El rector de la UGR inaugura en Almuñécar el curso del Centro Mediterráneo “Tendencias en Biomedicina 2010”

Al acto asistirá también Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la UNESCO

El rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, inaugurará el próximo lunes 26 de julio, a las 11 horas, en la Casa de la Cultura de Almuñécar, el curso “Tendencias en Biomedicina 2010”, que organiza el Centro Mediterráneo de la UGR (CEMED).

Al acto asistirán también Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la UNESCO, y Juan Francisco García Casanova, director del CEMED.

La investigación biomédica puede considerarse una de las grandes fronteras actuales de avance del conocimiento, tanto por el reto intelectual que supone, como por sus posibles repercusiones en una mejor calidad de vida, y por su creciente impacto en la economía de los países avanzados.

En los últimos años, los nuevos conceptos y las renovadas aproximaciones metodológicas están permitiendo conocer mejor las alteraciones que tienen lugar en diversas situaciones patológicas y diseñar nuevas estrategias diagnósticas y terapéuticas. En este curso, científicos de reconocido prestigio nos pondrán al día sobre las principales tendencias y avances en sus respectivos campos de investigación.

El curso de verano “Tendencias en Biomedicina 2010” está dirigido por los profesores Antonio Osuna (Universidad de Granada), Federico Mayor Menéndez (Universidad Autónoma de Madrid) y Fernando Valdivieso (Universidad Autónoma de Madrid).

Programa:

  • Día 26 de julio, lunes (11 a 13 horas)

Prof. Federico Mayor Zaragoza, Ex-Director General de la UNESCO

Conferencia inaugural

“Investigación traslacional en Alzheimer” Jesús Benavides, Ex-vicepresidente de Investigación de Sanofi-Aventis, París

  • Día 27 de julio, martes (10 a 14 horas)

“Envejecimiento y cerebro” Alberto Machado, Universidad de Sevilla

“Enfermedad de Alzheimer” Fernando Valdivieso, Universidad Autónoma de Madrid

“Enfermedad de Parkinson” Trinidad Herrero, Universidad de Murcia

  • Día 28 de julio, miércoles (10 a 14 horas)

“Aplicación de métodos computacionales a la simulación de las interacciones entre moléculas pequeñas y macromoléculas biológicas como ADN y proteínas” Federico Gago, Universidad de Alcalá de Henares

“Señalización celular, interactoma y biomedicina” Federico Mayor Menéndez, Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa”, Madrid

“Disfunción de la mitocondria en patología”. José Manuel Cuezva, CIBERER y Universidad Autónoma de Madrid

  • Día 29 de julio, jueves (10-14 horas)

“Resistencia a fármacos en la leishmaniasis: un nuevo reto para afrontar” Francisco Gamarro, Instituto Biomedicina y Parasitología, CSIC

“Análisis de interacciones parásito-hospedador en helmintiasis intestinales ” Rafael Toledo, Universidad Valencia

“Nuevos métodos de inmunización frente a helmintos” Antonio Osuna, Instituto Biotecnología, Universidad de Granada

Acto de clausura y entrega de diplomas

CONVOCATORIA:

  • Asunto: Inauguración del curso “Tendencias en Biomedicina 2010”
  • DÍA: Lunes, 26 de julio
  • HORA:11 horas
  • LUGAR: Casa de la Cultura de Almuñécar

Contacto: Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada (CEMED). Tlf. 958 242923 – 630064328. Correo e. amarin@ugr.eshttp://www.ugr.es/local/cm


Seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según estudio de la UGR

Aproximadamente seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada (UGR) que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.

El estudio ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4 por ciento de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, siendo la conducta violenta menos desarrollada la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5 por ciento) y la más desarrollada (72,4 por ciento) «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses». Además, el 63,5 por ciento de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios, o con quien habla». La tasa de violencia física oscila entre el 6,5 y el 21 por ciento, mientras que la violencia psicológica oscila entre el 7,3 y el 72,4 por ciento, informó la UGR.

El trabajo indica además que el 51 por ciento de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto tiene consecuencias importantes para ellas, no están dispuestos a dejar la relación, ni a que ellas los abandonen, utilizando para ello las estrategias que sean necesarias.

