecto de diversos agentes ambientales que actúen durante la gestación, tales como complicaciones obstétricas, infecciones virales (en particular durante el segundo trimestre de embarazo) o déficits nutricionales». La hipótesis que se postula es la del neurodesarrollo por la que el cerebro del feto quedaría dañado, pero esa alteración sólo se manifestará cuando el sistema nervioso haya alcanzado un mayor grado de maduración y de complejidad funcional. «Se puede comprender mejor siguiendo el símil de un ordenador infectado por un virus: mientras no se utilicen determinadas funciones, el virus no tiene por qué manifestarse. Algo parecido ocurre con la esquizofrenia, que estaría latente pero no aparecería hasta la edad adulta».
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Las personas nacidas en invierno tienen más riesgo de sufrir esquizofrenia

Las personas nacidas durante la posguerra y durante los meses de invierno tienen más posibilidades de desarrollar esquizofrenia en el comienzo de la edad adulta. Esto es lo que ha revelado un estudio realizado por científicos de la Universidad de Granada. Esta relación causa-efecto podría tener su origen en complicaciones durante el embarazo o en el déficit de vitamina D, ya que en invierno hay menos exposición a la luz solar y, por tanto, menos producción de esta vitamina. UGR/T21.

Las personas nacidas durante la posguerra (considerada hasta el año 1959) y durante los meses de invierno (enero, febrero y marzo) tienen más posibilidades de desarrollar esquizofrenia en el comienzo de la edad adulta.

El riesgo de padecer esta enfermedad mental está relacionado con el déficit de vitamina D, que en parte podría explicar la asociación observada entre nacer en invierno (estación con menos exposición a la luz solar y, por tanto, menor producción de vitamina D) y el mayor riesgo de esquizofrenia; y también la mayor prevalencia de esquizofrenia detectada en países más al norte, donde hay menos luz solar.

Estos son algunos de los resultados de un artículo publicado en la revista Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry por científicos de la Universidad de Granada sobre datos de personas que requirieron hospitalización psiquiátrica entre 1998 y 2006. El estudio confirma que entre quienes padecen esquizofrenia hay una elevada proporción de nacidos en invierno, especialmente en el mes de enero, comparada con la proporción en los otros meses del año.

En el estudio ha colaborado Francisco Díaz Atienza, del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, junto a José María Martínez-Ortega, María Dolores Carretero, Luis Gutiérrez-Rojas, Dolores Jurado y Manuel Gurpegui del Instituto de Neurociencias.

El objetivo de esta investigación fue comparar las tasas de nacimiento en invierno entre 321 pacientes con esquizofrenia de Granada hospitalizados entre los años 1998 y 2006. Además, se analizó si la proporción de pacientes con esquizofrenia nacidos en invierno se distribuía por igual entre hombres y mujeres, y también si esta proporción fue distinta entre los nacidos durante la postguerra de la guerra civil española (un tiempo caracterizado por una mayor restricción alimentaria) y los nacidos después.

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El estudio mostró que la diferencia del exceso de nacimientos en invierno entre hombres y mujeres con esquizofrenia fue similar (aunque en mujeres la proporción observada no fue significativamente superior a la esperada debido al pequeño tamaño muestral). Estudios previos han demostrado que los varones con esquizofrenia nacidos en invierno tienen un comienzo más temprano de la enfermedad, presentan menos antecedentes familiares y nacen con más frecuencia en zonas urbanas.

Además, los hombres podrían ser más vulnerables que las mujeres al efecto de complicaciones obstétricas en el segundo trimestre de embarazo, debido a la menor maduración en útero y al mayor número de alteraciones estructurales cerebrales.

Al comparar los nacidos durante la postguerra (hasta el año 1959) con los nacidos después, los investigadores observaron que la proporción de nacimientos en invierno en pacientes con esquizofrenia durante el período de postguerra fue del 40%, significativamente superior al 28% observado de 1960 a 1986.

Se especula con que esa diferencia se ha acortado debido a una mejora en los cuidados obstétricos durante el embarazo y a la mejora nutricional materna (otros estudios han demostrado que hay mayor riesgo de desarrollar esquizofrenia cuando ha habido una privación nutricional prenatal, cuando la madre tiene bajo peso o cuando la madre tiene déficit de hierro o de vitamina D).

