Los mayores tienen más accidentes al volante que otros conductores en contextos poco problemáticos, según estudio de UGR

Las personas mayores de 60 años tienen más accidentes al volante que el resto de conductores más jóvenes en situaciones poco problemáticas, como por ejemplo las intersecciones, y a pesar de que sus habilidades disminuyen con la edad, «los ancianos que continúan conduciendo presentan patrones de conducción que compensan estos déficits, según ha informado este jueves la Universidad de Granada (UGR).

En el informe de la UGR, elaborado por los investigadores David Cantón Cortés, Mercedes Durán Segura y Cándida Castro Ramírez, se explica que los conductores mayores de 60 años «no corren, no adelantan temerariamente o no consumen alcohol cuando van a coger el coche», y que en contra de lo que piensa la mayoría de la gente, la tasa de accidentalidad en este sector de edad «continúa siendo inferior a la de los conductores jóvenes».

Tal y como explica Cantón, se desprende de la investigación que «conducir en estas edades no parece suponer para el propio conductor un riesgo significativo de muerte en comparación con otras causas», y además, los autores del trabajo advierten de que aunque en los mayores la siniestralidad es menor, «en caso de accidente y debido a su mayor vulnerabilidad sufren daños físicos más severos que los conductores jóvenes o de mediana edad».

Por último, los investigadores de la UGR destacan que las autoridades, en vez de establecer límites de edad para la conducción «deberían permitir a los conductores mayores conducir tanto tiempo cuanto puedan hacerlo, siempre y cuando esto no suponga una amenaza para su propia seguridad y para los demás».

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Los mayores tienen más accidentes al volante que el resto de conductores

Las personas mayores de 60 años tienen más accidentes al volante que el resto de conductores más jóvenes en situaciones poco problemáticas, como por ejemplo las intersecciones, y a pesar de que sus habilidades disminuyen con la edad, «los ancianos que continúan conduciendo presentan patrones de conducción que compensan estos déficits, según ha informado este jueves la Universidad de Granada (UGR).

En el informe de la UGR, elaborado por los investigadores David Cantón Cortés, Mercedes Durán Segura y Cándida Castro Ramírez, se explica que los conductores mayores de 60 años «no corren, no adelantan temerariamente o no consumen alcohol cuando van a coger el coche», y que en contra de lo que piensa la mayoría de la gente, la tasa de accidentalidad en este sector de edad «continúa siendo inferior a la de los conductores jóvenes».

Tal y como explica Cantón, se desprende de la investigación que «conducir en estas edades no parece suponer para el propio conductor un riesgo significativo de muerte en comparación con otras causas», y además, los autores del trabajo advierten de que aunque en los mayores la siniestralidad es menor, «en caso de accidente y debido a su mayor vulnerabilidad sufren daños físicos más severos que los conductores jóvenes o de mediana edad».

Por último, los investigadores de la UGR destacan que las autoridades, en vez de establecer límites de edad para la conducción «deberían permitir a los conductores mayores conducir tanto tiempo cuanto puedan hacerlo, siempre y cuando esto no suponga una amenaza para su propia seguridad y para los demás».

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Los mayores tienen más accidentes al volante que el resto de conductores

Las personas mayores de 60 años tienen más accidentes al volante que el resto de conductores más jóvenes en situaciones poco problemáticas, como por ejemplo las intersecciones, y a pesar de que sus habilidades disminuyen con la edad, «los ancianos que continúan conduciendo presentan patrones de conducción que compensan estos déficits, según ha informado este jueves la Universidad de Granada (UGR).

   En el informe de la UGR, elaborado por los investigadores David Cantón Cortés, Mercedes Durán Segura y Cándida Castro Ramírez, se explica que los conductores mayores de 60 años «no corren, no adelantan temerariamente o no consumen alcohol cuando van a coger el coche», y que en contra de lo que piensa la mayoría de la gente, la tasa de accidentalidad en este sector de edad «continúa siendo inferior a la de los conductores jóvenes».

   Tal y como explica Cantón, se desprende de la investigación que «conducir en estas edades no parece suponer para el propio conductor un riesgo significativo de muerte en comparación con otras causas», y además, los autores del trabajo advierten de que aunque en los mayores la siniestralidad es menor, «en caso de accidente y debido a su mayor vulnerabilidad sufren daños físicos más severos que los conductores jóvenes o de mediana edad».

   Por último, los investigadores de la UGR destacan que las autoridades, en vez de establecer límites de edad para la conducción «deberían permitir a los conductores mayores conducir tanto tiempo cuanto puedan hacerlo, siempre y cuando esto no suponga una amenaza para su propia seguridad y para los demás».