Asimismo, en este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa, la desvalorización ideológico-religiosa, el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

SEPARACIONES TEMPORALES

Según los resultados de la investigación, se han producido separaciones en el 78,8 por ciento de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales, terminando en la mayoría de las ocasiones en una vuelta a la convivencia. «La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», apunta Amelia Matute, que ha realizado el estudio, dirigida por Andrés Soriano Díaz.

La autora trabajó con 153 hombres que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en Comunidades Terapéuticas andaluzas, con edades comprendidas entre 20 y 65 años; todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína. A todos ellos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

Esta investigación ha venido a aportar un conocimiento real del fenómeno de la violencia de género en un sector de población del que no se tenían datos. En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo como pone de manifiesto este estudio que es la población drogodependiente.

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Seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según estudio de la UGR

Aproximadamente seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada (UGR) que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.

El estudio ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4 por ciento de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, siendo la conducta violenta menos desarrollada la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5 por ciento) y la más desarrollada (72,4 por ciento) «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses». Además, el 63,5 por ciento de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios, o con quien habla». La tasa de violencia física oscila entre el 6,5 y el 21 por ciento, mientras que la violencia psicológica oscila entre el 7,3 y el 72,4 por ciento, informó la UGR.

El trabajo indica además que el 51 por ciento de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto tiene consecuencias importantes para ellas, no están dispuestos a dejar la relación, ni a que ellas los abandonen, utilizando para ello las estrategias que sean necesarias.

Asimismo, en este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa, la desvalorización ideológico-religiosa, el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

SEPARACIONES TEMPORALES

Según los resultados de la investigación, se han producido separaciones en el 78,8 por ciento de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales, terminando en la mayoría de las ocasiones en una vuelta a la convivencia. «La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», apunta Amelia Matute, que ha realizado el estudio, dirigida por Andrés Soriano Díaz.

La autora trabajó con 153 hombres que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en Comunidades Terapéuticas andaluzas, con edades comprendidas entre 20 y 65 años; todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína. A todos ellos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

Esta investigación ha venido a aportar un conocimiento real del fenómeno de la violencia de género en un sector de población del que no se tenían datos. En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo como pone de manifiesto este estudio que es la población drogodependiente.

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Seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según estudio de la UGR

Aproximadamente seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada (UGR) que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.

El estudio ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4 por ciento de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, siendo la conducta violenta menos desarrollada la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5 por ciento) y la más desarrollada (72,4 por ciento) «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses». Además, el 63,5 por ciento de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios, o con quien habla». La tasa de violencia física oscila entre el 6,5 y el 21 por ciento, mientras que la violencia psicológica oscila entre el 7,3 y el 72,4 por ciento, informó la UGR.

El trabajo indica además que el 51 por ciento de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto tiene consecuencias importantes para ellas, no están dispuestos a dejar la relación, ni a que ellas los abandonen, utilizando para ello las estrategias que sean necesarias.

Asimismo, en este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa, la desvalorización ideológico-religiosa, el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

SEPARACIONES TEMPORALES

Según los resultados de la investigación, se han producido separaciones en el 78,8 por ciento de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales, terminando en la mayoría de las ocasiones en una vuelta a la convivencia. «La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», apunta Amelia Matute, que ha realizado el estudio, dirigida por Andrés Soriano Díaz.

La autora trabajó con 153 hombres que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en Comunidades Terapéuticas andaluzas, con edades comprendidas entre 20 y 65 años; todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína. A todos ellos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

Esta investigación ha venido a aportar un conocimiento real del fenómeno de la violencia de género en un sector de población del que no se tenían datos. En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo como pone de manifiesto este estudio que es la población drogodependiente.

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Seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según estudio de la UGR

Aproximadamente seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada (UGR) que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.

El estudio ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4 por ciento de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, siendo la conducta violenta menos desarrollada la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5 por ciento) y la más desarrollada (72,4 por ciento) «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses». Además, el 63,5 por ciento de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios, o con quien habla». La tasa de violencia física oscila entre el 6,5 y el 21 por ciento, mientras que la violencia psicológica oscila entre el 7,3 y el 72,4 por ciento, informó la UGR.

El trabajo indica además que el 51 por ciento de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto tiene consecuencias importantes para ellas, no están dispuestos a dejar la relación, ni a que ellas los abandonen, utilizando para ello las estrategias que sean necesarias.

