Investigadores de la Universidad de Granada implementan por primera vez en Europa un programa que permite mejorar los conocimientos y actitudes de la población hacia las voluntades anticipadas, así como incrementar su uso. Para este trabajo, sus autores aplicaron una encuesta a 1.200 personas y un programa de intervención en un área de gestión sanitaria de Andalucía.
Sólo uno de cada 10 andaluces sabe lo que es una voluntad anticipada o un testamento vital, según una investigación realizada en la Universidad de Granada. Además, la implementación de un programa que implique la combinación de diversas estrategias sobre las Voluntad Anticipada y la planificación anticipada permitiría que un mayor número de personas está dispuesto a registrar su declaración, según se desprende de este trabajo.
Para esta investigación, su autora, María Isabel Tamayo Velázquez (Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Granada) realizó una encuesta sobre conocimientos y actitudes de población general mayor de 18 años de las Áreas de Gestión Sanitaria Norte de Málaga y Norte de Almería acerca de las Voluntades Vitales Anticipadas. La encuesta se llevó a cabo en una muestra de 1.200 personas.
Tamayo ha demostrado que una intervención comunitaria integral permite mejorar los conocimientos y actitudes de la población usuaria de un Área de Gestión Sanitaria hacia las voluntades anticipadas, así como incrementar su uso.
El programa de actuación permitió que el porcentaje de personas que dice tener conocimientos sobre las Voluntades Anticipadas pasara de un 9,3% antes de la intervención a un 27,9% después de la intervención.
Primer estudio en España
Esta investigación ha sido dirigida por los profesores Elena Espigares Rodríguez, Pablo Simón Lorda y José Luis Cabezas Casado, y supone una iniciativa absolutamente pionera fuera del marco anglosajón. Y es que, hasta ahora, nunca se habían evaluado en España, y más concretamente fuera de EE.UU., Canadá o Australia, estrategias para incrementar el uso de las Voluntades Anticipadas por parte de la población.
La efectividad del despliegue de acciones informativas, educativas y de proceso que tuvo en la comunidad del Área Sanitaria Norte de Málaga se vio reflejada en un incremento de las tasas de Voluntades Anticipadas registradas por la población que ha recibido la intervención. La población intervenida no sólo ha obtenido una tasa de Voluntades Anticipadas registradas 4 veces mayor que antes de llevar a cabo dicha intervención, sino que además esta tasa casi se triplica (2,74) al compararla con el grupo control.
María Isabel Tamayo Velázquez destaca que, aunque aún falta mucho para que todas las personas alcancen un proceso de muerte acorde a sus necesidades y preferencias, la nueva legislación, el cambio de rol de la ciudadanía y del personal sanitario y procesos como la planificación anticipada de las decisiones que utilizan como herramienta las Voluntades Anticipadas “son el camino para acercarnos cada vez más a una muerte digna que proteja la autonomía individual e imponga el criterio de calidad de vida.