«Numerosas investigaciones han demostrado que nacer en invierno en países del hemisferio norte se asocia a una mayor posibilidad de desarrollar esquizofrenia en la edad adulta», explica José María Martínez Ortega, del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Granada, autor principal de este artículo.

Aunque se desconoce el mecanismo que subyace a este hecho, «podría ser sólo una expresión del efecto de diversos agentes ambientales que actúen durante la gestación, tales como complicaciones obstétricas, infecciones virales (en particular durante el segundo trimestre de embarazo) o déficits nutricionales», añade el investigador.

La hipótesis que se postula es la del neurodesarrollo por la que el cerebro del feto quedaría dañado, pero esa alteración sólo se manifestará cuando el sistema nervioso haya alcanzado un mayor grado de maduración y de complejidad funcional. «Se puede comprender mejor siguiendo el símil de un ordenador infectado por un virus: mientras no se utilicen determinadas funciones, el virus no tiene por qué manifestarse. Algo parecido ocurre con la esquizofrenia, que estaría latente pero no aparecería hasta la edad adulta», concluye.

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Las universidades de Granada y New England intercambiarán docentes e investigadores

El rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, y la presidenta de la Universidad de New England (Estados Unidos), Danielle N. Ripich, han firmado un convenio de colaboración por el que ambas instituciones desarrollarán relaciones académicas, culturales y científicas, promoviendo el intercambio de docentes e investigadores.

El convenido, rubricado este lunes en el Rectorado de la Universidad de Granada, facilitará también el intercambio sobre las especialidades, planes de estudios y calendarios actuales de ambas instituciones. La colaboración se iniciará con centros y especialidades del área de Ciencias de la Salud y enseñanza de lenguas, según ha explicado en un comunicado la vicerrectora de Relaciones Internacionales y Cooperación al Desarrollo de la UGR, Dorothy Kelly.

Se fomentará el intercambio de personal docente e investigador, postgraduados o alumnos de Tercer Ciclo, facilitándoles el acceso a sus servicios académicos, científicos y culturales. Además, se establecerán encuentros entre profesores e investigadores con el objeto de que puedan intercambiar experiencias y conocimientos. En este sentido, ambas entidades facilitarán la publicación conjunta de libros y la inclusión de trabajos de especialistas.

Se creará una Comisión Conjunta, formada por miembros de ambas instituciones, cuyo objetivo será establecer programas conjuntos y vigilar su puesta en práctica. Para cada iniciativa se aprobará un acuerdo específico donde se indicará: la actividad a realizar, personas e instituciones implicadas, medios disponibles, presupuesto y financiación de la misma.

Este convenio tendrá una duración de dos años, renovable automáticamente por el mismo período, siempre y cuando ninguna de las partes notifique a la otra su deseo de finalizarlo. La delegación de la Universidad de New England ha visitado, además del Rectorado de la Universidad de Granada, la Facultad de Farmacia, el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud, y el Centro de Lenguas Modernas.

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Universidades de Granada y New England colaborarán en sus planes de estudio

El rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, y la presidenta de la Universidad de New England (EEUU), Danielle N. Ripich, han firmado un convenio entre ambas instituciones, que facilitará el intercambio sobre especialidades, planes de estudios y calendarios.
Según ha informado la Universidad granadina en un comunicado, dicho convenio tiene como finalidad desarrollar relaciones académicas, culturales y científicas entre ambas instituciones.
La vicerrectora de Relaciones Internacionales y Cooperación al Desarrollo de la UGR, Dorothy Kelly, ha señalado que con el convenio comenzará la colaboración con centros y especialidades del área de Ciencias de la Salud y enseñanza de lenguas.
Se fomentará el intercambio de personal docente e investigador, postgraduados o alumnos de Tercer Ciclo, facilitándoles el acceso a sus servicios académicos, científicos y culturales.
También se establecerán encuentros entre profesores e investigadores con el objeto de que puedan intercambiar experiencias y conocimientos.
Ambas entidades facilitarán la publicación conjunta de libros y la inclusión de trabajos de especialistas y se creará una Comisión Conjunta, formada por miembros de ambas instituciones, cuyo objetivo será establecer programas conjuntos y vigilar su puesta en práctica.
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La Sociedad Catalana de Biología reconoce a Pedro Medina Vico como el mejor investigador de menos de 35 años

  • El profesor de la UGR ha sido elegido entre cientos de candidatos por un jurado internacional compuesto por científicos consagrados como Christof von Kalle, Stefan Karlsson, Jaume Reventós, Joan Seoane, y Jordi Barquinero
  • El premio será entregado el próximo día 26 de abril en Barcelona

Un investigador de la Universidad de Granada Pedro Medina Vico, ha recibido el premio al español o portugués menor de 35 años con la mejor trayectoria en Bioquímica / Biología Molecular, que otorga la Sociedad Catalana de Biología.