Asimismo, en este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa, la desvalorización ideológico-religiosa, el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

SEPARACIONES TEMPORALES

Según los resultados de la investigación, se han producido separaciones en el 78,8 por ciento de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales, terminando en la mayoría de las ocasiones en una vuelta a la convivencia. «La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», apunta Amelia Matute, que ha realizado el estudio, dirigida por Andrés Soriano Díaz.

La autora trabajó con 153 hombres que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en Comunidades Terapéuticas andaluzas, con edades comprendidas entre 20 y 65 años; todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína. A todos ellos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

Esta investigación ha venido a aportar un conocimiento real del fenómeno de la violencia de género en un sector de población del que no se tenían datos. En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo como pone de manifiesto este estudio que es la población drogodependiente.

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Seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según estudio de la UGR

Aproximadamente seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada (UGR) que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.

El estudio ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4 por ciento de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, siendo la conducta violenta menos desarrollada la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5 por ciento) y la más desarrollada (72,4 por ciento) «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses». Además, el 63,5 por ciento de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios, o con quien habla». La tasa de violencia física oscila entre el 6,5 y el 21 por ciento, mientras que la violencia psicológica oscila entre el 7,3 y el 72,4 por ciento, informó la UGR.

El trabajo indica además que el 51 por ciento de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto tiene consecuencias importantes para ellas, no están dispuestos a dejar la relación, ni a que ellas los abandonen, utilizando para ello las estrategias que sean necesarias.

Asimismo, en este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa, la desvalorización ideológico-religiosa, el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

SEPARACIONES TEMPORALES

Según los resultados de la investigación, se han producido separaciones en el 78,8 por ciento de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales, terminando en la mayoría de las ocasiones en una vuelta a la convivencia. «La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», apunta Amelia Matute, que ha realizado el estudio, dirigida por Andrés Soriano Díaz.

La autora trabajó con 153 hombres que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en Comunidades Terapéuticas andaluzas, con edades comprendidas entre 20 y 65 años; todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína. A todos ellos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

Esta investigación ha venido a aportar un conocimiento real del fenómeno de la violencia de género en un sector de población del que no se tenían datos. En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo como pone de manifiesto este estudio que es la población drogodependiente.

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Seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según estudio de la UGR

Aproximadamente seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada (UGR) que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.

El estudio ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4 por ciento de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, siendo la conducta violenta menos desarrollada la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5 por ciento) y la más desarrollada (72,4 por ciento) «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses». Además, el 63,5 por ciento de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios, o con quien habla». La tasa de violencia física oscila entre el 6,5 y el 21 por ciento, mientras que la violencia psicológica oscila entre el 7,3 y el 72,4 por ciento, informó la UGR.

El trabajo indica además que el 51 por ciento de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto tiene consecuencias importantes para ellas, no están dispuestos a dejar la relación, ni a que ellas los abandonen, utilizando para ello las estrategias que sean necesarias.

Asimismo, en este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa, la desvalorización ideológico-religiosa, el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

Separaciones temporales

Según los resultados de la investigación, se han producido separaciones en el 78,8 por ciento de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales, terminando en la mayoría de las ocasiones en una vuelta a la convivencia. «La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», apunta Amelia Matute, que ha realizado el estudio, dirigida por Andrés Soriano Díaz.

La autora trabajó con 153 hombres que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en Comunidades Terapéuticas andaluzas, con edades comprendidas entre 20 y 65 años; todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína. A todos ellos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

Esta investigación ha venido a aportar un conocimiento real del fenómeno de la violencia de género en un sector de población del que no se tenían datos. En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo como pone de manifiesto este estudio que es la población drogodependiente.

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Seis de cada diez hombres drogodependientes son violentos con sus parejas

Seis de cada 10 hombres drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio de la Universidad de Granada, que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia machista, tanto física como psicológica, ejercida hacia la mujer por este grupo de la población.

El estudio, elaborado por el departamento de Pedagogía, ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4% de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, ha informado hoy la Universidad de Granada.

La conducta violenta menos desarrollada es la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5%) y la más desarrollada (72,4%) la de «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses».

Además, el 63,5% de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios y con quien habla».

La tasa de violencia física oscila entre el 6,5% y el 21%, mientras que la psicológica va del 7,3% al 72,4%.

El trabajo revela que el 51% de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto acarrea graves consecuencias para ellas, no están dispuestos a dejar la relación ni a que ellas los abandonen, para lo que utiliza las estrategias que sean necesarias.

