Antonio Carvajal: “En la \’poetambre\’ se confunden las vacas sagradas con los cabritos”
Este poeta granadino, profesor universitario, publicó un libro de poesía que tituló “Tigres en el jardín”, y no leones en los patios de las casas de esta ciudad tan cultural. Delicioso libro. Entre otras, ha dicho a GD cosas como esta: «el poeta no está donde se supone, allí no queda nada. El poeta está en sus obras…”
Antonio Carvajal es poeta. También es profesor titular de Métrica en el área de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Posee premios muy serios, como el de la Crítica, y sus libros tan variados de poesía son como amaneceres de agua, de flores y de ese amor que es siempre infinito. Su lingüística es sensata y bella, y su métrica ecuánime. Y sus poemas no nos hacen dormir en el Parnaso. Dirige actualmente, la Cátedra Federico García Lorca. Es un granadino cateto de Albolote, sin aspavientos y sin ruidos molestos. Ama a Granada, y también a esa localidad trabajadora de Albolote. “A veces el amor tiene caricias frías, como navajas de barbero”, escribe Antonio Carvajal. ¿Podríamos definir a Granada, con respecto a los granadinos, ellas y ellos, como ese amor que nos acaricia frío como navaja de fígaro? A mí no me disgusta la definición, aunque supongo que a los granadinos y a las granadinas de pelaje inmóvil no les agradará en demasía. Amigo Antonio, tu pluma que vuele siempre, y que tus poemas sean el reflejo de lo que puso ser y no fue. Pero siempre, que perdure el amor sobre las cosas vacuas que reflejan vivamente el egoísmo de los seres humanos.
Pregunta.- Nuestra Granada es como un reloj de palo que da las horas y los minutos de madera… ¿Y qué piensa usted de eso tan granadino de borrar a las personas, me refiero a todo lo que acontece con la obra de nuestro querido poeta amigo Javier Egea?
Respuesta.- Hay muchas Granadas, una que trabaja y prepara la difusión de la obra de Egea, otra que quiere apropiársela con no sé qué fin oscuro, otra que censura, otra que sigue en espera… Las descalificaciones o los elogios totalizadores no son de aplicación a nuestra ciudad.
P.- Las “cosas” de los cristianos granadinos actuales y de la morisma que fue granadina, son cosas que nunca se llevan todo lo bien que deberían… ¿En el plano cultural, que aportaciones haría usted para que se le escuche en esto del Milenio Zirí, y dado que va tan despacio que parece que anda más lento de lo que debería y sin saber qué será culturalmente?
«Hay muchas Granadas, una que trabaja y prepara la difusión de la obra de Egea, otra que quiere apropiársela con no sé qué fin oscuro, otra que censura, otra que sigue en espera…»
R.- Escarmentado con el centenario de Elena Martín Vivaldi y otros aniversarios, prefiero no multiplicar por diez los ensueños milenaristas. El proyecto está en buenas manos, y espero que no las dejen vacías. Por otra parte, no debemos olvidar que la inmensa mayoría de los españoles de hoy somos descendientes y herederos de la gloria de quienes expulsaron a los moriscos o los asimilaron hasta el olvido.
P.- Quizá a Federico García Lorca, se le esté haciendo un daño irreparable con lo de la fosa en la que se presupone que está enterrado junto a sus compañeros de infortunio y asesinato… ¿Y qué sería lo correcto para salir de dudas, y para que Lorca no sufra más asesinatos?
R.- Afortunadamente hay métodos científicos para identificar y devolver los restos de las víctimas a quienes sienten el deber de piedad de una manera y dejar en paz y en el sitio que ocupan los restos de la Víctima, sin identificar, por exclusión . Y modos eficaces de evitar el acoso de carrroñeros. Pero el poeta no está donde se supone, allí no queda nada: “El hombre, en muriendo, se acabó” (Libro de Job). El poeta está en sus obras, “monumento más duradero que el bronce” (Horacio).
P.- La cultura y la ciudad, Granada, por excelencia cultural entre ciudades y urbes… ¿La cultura en Granada goza de la salud cultural necesaria para que Granada sea una ciudad cultural por excelencia dentro del panorama cultural patrio?