El doctor Medina fue elegido entre cientos de candidatos por un jurado internacional compuesto por los científicos consagrados: Christof von Kalle, Stefan Karlsson, Jaume Reventós, Joan Seoane, y Jordi Barquinero. El premio será entregado el próximo día 26 de abril en Barcelona.

Pedro Medina Vico, licenciado en Ciencias Biológicas en la Universidad de Granada, se doctoró en la Universidad Autónoma de Madrid / Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, y realizó cinco años de estudios de postdoctorado en la Universidad de Yale (Estados Unidos) dentro del Departamento de Biología Molecular, Celular y del Desarrollo. Entre los miembros de dicho departamento se encuentra Sidney Altman, premio Nobel por sus descubrimientos sobre el ARN.

Tras una destacada carrera en Estados Unidos en el estudio de la Biología Molecular del cáncer, Medina recibió ofertas como profesor en el prestigioso MD Anderson de Texas y en el Instituto Karolinska de Suecia entre otros, pero decidió volver a Granada, su ciudad natal. Para ello, consiguió una plaza de Investigador Ramón y Cajal, obteniendo una de las puntuaciones más altas a nivel nacional (99.5/100). Además, recientemente ha obtenido el primer puesto nacional (entre más de 230 candidatos) en el programa Miguel Servet de Investigadores Doctores del Sistema Nacional de Salud, lo que lo confirma como uno de los Investigadores más destacados de España.

Trabajo en GenyO

Actualmente el doctor Medina trabaja como profesor en el Departamento de Bioquímica, Biología Molecular I de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, cargo que compagina con su labor en el Centro de Investigación Genómica y Oncológica (GenyO) del Parque Tecnológico de la Salud.

Pese a su juventud, el doctor Medina presenta una trayectoria profesional muy destacable. Ha sido invitado como conferenciante en centros de Investigación de España, Alemania, Suiza, Estados Unidos y Singapur, ha publicado como primer autor en algunas de las mejores revistas científicas internacionales, como Nature, e incluso ha tenido el honor de dar la charla inaugural en congresos internacionales. Tiene entre otras distinciones el Premio Nacional a la mejor tesis en Biomedicina por la Real Academia de Doctores de España, el Premio Nacional de Investigación Oncológica María Julia Castillo y es miembro por méritos de las Reales Academias de Medicina de Galicia, Cataluña y Valencia. El año pasado el Ayuntamiento de Granada lo galardonó con la Medalla de Plata al Mérito por la Ciudad de Granada por su trayectoria profesional.

Pedro Medina Vico considera que “la investigación atraviesa en estos momentos una situación muy complicada debido a los recortes, que la afectan y dañan enormemente, deshaciendo una infraestructura que no se va a recuperar fácilmente”. El investigador reconoce que a veces se pregunta “si fue acertado volver a Granada para continuar mi carrera profesional”, aunque afirma que, en el lado positivo, a nivel laboral “me he encontrado con un muy buen ambiente tanto entre los miembros del Departamento como en el GenyO. Existe mucho talento, entusiasmo y ganas de hacerlo bien, no menos que en Universidades punteras he conocido: lo que nos falta es una financiación adecuada, y que las instituciones crean en nosotros”.

Contacto: Pedro Medina Vico. Departamento de Bioquímica, Biología Molecular I de la UGR. Correo electrónico: pedromedina@ugr.es

Gabinete de Comunicación – Secretaría General
UNIVERSIDAD DE GRANADA
Acera de San Ildefonso, s/n. 18071. Granada (España)
Tel. 958 243063 – 958 244278
Correo e. gabcomunicacion@ugr.es
Web: http://newcanalugr.ugr.es


Las universidades de Granada y New England intercambiarán docentes e investigadores

El rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, y la presidenta de la Universidad de New England (Estados Unidos), Danielle N. Ripich, han firmado un convenio de colaboración por el que ambas instituciones desarrollarán relaciones académicas, culturales y científicas, promoviendo el intercambio de docentes e investigadores.