En este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa y la desvalorización ideológico-religiosa.

Les siguen el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

La investigación, llevada a cabo por Amelia Matute López y dirigida por Andrés Soriano Díaz, fue elaborada sobre 153 hombres de entre 20 y 65 años que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en comunidades terapéuticas andaluzas.

Todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína, y a todos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

El estudio revela que se han producido separaciones en el 78,8% de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales y la mayoría termina en una vuelta a la convivencia.

«La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», según Matute.

La investigación, según sus autores, aporta un conocimiento real del fenómeno de la violencia machista en un sector de población del que no se tenían datos.

En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo, como la drogodependiente, según la Universidad de Granada.

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Seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según estudio de la UGR

Aproximadamente seis de cada diez varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada (UGR) que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.

El estudio ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4 por ciento de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, siendo la conducta violenta menos desarrollada la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5 por ciento) y la más desarrollada (72,4 por ciento) «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses». Además, el 63,5 por ciento de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios, o con quien habla». La tasa de violencia física oscila entre el 6,5 y el 21 por ciento, mientras que la violencia psicológica oscila entre el 7,3 y el 72,4 por ciento, informó la UGR.  

El trabajo indica además que el 51 por ciento de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto tiene consecuencias importantes para ellas, no están dispuestos a dejar la relación, ni a que ellas los abandonen, utilizando para ello las estrategias que sean necesarias.

Asimismo, en este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa, la desvalorización ideológico-religiosa, el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

SEPARACIONES TEMPORALES

Según los resultados de la investigación, se han producido separaciones en el 78,8 por ciento de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales, terminando en la mayoría de las ocasiones en una vuelta a la convivencia. «La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», apunta Amelia Matute, que ha realizado el estudio, dirigida por Andrés Soriano Díaz.

La autora trabajó con 153 hombres que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en Comunidades Terapéuticas andaluzas, con edades comprendidas entre 20 y 65 años; todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína. A todos ellos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

Esta investigación ha venido a aportar un conocimiento real del fenómeno de la violencia de género en un sector de población del que no se tenían datos. En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo como pone de manifiesto este estudio que es la población drogodependiente.

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Seis de cada diez hombres drogodependientes son violentos con sus parejas

Granada, 22 jul (EFE).- Seis de cada 10 hombres drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio de la Universidad de Granada, que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia machista, tanto física como psicológica, ejercida hacia la mujer por este grupo de la población.
El estudio, elaborado por el departamento de Pedagogía, ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4% de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, ha informado hoy la Universidad de Granada.
La conducta violenta menos desarrollada es la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5%) y la más desarrollada (72,4%) la de «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses».
Además, el 63,5% de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios y con quien habla».
La tasa de violencia física oscila entre el 6,5% y el 21%, mientras que la psicológica va del 7,3% al 72,4%.
El trabajo revela que el 51% de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto acarrea graves consecuencias para ellas, no están dispuestos a dejar la relación ni a que ellas los abandonen, para lo que utiliza las estrategias que sean necesarias.
En este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa y la desvalorización ideológico-religiosa.
Les siguen el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.
La investigación, llevada a cabo por Amelia Matute López y dirigida por Andrés Soriano Díaz, fue elaborada sobre 153 hombres de entre 20 y 65 años que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en comunidades terapéuticas andaluzas.
Todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína, y a todos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.
El estudio revela que se han producido separaciones en el 78,8% de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales y la mayoría termina en una vuelta a la convivencia.
«La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», según Matute.
La investigación, según sus autores, aporta un conocimiento real del fenómeno de la violencia machista en un sector de población del que no se tenían datos.
En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo, como la drogodependiente, según la Universidad de Granada. EFE
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6 de cada 10 varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio de la UGR

Una investigación realizada en la Universidad de Granada pone de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas

Aproximadamente 6 de cada 10 varones drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio realizado en el Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia de género (tanto física como psicológica) ejercida hacia la mujer en las relaciones de pareja por la población drogodependiente y las tipologías más desarrolladas, así como las variables que aparecen asociadas a ella.

El estudio ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4% de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, siendo la conducta violenta menos desarrollada la de “la he obligado a abortar contra su deseo” (6,5%) y la más desarrollada (72,4%) “no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses”. Además, el 63,5% de los encuestados “quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios, con quien habla…”. La tasa de violencia física oscila entre el 6,5% y el 21%, mientras que la violencia psicológica oscila entre el 7,3% y el 72,4%.