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Granada Hoy

Portada: La Universidad de Granada dedicará los 360.000 euros del fondo de excelencia a alojamientos y a un campus transfronterizo con Marruecos

Pág. 9: La UGR recibe la mayor financiación de Andalucía en la convocatoria de excelencia

Pág. 12: La UGR analiza la capacidad de conducir de los mayores de 60 años

Pág. 26: “Circuitos G210” en Caja Rural

Pág. 51: Profesores ofrecen hoy un viaje musical entre orillas |Recital de Profesores

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Los mayores tienen más accidentes al volante

Las personas mayores de 60 años tienen más accidentes al volante que el resto de conductores más jóvenes en situaciones poco problemáticas, como por ejemplo las intersecciones, y a pesar de que sus habilidades disminuyen con la edad, «los ancianos que continúan conduciendo presentan patrones de conducción que compensan estos déficits, según ha informado este jueves la Universidad de Granada (UGR).

En el informe de la UGR, elaborado por los investigadores David Cantón Cortés, Mercedes Durán Segura y Cándida Castro Ramírez, se explica que los conductores mayores de 60 años «no corren, no adelantan temerariamente o no consumen alcohol cuando van a coger el coche», y que en contra de lo que piensa la mayoría de la gente, la tasa de accidentalidad en este sector de edad «continúa siendo inferior a la de los conductores jóvenes».

Tal y como explica Cantón, se desprende de la investigación que «conducir en estas edades no parece suponer para el propio conductor un riesgo significativo de muerte en comparación con otras causas», y además, los autores del trabajo advierten de que aunque en los mayores la siniestralidad es menor, «en caso de accidente y debido a su mayor vulnerabilidad sufren daños físicos más severos que los conductores jóvenes o de mediana edad».

Por último, los investigadores de la UGR destacan que las autoridades, en vez de establecer límites de edad para la conducción «deberían permitir a los conductores mayores conducir tanto tiempo cuanto puedan hacerlo, siempre y cuando esto no suponga una amenaza para su propia seguridad y para los demás».

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Los mayores tienen más accidentes al volante

Las personas mayores de 60 años tienen más accidentes al volante que el resto de conductores más jóvenes en situaciones poco problemáticas, como por ejemplo las intersecciones, y a pesar de que sus habilidades disminuyen con la edad, «los ancianos que continúan conduciendo presentan patrones de conducción que compensan estos déficits, según ha informado este jueves la Universidad de Granada (UGR).

En el informe de la UGR, elaborado por los investigadores David Cantón Cortés, Mercedes Durán Segura y Cándida Castro Ramírez, se explica que los conductores mayores de 60 años «no corren, no adelantan temerariamente o no consumen alcohol cuando van a coger el coche», y que en contra de lo que piensa la mayoría de la gente, la tasa de accidentalidad en este sector de edad «continúa siendo inferior a la de los conductores jóvenes».

Tal y como explica Cantón, se desprende de la investigación que «conducir en estas edades no parece suponer para el propio conductor un riesgo significativo de muerte en comparación con otras causas», y además, los autores del trabajo advierten de que aunque en los mayores la siniestralidad es menor, «en caso de accidente y debido a su mayor vulnerabilidad sufren daños físicos más severos que los conductores jóvenes o de mediana edad».

Por último, los investigadores de la UGR destacan que las autoridades, en vez de establecer límites de edad para la conducción «deberían permitir a los conductores mayores conducir tanto tiempo cuanto puedan hacerlo, siempre y cuando esto no suponga una amenaza para su propia seguridad y para los demás».

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Los mayores tienen más accidentes de tráfico

Un estudio de la Universidad de Granada revela que los conductores mayores de 60 años tienen más accidentes al volante en contextos que resultan poco problemáticos para el resto de conductores, como las intersecciones.

A pesar de que las habilidades al volante disminuyen con la edad, los ancianos presentan patrones de conducción que compensan estos déficits, ya que evitan conductas de riesgo: no corren, no adelantan temerariamente o no consumen alcohol cuando van a coger el coche.

Al contrario de la opinión muy extendida, la tasa de accidentalidad en este sector de edad continúa siendo inferior a la de conductores jóvenes de unos 20 años, informa la UGR en una nota.
 
Este estudio, publicado recientemente en la Revista Española de Geriatría y Gerontología, los profesofres de Psicología de la UGR David Cantón Cortés,  Mercedes Durán Segura y Cándida Castro Ramírez han realizado una completa revisión bibliográfica de los riesgos que supone la relación entre conducción y envejecimiento.
 
En las últimas décadas se ha apreciado un importante incremento de la accidentalidad de conductores que cuentan con más de 60 años. Los investigadores recuerdan que «el 24,8% de los mayores de 74 años continúa conduciendo», y advierten de que, aunque en los mayores la siniestralidad es menor,  «en caso de accidente y debido a su mayor vulnerabilidad sufren daños físicos más severos que los conductores jóvenes o de mediana edad».
 