El convenido, rubricado este lunes en el Rectorado de la Universidad de Granada, facilitará también el intercambio sobre las especialidades, planes de estudios y calendarios actuales de ambas instituciones. La colaboración se iniciará con centros y especialidades del área de Ciencias de la Salud y enseñanza de lenguas, según ha explicado en un comunicado la vicerrectora de Relaciones Internacionales y Cooperación al Desarrollo de la UGR, Dorothy Kelly.

Se fomentará el intercambio de personal docente e investigador, postgraduados o alumnos de Tercer Ciclo, facilitándoles el acceso a sus servicios académicos, científicos y culturales. Además, se establecerán encuentros entre profesores e investigadores con el objeto de que puedan intercambiar experiencias y conocimientos. En este sentido, ambas entidades facilitarán la publicación conjunta de libros y la inclusión de trabajos de especialistas.

Se creará una Comisión Conjunta, formada por miembros de ambas instituciones, cuyo objetivo será establecer programas conjuntos y vigilar su puesta en práctica. Para cada iniciativa se aprobará un acuerdo específico donde se indicará: la actividad a realizar, personas e instituciones implicadas, medios disponibles, presupuesto y financiación de la misma.

Este convenio tendrá una duración de dos años, renovable automáticamente por el mismo período, siempre y cuando ninguna de las partes notifique a la otra su deseo de finalizarlo. La delegación de la Universidad de New England ha visitado, además del Rectorado de la Universidad de Granada, la Facultad de Farmacia, el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud, y el Centro de Lenguas Modernas.

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Nacidos en la posguerra y en invierno, más proclives a padecer esquizofrenia

Un estudio desarrollado por científicos de la Universidad de Granada ha constatado que las personas nacidas durante la postguerra, considerada ésta hasta el año 1959, y en los meses de invierno (enero, febrero o marzo) tienen más posibilidades de desarrollar esquizofrenia en el comienzo de la edad adulta.

Según esta investigación, de la que ha informado la institución académica en un comunicado, el riesgo de padecer esta enfermedad mental está relacionado con el déficit de vitamina D.

Esta carencia vitamínica podría explicar en parte la asociación observada entre nacer en invierno, estación con menos exposición a la luz solar y, por tanto, menor producción de vitamina D, y el mayor riesgo de esquizofrenia y también la mayor prevalencia de esquizofrenia detectada en países más al norte, donde hay menos luz solar.

Estos son algunos de los resultados de un artículo publicado en la revista «Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry» por científicos de la Universidad granadina sobre datos de personas que requirieron hospitalización psiquiátrica entre 1998 y 2006.

El estudio confirma que entre quienes padecen esquizofrenia hay una elevada proporción de nacidos en invierno, especialmente en el mes de enero, comparada con la proporción en los otros meses del año.

En el análisis ha colaborado el doctor Francisco Díaz Atienza, del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, junto a investigadores del Departamento de Psiquiatría y del Instituto de Neurociencias.

El objetivo de esta investigación fue comparar las tasas de nacimiento en invierno entre 321 pacientes con esquizofrenia de Granada hospitalizados entre los años 1998 y 2006.

Además, se analizó si la proporción de pacientes con esquizofrenia nacidos en invierno se distribuía por igual entre hombres y mujeres y también si esta proporción fue distinta entre los nacidos durante la postguerra de la Guerra Civil española, un tiempo caracterizado por una mayor restricción alimentaria, y los nacidos después.

El estudio mostró que la diferencia del exceso de nacimientos en invierno entre hombres y mujeres con esquizofrenia fue similar, aunque en mujeres la proporción observada no fue significativamente superior a la esperada debido al pequeño tamaño muestral.

Estudios previos demuestran que los varones con esquizofrenia nacidos en invierno tienen un comienzo más temprano de la enfermedad, presentan menos antecedentes familiares y nacen con más frecuencia en zonas urbanas.

Además, los hombres podrían ser más vulnerables que las mujeres al efecto de complicaciones obstétricas en el segundo trimestre de embarazo, debido a la menor maduración en útero y al mayor número de alteraciones estructurales cerebrales.

Al comparar los nacidos durante la postguerra (hasta el año 1959) con los nacidos después, los investigadores observaron que la proporción de nacimientos en invierno en pacientes con esquizofrenia durante el período de postguerra fue del 40 por ciento, significativamente superior al 28 por ciento observado de 1960 a 1986.