Ellos son conscientes

El trabajo revela que el 51% de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto tiene consecuencias importantes para ellas, no están dispuestos a dejar la relación, ni a que ellas los abandonen, utilizando para ello las estrategias que sean necesarias.

Además, en este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa, la desvalorización ideológico-religiosa, el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

Esta investigación ha sido llevada a cabo por Amelia Matute López, y dirigida por Andrés Soriano Díaz. Su autora trabajó con 153 hombres que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en Comunidades Terapéuticas andaluzas, con edades comprendidas entre 20 y 65 años; todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína. A todos ellos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

La investigación realizada en la UGR revela que se han producido separaciones en el 78,8% de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales, terminando en la mayoría de las ocasiones en una vuelta a la convivencia. “La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas”, apunta Amelia Matute.

Esta investigación ha venido a aportar un conocimiento real del fenómeno de la violencia de género en un sector de población del que no se tenían datos. En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo como pone de manifiesto este estudio que es la población drogodependiente.

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Seis de cada diez drogodependientes son violentos con sus parejas

La conducta menos desarrollada es la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5%) y la que más (72,4%) la de «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses»

EFE Seis de cada 10 hombres drogodependientes ejercen algún tipo de violencia hacia sus parejas, según un estudio de la Universidad de Granada, que ha puesto de manifiesto la elevada tasa de incidencia de violencia machista, tanto física como psicológica, ejercida hacia la mujer por este grupo de la población.

El estudio, elaborado por el departamento de Pedagogía, ha revelado que entre el 6,5 y el 72,4% de la población reconoce que ejerce algún tipo de violencia hacia su pareja, ha informado la Universidad de Granada.

La conducta violenta menos desarrollada es la de «la he obligado a abortar contra su deseo» (6,5%) y la más desarrollada (72,4%) la de «no tiene en cuenta sus necesidades, deseos o intereses».

Además, el 63,5% de los encuestados «quiere saber qué hace su pareja en cada momento del día: sus horarios y con quien habla».

La tasa de violencia física oscila entre el 6,5% y el 21%, mientras que la psicológica va del 7,3% al 72,4%.

El trabajo revela que el 51% de los hombres drogodependientes son conscientes de que maltratan a sus parejas y, aunque saben que esto acarrea graves consecuencias para ellas, no están dispuestos a dejar la relación ni a que ellas los abandonen, para lo que utiliza las estrategias que sean necesarias.

En este colectivo las conductas de maltrato psicológico son más frecuentes que las de maltrato físico y, por categorías, las más representadas por orden de frecuencia son: el control personal, el abuso sexual, el abandono psicológico, el chantaje emocional por culpa y la desvalorización ideológico-religiosa.

Les siguen el abuso por rol de género, el chantaje emocional por obligación, el abuso económico, el chantaje emocional por temor, la pérdida de control personal y el aislamiento social.

La investigación, llevada a cabo por Amelia Matute López y dirigida por Andrés Soriano Díaz, fue elaborada sobre 153 hombres de entre 20 y 65 años que están recibiendo tratamiento de deshabituación de alguna drogodependencia en comunidades terapéuticas andaluzas.

Todos ellos eran consumidores de cocaína, alcohol, heroína o heroína-cocaína, y a todos se les pasó una batería de cuestionarios donde se recogía información sobre conductas violentas ejercidas en la pareja, así como información con la que se configuraban las diferentes variables seleccionadas.

El estudio revela que se han producido separaciones en el 78,8% de los casos, pero éstas suelen ser generalmente temporales y la mayoría termina en una vuelta a la convivencia.

«La presión de ellos y la concepción de la pareja basada en el desequilibrio, la entrega al otro y determinados mitos del amor romántico contribuyen al mantenimiento de ellas en este tipo de relaciones, a pesar de los costes en salud y bienestar que este tipo de relaciones tienen para ellas», según Matute.

La investigación, según sus autores, aporta un conocimiento real del fenómeno de la violencia machista en un sector de población del que no se tenían datos.

En España existen estudios sobre la población general, pero no en poblaciones específicas que podrían considerarse de alto riesgo, como la drogodependiente, según la Universidad de Granada.

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