Como apunta David Cantón, «conducir en estas edades no parece suponer para el propio conductor un riesgo significativo de muerte en comparación con otras causas». Además, algunos estudios han demostrado también «la existencia de una relación entre el mantenimiento de la conducción y unos niveles más elevados de satisfacción en la vejez». Dicho de otro modo, los jubilados que continúan conduciendo se muestran más satisfechos con su vejez, ya que ello potencia su autoestima.
 
Los investigadores de la UGR destacan que, en lugar de establecer un límite de edad para la conducción, «las autoridades deberían permitir a los conductores mayores conducir tanto tiempo como puedan hacerlo, siempre y cuando esto no suponga una amenaza para su propia seguridad o la de los demás».

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Los mayores tienen más accidentes al volante

Las personas mayores de 60 años tienen más accidentes al volante que el resto de conductores más jóvenes en situaciones poco problemáticas, como por ejemplo las intersecciones, y a pesar de que sus habilidades disminuyen con la edad, «los ancianos que continúan conduciendo presentan patrones de conducción que compensan estos déficits, según ha informado este jueves la Universidad de Granada (UGR).

En el informe de la UGR, elaborado por los investigadores David Cantón Cortés, Mercedes Durán Segura y Cándida Castro Ramírez, se explica que los conductores mayores de 60 años «no corren, no adelantan temerariamente o no consumen alcohol cuando van a coger el coche», y que en contra de lo que piensa la mayoría de la gente, la tasa de accidentalidad en este sector de edad «continúa siendo inferior a la de los conductores jóvenes».

Tal y como explica Cantón, se desprende de la investigación que «conducir en estas edades no parece suponer para el propio conductor un riesgo significativo de muerte en comparación con otras causas», y además, los autores del trabajo advierten de que aunque en los mayores la siniestralidad es menor, «en caso de accidente y debido a su mayor vulnerabilidad sufren daños físicos más severos que los conductores jóvenes o de mediana edad».

Por último, los investigadores de la UGR destacan que las autoridades, en vez de establecer límites de edad para la conducción «deberían permitir a los conductores mayores conducir tanto tiempo cuanto puedan hacerlo, siempre y cuando esto no suponga una amenaza para su propia seguridad y para los demás»

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LOS CONDUCTORES MAYORES TIENEN MÁS ACCIDENTES EN CONTEXTOS POCO PROBLEMÁTICOS, COMO LAS INTERSECCIONES

Un estudio de la UGR revela que, a pesar de que las habilidades al volante disminuyen con la edad, los ancianos presentan patrones de conducción que compensan estos déficits, de modo que evitan conductas de riesgo: no corren, no adelantan temerariamente o no consumen alcohol cuando van a coger el coche.

Los conductores mayores de 60 años tienen más accidentes al volante en contextos que resultan poco problemáticos para el resto de conductores, como las intersecciones. Además, a pesar de que las habilidades al volante disminuyen con la edad, los ancianos que continúan conduciendo presentan patrones de conducción que compensan estos déficits, de modo que evitan conductas de riesgo: no corren, no adelantan temerariamente o no consumen alcohol cuando van a coger el coche.

Así se desprende de un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Granada y publicado recientemente en la Revista Española de Geriatría y Gerontología, en el que han realizado una completa revisión bibliográfica de los riesgos que supone la relación entre conducción y envejecimiento. Los autores de este trabajo son David Cantón Cortés, Mercedes Durán Segura y Cándida Castro Ramírez, profesores de la Facultad de Psicología de la UGR.

En las últimas décadas se ha apreciado un importante incremento de la accidentalidad de conductores que cuentan con más de 60 años. Sin embargo, y en contra de lo que mucha gente piensa, el estudio realizado en la UGR pone de manifiesto que la tasa de accidentalidad en este sector de edad continúa siendo inferior a la de conductores jóvenes, de en torno a 20 años.

2 de cada 10 siguen conduciendo

Los investigadores recuerdan que «el 24,8% de los mayores de 74 años continúa conduciendo», y advierten de que, aunque en los mayores la siniestralidad es menor, «en caso de accidente y debido a su mayor vulnerabilidad sufren daños físicos más severos que los conductores jóvenes o de mediana edad».

Como apunta David Cantón, a la luz de esta investigación, «conducir en estas edades no parece suponer para el propio conductor un riesgo significativo de muerte en comparación con otras causas». Además, algunos estudios han demostrado también «la existencia de una relación entre el mantenimiento de la conducción y unos niveles más elevados de satisfacción en la vejez». Dicho de otro modo, los jubilados que continúan conduciendo se muestran más satisfechos con su vejez, ya que ello potencia su autoestima.

Los investigadores de la UGR destacan que, en lugar de establecer un límite de edad para la conducción, «las autoridades deberían permitir a los conductores mayores conducir tanto tiempo como puedan hacerlo, siempre y cuando esto no suponga una amenaza para su propia seguridad o la de los demás».

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