R.- Granada tiene un enorme potencia cultural y podría destacar entre todas las ciudades si pusiera los medios y barriera de su fértil suelo a la “culturambre” que la mal dirige , la limita y la arruina. Pero se hacen buenas cosas, como la colección de arte contemporáneo de la Universidad, ejemplo de la generosidad de su promotor, Francisco Fernández, admirablemente correspondida por tantos artistas, generosidad que desmiente la secular acusación de cicatería contra los granadinos.
P.- La democracia, eso, debe de ser transparente y no opaca… ¿La Universidad de Granada (UGR), va por los caminos democráticos que son necesarios para las universidades, o está como el Guadiana?
R.- Las instituciones no deben confundirse con quienes las administran aunque transitoriamente adquieran el perfil de un dirigente o grupo determinados. La españolísima Universidad de Granada es un fiel reflejo de la sociedad de la que nació y se nutre. Y es democrática. El error, que afecta a todo el sistema educativo, es no darse cuenta de que lo democrático no es predicable de la transmisión y adquisición de saberes.
P.- Bastantes criaturas humanas de esta ciudad de Granada, también algunos exógenos afincados en ella, expresan que Granada es más difícil que las integrales matemáticas… ¿Usted cree que Granada está bien gobernada municipalmente, o necesita un cambio que abra puertas y ventanas?
Fosa de Lorca: «El poeta no está donde se supone, allí no queda nada: “El hombre, en muriendo, se acabó” (Libro de Job). El poeta está en sus obras, “monumento más duradero que el bronce” (Horacio)»
R.- Don Antonio Jara, con sus dos primeros equipos, demostró que Granada es una ciudad gobernable. Los ocho años iniciales de gobierno democrático fueron tan fecundos que, aun mal administrados por quienes llegaron después, siempre elegidos por los granadinos con derecho a voto, todavía permiten vivir políticamente de sus rentas. Lo malo es que los granadinos han conseguido cambiar su microclima, y en las noches de verano ya no se puede dormir como se dormía antaño y las pesadillas son muy malas.
P.- Sigamos con los bellísimos politiqueos… ¿Y en el plano autonómico, también Andalucía necesita urgente un cambio que abra las otras puertas y ventanas, y dado que no se debe, por frescura política, estar tantos años gobernados y administrados por los mismos y las mismas?
R.- El cambio en Andalucía debiera venir por la izquierda y es normal, dada la poquita memoria que se tiene y el mal ejemplo de algunos cambios (véanse los de Granada), que el pueblo soberano prefiera lo malo conocido a lo peor que nos puede sobrevenir. Pero Izquierda Unida, esa amalgama indiscernible, hizo la pinza, se cubrió de miseria y nos cerró el horizonte. No conozco por ahora ningún programa que nos ilumine el futuro.
P.- Más politiqueos bellísimos, y no porque el hombre sea un animal político, que lo es en eso de votar… ¿Y qué se puede hacer políticamente el pueblo soberano, y ya que parece que la izquierda es poco ética y la derecha amoral?
R.- Lavarse los ojos con menos rocío y más agua de venero profundo. Y hacer gárgaras con agua hervida, no con agua bendita.
P.- La Poesía, dijo Celaya, es un arma cargada de futuro… ¿Le parece que existe un rebelión actual de poetas granadinos contra las supuestas vacas sagradas de la poesía en Granada? ¿Existen las vacas sagradas en la poesía granadina y los acólitos, o son habladurías de los martinicos de los fogones?
R.- En Granada hay excelentes poetas, aunque alguno, como Miguel d’Ors, se nos haya ido sin despedirse ni hacer ruido. Pero el cambio de microclima en Granada no sólo altera los sueños de verano, también distorsiona la visión. En la “poetambre”, se confunden las vacas sagradas con los cabritos.
P.- A mí cada vez me cuesta más reconocer Granada, tanta obra moderna y funcional… ¿Usted cree que el inmortal barrio del Albayzín, patrimonio de no sé qué, es una tentación inmobiliaria para los del ladrillo y el hormigón? ¿Dejará morir el PP al Albayzín, y por el bien de le especulación inmobiliaria?
R.- Si sólo fuera el PP el destructor del Albayzín, no sería tan grave el problema. En cuanto a la funcionalidad hay que razonar con tiento. El espantoso edificio del Banco de Santander o el inane de Siza dignificarían cualquier barriada moderna. Repregunta: ¿Cómo se puede premiar internacionalmente la sede de Caja Granada, que reproduce, multiplicada, la dificultad de acceso al viandante tan certeramente criticada en el edificio de Correos de Puerta Real?
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