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Nacidos en la posguerra y en invierno, más proclives a padecer esquizofrenia

Un estudio desarrollado por científicos de la Universidad de Granada ha constatado que las personas nacidas durante la postguerra, considerada ésta hasta el año 1959, y en los meses de invierno (enero, febrero o marzo) tienen más posibilidades de desarrollar esquizofrenia en el comienzo de la edad adulta.

Según esta investigación, de la que ha informado la institución académica en un comunicado, el riesgo de padecer esta enfermedad mental está relacionado con el déficit de vitamina D.

Esta carencia vitamínica podría explicar en parte la asociación observada entre nacer en invierno, estación con menos exposición a la luz solar y, por tanto, menor producción de vitamina D, y el mayor riesgo de esquizofrenia y también la mayor prevalencia de esquizofrenia detectada en países más al norte, donde hay menos luz solar.

Estos son algunos de los resultados de un artículo publicado en la revista «Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry» por científicos de la Universidad granadina sobre datos de personas que requirieron hospitalización psiquiátrica entre 1998 y 2006.

El estudio confirma que entre quienes padecen esquizofrenia hay una elevada proporción de nacidos en invierno, especialmente en el mes de enero, comparada con la proporción en los otros meses del año.

En el análisis ha colaborado el doctor Francisco Díaz Atienza, del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, junto a investigadores del Departamento de Psiquiatría y del Instituto de Neurociencias.

El objetivo de esta investigación fue comparar las tasas de nacimiento en invierno entre 321 pacientes con esquizofrenia de Granada hospitalizados entre los años 1998 y 2006.

Además, se analizó si la proporción de pacientes con esquizofrenia nacidos en invierno se distribuía por igual entre hombres y mujeres y también si esta proporción fue distinta entre los nacidos durante la postguerra de la Guerra Civil española, un tiempo caracterizado por una mayor restricción alimentaria, y los nacidos después.

El estudio mostró que la diferencia del exceso de nacimientos en invierno entre hombres y mujeres con esquizofrenia fue similar, aunque en mujeres la proporción observada no fue significativamente superior a la esperada debido al pequeño tamaño muestral.

Estudios previos demuestran que los varones con esquizofrenia nacidos en invierno tienen un comienzo más temprano de la enfermedad, presentan menos antecedentes familiares y nacen con más frecuencia en zonas urbanas.

Además, los hombres podrían ser más vulnerables que las mujeres al efecto de complicaciones obstétricas en el segundo trimestre de embarazo, debido a la menor maduración en útero y al mayor número de alteraciones estructurales cerebrales.

Al comparar los nacidos durante la postguerra (hasta el año 1959) con los nacidos después, los investigadores observaron que la proporción de nacimientos en invierno en pacientes con esquizofrenia durante el período de postguerra fue del 40 por ciento, significativamente superior al 28 por ciento observado de 1960 a 1986.

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Nacidos en la posguerra y en invierno, más proclives a padecer esquizofrenia

Un estudio desarrollado por científicos de la Universidad de Granada ha constatado que las personas nacidas durante la postguerra, considerada ésta hasta el año 1959, y en los meses de invierno (enero, febrero o marzo) tienen más posibilidades de desarrollar esquizofrenia en el comienzo de la edad adulta.
Según esta investigación, de la que ha informado la institución académica en un comunicado, el riesgo de padecer esta enfermedad mental está relacionado con el déficit de vitamina D.
Esta carencia vitamínica podría explicar en parte la asociación observada entre nacer en invierno, estación con menos exposición a la luz solar y, por tanto, menor producción de vitamina D, y el mayor riesgo de esquizofrenia y también la mayor prevalencia de esquizofrenia detectada en países más al norte, donde hay menos luz solar.
Estos son algunos de los resultados de un artículo publicado en la revista «Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry» por científicos de la Universidad granadina sobre datos de personas que requirieron hospitalización psiquiátrica entre 1998 y 2006.
El estudio confirma que entre quienes padecen esquizofrenia hay una elevada proporción de nacidos en invierno, especialmente en el mes de enero, comparada con la proporción en los otros meses del año.
En el análisis ha colaborado el doctor Francisco Díaz Atienza, del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, junto a investigadores del Departamento de Psiquiatría y del Instituto de Neurociencias.
El objetivo de esta investigación fue comparar las tasas de nacimiento en invierno entre 321 pacientes con esquizofrenia de Granada hospitalizados entre los años 1998 y 2006.
Además, se analizó si la proporción de pacientes con esquizofrenia nacidos en invierno se distribuía por igual entre hombres y mujeres y también si esta proporción fue distinta entre los nacidos durante la postguerra de la Guerra Civil española, un tiempo caracterizado por una mayor restricción alimentaria, y los nacidos después.
El estudio mostró que la diferencia del exceso de nacimientos en invierno entre hombres y mujeres con esquizofrenia fue similar, aunque en mujeres la proporción observada no fue significativamente superior a la esperada debido al pequeño tamaño muestral.
Estudios previos demuestran que los varones con esquizofrenia nacidos en invierno tienen un comienzo más temprano de la enfermedad, presentan menos antecedentes familiares y nacen con más frecuencia en zonas urbanas.
Además, los hombres podrían ser más vulnerables que las mujeres al efecto de complicaciones obstétricas en el segundo trimestre de embarazo, debido a la menor maduración en útero y al mayor número de alteraciones estructurales cerebrales.
Al comparar los nacidos durante la postguerra (hasta el año 1959) con los nacidos después, los investigadores observaron que la proporción de nacimientos en invierno en pacientes con esquizofrenia durante el período de postguerra fue del 40 por ciento, significativamente superior al 28 por ciento observado de 1960 a 1986.
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Los nacidos en la posguerra y en invierno, más proclives a padecer esquizofrenia

