IULV-CA exige trabajo conjunto a los responsables del gobierno municipal y de la Junta
La portavoz de IULV-CA en el Ayuntamiento de Granada, Lola Ruiz Domenech, ha criticado hoy en rueda de prensa “la actitud de los gobiernos responsables directos de la gestión, del cuidado y protección del patrimonio de nuestra ciudad en general, de sus barrios históricos y de sus monumentos, como la Muralla Zirí, por dedicar más esfuerzos en la confrontación que en la rehabilitación” afirma Lola Ruiz Domenech quien añade “al ciudadano o ciudadana de a pie no le preocupa de quien es la competencia sino que quien lo haga sea lo suficientemente competente como para realizar una rehabilitación adecuada, en los tiempos establecidos y sin sobre costes añadidos”.
La edil de la organización de izquierdas considera que de seguir así “lo que va a pasar con el patrimonio, con los barrios históricos, como el Albaicín y el Sacromonte, o con monumentos o restos arqueológicos como la Muralla Ziri es que “entre todos los mataron y ellos solos se murieron” sostiene Lola Ruiz Domenech, que considera que para que esto no suceda “los responsables de ambas administraciones deben de cambiar radicalmente de actitud, pasando de la confrontación a la colaboración, del individualismo a la cooperación y del tú eres incompetente al vamos a intentar ser juntos todo lo competentes que se merecen los granadinos y granadinas”.
Para la portavoz municipal “el caso de la Muralla Ziri es un ejemplo paradigmático de lo que no debe hacerse en ningún caso, ya que desde que se firmó el convenio han pasado diez años y no sólo no se ha terminado la rehabilitación, sino que ahora se paraliza y no se sabe hasta cuando por el enfrentamiento entre ambas administraciones” señala Lola Ruiz Domenech quien considera que “lo importante no es enfrentarse para ver quien lleva la obra, sino lo importante es ponerse de acuerdo, y hacerlo cuánto antes, tal y como exigió IULV-CA en el Consejo Rector de la Gerencia, para decidir qué obra se hace, cómo se distribuye el gasto y cómo se financia”.
Hace ya cerca de cuatro años, que IULV-CA denunció la inviabilidad del proyecto, después de haber consultado con prestigiosos arqueólogos como el profesor Malpica de la UGR, la profesora Julia Beltrán de Heredia, responsable de arqueología del Museo de Historia de Barcelona y presidenta del gremio, y a Antonio Vallejo, responsable de Medina Azahara, así como a otros prestigiosos historiadores medievales, que en todos los casos coinciden en que no era lógico que la solución a la muralla Zirí fuese dividir la intervención en dos fases, en dos soluciones distintas, de modo que primero se actuaba sobre el foso que discurre desde la Puerta de Monaita hasta la mitad de la muralla, y la segunda, desde este punto hasta el Arco de las Pesas donde se colocaría un paseo de madera sobre los escombros sin profundizar para conocer los restos que hay debajo.
“Ahora nos encontramos con la obra parada (desde hace tiempo) y con grandes losas de hormigón que han enterrado los restos arqueológicos y que no permiten saber si tras las lluvias que hemos tenido se ha acumulado agua y puede poner en peligro dichos restos” apunta Lola Ruiz Domenech por lo que exige que “lo primero que hay que hacer es eliminar esas grandes losas de hormigón, dejar los restos arqueológicos para su estudio y análisis y sobre todo conocer las condiciones en que se encuentran”.
Lola Ruiz Domenech recordó que las recomendaciones de los expertos consultados se centraban en la excavación de la segunda fase porque sospechaban que podría descubrirse una segunda muralla zirí-bereber de una época muy importante para Granada, ya que consideraban que mantener la montaña de sedimentos y construir el pasadizo que estaba previsto, es una solución anticuada que no tiene nada que ver con las resoluciones arqueológico-museísticas vigentes en la comunidad internacional, porque no responde al reto que supone un monumento de esas características y porque se pierde una ocasión de oro para mostrar a los granadinos y granadinas y personas que nos visitan como era una construcción defensiva de la cultura ziri-bereber del siglo XI, además que es dar marcha atrás en la concepción de protección y mantenimiento de los bienes culturales y podría entrar en contradicción con la reglamentación comunitaria.
“Por eso lo urgente es que los responsables de la gestión de las dos administraciones, Ayuntamiento y Junta de Andalucía, se pongan de acuerdo y diseñen una forma conjunta para llevar a cabo estas actuaciones de manera que se reinicien los trabajos lo más rápidamente que se pueda, se liberen los paños actualmente ocultos de forma que se pueda comprobar que los restos arqueológicos son una parte importante del patrimonio y por lo tanto debe ser estudiado, preservado y difundido como un valor social y también económico, y esto se tiene que hacer conjuntamente las dos administraciones y no peleando como criaturas pequeñas”.
En palabras de Lola Ruiz Domenech “se trata de buscar los caminos conjuntos para actuar de manera positiva en la ciudad, para que los vecinos y vecinas de Granada en general y los de los barrios históricos en particular, que ven como sus casas se desmoronan, comprueben que tienen unos representantes públicos que, por encima de diferencias políticas e intereses partidarios, sitúan el interés general que en este caso es el cuidado y rehabilitación de los restos arqueológicos y de las edificaciones que se nos están cayendo a pedazos” Para ello, la edil de la organización de izquierdas considera que lo lógico y lo razonable es que nuestra ciudad contase con un Plan director de las murallas de Granada donde estuviese previsto su estudio y recuperación a largo plazo siguiendo unos mismos criterios. Al mismo tiempo que, partiendo de la prevención en la planificación urbanística y de una coordinación, trabajo conjunto y lealtad institucional entre las dos administraciones implicadas, Ayuntamiento de Granada y Junta de Andalucía, además de poder contar con al Universidad de Granada, se creara un “Laboratorio de arqueología” con personal suficiente y adecuado (en Córdoba cuentan con uno integrado por treinta y seis personas)“ que además de ser una forma adecuada de intervenir coordinadamente en el patrimonio, supondría crear empleo, algo muy necesario siempre y más en estos momentos de crisis, potenciar la economía con formas que en vez de ser depredadoras, se centran en la recuperación de nuestro pasado, de nuestra historia con todo el potencial económico, turístico, educativo y cultural que tiene” concluye Lola Ruiz Domenech.
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