Han pasado cinco días y Miguel Salazar Gragera no aparece. Este joven extremeño natural de la localidad pacense de Montijo fue visto por última vez el pasado sábado. Desde entonces, ni sus amigos ni sus compañeros de clase han sabido nada de él. De hecho, están francamente nerviosos. En un intento por esclarecer esta situación han creado un grupo en Facebook y un evento en Tuenti en el que dan esta información, sirven un par de fotos de Miguel y añaden tres teléfonos móviles de contacto por si alguien sabe de su paradero. Al otro lado de la línea, Ana primero y Lola después, prefieren no hablar con este periódico y acaban colgando la llamada.
El joven Miguel Salazar Gragera estudia Educación Especial en la Escuela de Magisterio La Inmaculada de la Universidad de Granada donde, ayer por la tarde, un grupo de compañeros repartía folios con toda la información sobre Miguel para ver si alguien proporciona una pista sobre su paradero. No solo la Escuela de Magisterio de la UGR sino los hospitales, marquesinas y escaparates de la ciudad están ‘empapelados’ con estos carteles de tamaño folio. Ana Isabel Garalda, directora de la Escuela de Magisterio de La Inmaculada, también confirmaba ayer por teléfono la ausencia de este universitario. «Se le echa en falta desde el lunes».
En Montijo, en la provincia de Badajoz, la familia también se ha cerrado completamente en banda y no quiere hablar con los medios de comunicación, pese a que el evento en Tuenti, por ejemplo, ya contaba a media tarde de ayer con 10.000 personas que lo seguían, veinte páginas con comentarios de aliento para su pronta reaparición como de lamentos por la situación de nervios que se vive. Además, la propia empresa Tuenti confirmó a este periódico que «está siendo uno de los hilos que más actividad está teniendo a día de hoy». Uno de los primos, vecino de Montijo, informó que «el padre de Miguel Salazar Gragera se ha desplazado ya hasta Granada» al tiempo que supuso que «si mi primo ha ‘desaparecido’ es porque así lo ha querido».
Como dicen los folios que se reparten en Magisterio: «Miguel es un joven de 20 años que desapareció la tarde del sábado. Mide 1,80, pelo castaño corto, complexión delgada. Viste ropa ancha, sudadera negra y pantalón vaquero».