Un estudio desarrollado por científicos de la Universidad de Granada ha constatado que las personas nacidas durante la postguerra, considerada ésta hasta el año 1959, y en los meses de invierno (enero, febrero o marzo) tienen más posibilidades de desarrollar esquizofrenia en el comienzo de la edad adulta.

Según esta investigación, de la que ha informado la institución académica en un comunicado, el riesgo de padecer esta enfermedad mental está relacionado con el déficit de vitamina D.

Esta carencia vitamínica podría explicar en parte la asociación observada entre nacer en invierno, estación con menos exposición a la luz solar y, por tanto, menor producción de vitamina D, y el mayor riesgo de esquizofrenia y también la mayor prevalencia de esquizofrenia detectada en países más al norte, donde hay menos luz solar.

Estos son algunos de los resultados de un artículo publicado en la revista «Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry» por científicos de la Universidad granadina sobre datos de personas que requirieron hospitalización psiquiátrica entre 1998 y 2006.

El estudio confirma que entre quienes padecen esquizofrenia hay una elevada proporción de nacidos en invierno, especialmente en el mes de enero, comparada con la proporción en los otros meses del año.

En el análisis ha colaborado el doctor Francisco Díaz Atienza, del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, junto a investigadores del Departamento de Psiquiatría y del Instituto de Neurociencias.

El objetivo de esta investigación fue comparar las tasas de nacimiento en invierno entre 321 pacientes con esquizofrenia de Granada hospitalizados entre los años 1998 y 2006.

Además, se analizó si la proporción de pacientes con esquizofrenia nacidos en invierno se distribuía por igual entre hombres y mujeres y también si esta proporción fue distinta entre los nacidos durante la postguerra de la Guerra Civil española, un tiempo caracterizado por una mayor restricción alimentaria, y los nacidos después.

El estudio mostró que la diferencia del exceso de nacimientos en invierno entre hombres y mujeres con esquizofrenia fue similar, aunque en mujeres la proporción observada no fue significativamente superior a la esperada debido al pequeño tamaño muestral.

Estudios previos demuestran que los varones con esquizofrenia nacidos en invierno tienen un comienzo más temprano de la enfermedad, presentan menos antecedentes familiares y nacen con más frecuencia en zonas urbanas.

Además, los hombres podrían ser más vulnerables que las mujeres al efecto de complicaciones obstétricas en el segundo trimestre de embarazo, debido a la menor maduración en útero y al mayor número de alteraciones estructurales cerebrales.

Al comparar los nacidos durante la postguerra (hasta el año 1959) con los nacidos después, los investigadores observaron que la proporción de nacimientos en invierno en pacientes con esquizofrenia durante el período de postguerra fue del 40 por ciento, significativamente superior al 28 por ciento observado de 1960 a 1986.

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Granada y Nueva Inglaterra intercambiarán investigadores

El rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, y la presidenta de la Universidad de Nueva Inglaterra (Estados Unidos), Danielle N. Ripich, han firmado un convenio de colaboración por el que ambas instituciones desarrollarán relaciones académicas, culturales y científicas, promoviendo el intercambio de docentes e investigadores.

El convenido, rubricado este lunes en el Rectorado de la Universidad de Granada, facilitará también el intercambio sobre las especialidades, planes de estudios y calendarios actuales de ambas instituciones. La colaboración se iniciará con centros y especialidades del área de Ciencias de la Salud y enseñanza de lenguas, según ha explicado en un comunicado la vicerrectora de Relaciones Internacionales y Cooperación al Desarrollo de la UGR, Dorothy Kelly.

Se fomentará el intercambio de personal docente e investigador, postgraduados o alumnos de Tercer Ciclo, facilitándoles el acceso a sus servicios académicos, científicos y culturales. Además, se establecerán encuentros entre profesores e investigadores con el objeto de que puedan intercambiar experiencias y conocimientos. En este sentido, ambas entidades facilitarán la publicación conjunta de libros y la inclusión de trabajos de especialistas.

Se creará una Comisión Conjunta, formada por miembros de ambas instituciones, cuyo objetivo será establecer programas conjuntos y vigilar su puesta en práctica. Para cada iniciativa se aprobará un acuerdo específico donde se indicará: la actividad a realizar, personas e instituciones implicadas, medios disponibles, presupuesto y financiación de la misma.

Este convenio tendrá una duración de dos años, renovable automáticamente por el mismo período, siempre y cuando ninguna de las partes notifique a la otra su deseo de finalizarlo. La delegación de la Universidad de New England ha visitado, además del Rectorado de la Universidad de Granada, la Facultad de Farmacia, el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud, y el Centro de Lenguas Modernas.

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Nacidos en la posguerra y en invierno, más proclives a padecer esquizofrenia

Un estudio desarrollado por científicos de la Universidad de Granada ha constatado que las personas nacidas durante la postguerra, considerada ésta hasta el año 1959, y en los meses de invierno (enero, febrero o marzo) tienen más posibilidades de desarrollar esquizofrenia en el comienzo de la edad adulta.

Según esta investigación, de la que ha informado la institución académica en un comunicado, el riesgo de padecer esta enfermedad mental está relacionado con el déficit de vitamina D.

Esta carencia vitamínica podría explicar en parte la asociación observada entre nacer en invierno, estación con menos exposición a la luz solar y, por tanto, menor producción de vitamina D, y el mayor riesgo de esquizofrenia y también la mayor prevalencia de esquizofrenia detectada en países más al norte, donde hay menos luz solar.

Estos son algunos de los resultados de un artículo publicado en la revista «Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry» por científicos de la Universidad granadina sobre datos de personas que requirieron hospitalización psiquiátrica entre 1998 y 2006.

El estudio confirma que entre quienes padecen esquizofrenia hay una elevada proporción de nacidos en invierno, especialmente en el mes de enero, comparada con la proporción en los otros meses del año.

En el análisis ha colaborado el doctor Francisco Díaz Atienza, del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, junto a investigadores del Departamento de Psiquiatría y del Instituto de Neurociencias.

El objetivo de esta investigación fue comparar las tasas de nacimiento en invierno entre 321 pacientes con esquizofrenia de Granada hospitalizados entre los años 1998 y 2006.

Además, se analizó si la proporción de pacientes con esquizofrenia nacidos en invierno se distribuía por igual entre hombres y mujeres y también si esta proporción fue distinta entre los nacidos durante la postguerra de la Guerra Civil española, un tiempo caracterizado por una mayor restricción alimentaria, y los nacidos después.

El estudio mostró que la diferencia del exceso de nacimientos en invierno entre hombres y mujeres con esquizofrenia fue similar, aunque en mujeres la proporción observada no fue significativamente superior a la esperada debido al pequeño tamaño muestral.

Estudios previos demuestran que los varones con esquizofrenia nacidos en invierno tienen un comienzo más temprano de la enfermedad, presentan menos antecedentes familiares y nacen con más frecuencia en zonas urbanas.

Además, los hombres podrían ser más vulnerables que las mujeres al efecto de complicaciones obstétricas en el segundo trimestre de embarazo, debido a la menor maduración en útero y al mayor número de alteraciones estructurales cerebrales.

Al comparar los nacidos durante la postguerra (hasta el año 1959) con los nacidos después, los investigadores observaron que la proporción de nacimientos en invierno en pacientes con esquizofrenia durante el período de postguerra fue del 40 por ciento, significativamente superior al 28 por ciento observado de 1960 a 1986.

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