La Opinión

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Pág. 42: Desmontan el mito del beso que Víctor Hugo dio a Alejandro Sawa
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Pág. 51 y 52: Garmendia: \»Bolonia es irreversible y no cederemos ante la violencia\»
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Desmontan mito del beso de Víctor Hugo a Alejandro Sawa, el bohemio heroico

Desmontan mito del beso de Víctor Hugo a Alejandro Sawa, el bohemio heroico

La profesora de la Universidad de Granada Amelina Correa ha desmontado la leyenda del beso que el escritor Alejandro Sawa recibió en París de Víctor Hugo, en «Alejandro Sawa. Luces de bohemia», Premio Antonio Domínguez Ortiz de Biografías 2008 por su «exhaustiva labor de investigación».

La biografía determina y concreta fechas, hechos y viajes del «bohemio heroico» que fue Alejandro Sawa y desmonta leyendas como la de que Hugo le besó en la frente, a resultas de lo cual Sawa ya nunca volvió a lavarse la cara para no borrar el ósculo del genio, una costumbre de la que presumía por los tugurios madrileños.

En 2009 se cumplirá el centenario de la muerte de Sawa, en quien Valle-Inclán se inspiró para su Max Estrella, protagonista de «Luces de bohemia», y que nació en 1862 en Sevilla y pasó parte de su infancia en Málaga.

Amelina Correa explicó a Efe que Sawa «desarrolló su trayectoria literaria en Madrid y París a finales del siglo diecinueve y principios del veinte, pertenecía a una familia proveniente de Grecia que se asentó en la localidad sevillana de Carmona para, desde ahí, dar el salto a la capital hispalense».

«He podido rastrear y documentar esa diáspora de sus antecesores desde la Esmirna pre-turca hasta el número 26 de la calle de San Pedro Mártir en Sevilla, morada en aquellos tiempos de abogados, procuradores, militares y prósperos comerciantes en la que nacería Alejandro en 1862», añadió.

En la misma calle sevillana nacieron varios años después su luego amigo Manuel Machado, que le dedicará un conocido y hermoso «Epitafio» en verso a su muerte, y Rafael de León, tal y como hoy lo recuerdan sendas placas conmemorativas -el único que carece de placa en la calle es Sawa, lamentó Correa-.

Entre las aportaciones de su investigación, Correa destacó «numerosas fechas como, por ejemplo, el traslado de su padre desde la señorial Carmona a la capital sevillana, el posterior traslado de toda la familia a Málaga, el viaje del todavía adolescente Alejandro a Madrid, donde pronto le seguirá su familia, y una datación que desmiente numerosas informaciones erróneas sobre sus, en realidad, dos viajes a París, y no sólo uno como hasta ahora algunos creían».

«Me ha conmovido especialmente la lectura del epistolario íntimo que mantuvo con su compañera y luego esposa Jeanne Poirier, traducido ahora por primera vez al español y por el que descubrimos que su fructífera estancia en París no sólo le propició el intenso contacto con la literatura simbolista, acentuándose aún más su muy marcado culto hacia la belleza, sino que fue también la ciudad de sus enormes deudas», señaló la biógrafa.

Esas deudas se debieron a préstamos motivados por «las visitas fugaces al Casino belga de Spa en busca de la piedra filosofal de la ruleta», señaló Correa en alusión a los intentos de Sawa de dar con un método para ganar en este juego.

«Una vida literaturizada que acabó incorporándose en la esencia literaria del personaje valleinclaniano de Max Estrella, que encarna la tragedia absurda de tantos escritores que acabaron fracasando en la turbia e inestable vida cultural de la España de finales del siglo XIX y comienzos del XX», añadió en referencia a las múltiples alusiones al escritor-personaje que han hecho tantos escritores de su época y posteriores.

Los primeros contactos de la biógrafa con Sawa y con su única heredera, Carmen Calleja, datan de 1989 con motivo de un estudio que realizaba sobre su novelística y que editó en 1993, ampliándolo después con la publicación de diversos artículos en revistas especializadas.
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Desmontan el mito del beso de Víctor Hugo a Alejandro Sawa, el bohemio heroico

Desmontan el mito del beso de Víctor Hugo a Alejandro Sawa, el bohemio heroico

La profesora de la Universidad de Granada Amelina Correa ha desmontado la leyenda del beso que el escritor Alejandro Sawa recibió en París de Víctor Hugo, en «Alejandro Sawa. Luces de bohemia», Premio Antonio Domínguez Ortiz de Biografías 2008 por su «exhaustiva labor de investigación».

La biografía determina y concreta fechas, hechos y viajes del «bohemio heroico» que fue Alejandro Sawa y desmonta leyendas como la de que Hugo le besó en la frente, a resultas de lo cual Sawa ya nunca volvió a lavarse la cara para no borrar el ósculo del genio, una costumbre de la que presumía por los tugurios madrileños.

En 2009 se cumplirá el centenario de la muerte de Sawa, en quien Valle-Inclán se inspiró para su Max Estrella, protagonista de «Luces de bohemia», y que nació en 1862 en Sevilla y pasó parte de su infancia en Málaga.

Amelina Correa explicó a Efe que Sawa «desarrolló su trayectoria literaria en Madrid y París a finales del siglo diecinueve y principios del veinte, pertenecía a una familia proveniente de Grecia que se asentó en la localidad sevillana de Carmona para, desde ahí, dar el salto a la capital hispalense».

«He podido rastrear y documentar esa diáspora de sus antecesores desde la Esmirna pre-turca hasta el número 26 de la calle de San Pedro Mártir en Sevilla, morada en aquellos tiempos de abogados, procuradores, militares y prósperos comerciantes en la que nacería Alejandro en 1862», añadió.

En la misma calle sevillana nacieron varios años después su luego amigo Manuel Machado, que le dedicará un conocido y hermoso «Epitafio» en verso a su muerte, y Rafael de León, tal y como hoy lo recuerdan sendas placas conmemorativas -el único que carece de placa en la calle es Sawa, lamentó Correa-.

Entre las aportaciones de su investigación, Correa destacó «numerosas fechas como, por ejemplo, el traslado de su padre desde la señorial Carmona a la capital sevillana, el posterior traslado de toda la familia a Málaga, el viaje del todavía adolescente Alejandro a Madrid, donde pronto le seguirá su familia, y una datación que desmiente numerosas informaciones erróneas sobre sus, en realidad, dos viajes a París, y no sólo uno como hasta ahora algunos creían».

«Me ha conmovido especialmente la lectura del epistolario íntimo que mantuvo con su compañera y luego esposa Jeanne Poirier, traducido ahora por primera vez al español y por el que descubrimos que su fructífera estancia en París no sólo le propició el intenso contacto con la literatura simbolista, acentuándose aún más su muy marcado culto hacia la belleza, sino que fue también la ciudad de sus enormes deudas», señaló la biógrafa.

Esas deudas se debieron a préstamos motivados por «las visitas fugaces al Casino belga de Spa en busca de la piedra filosofal de la ruleta», señaló Correa en alusión a los intentos de Sawa de dar con un método para ganar en este juego.

«Una vida literaturizada que acabó incorporándose en la esencia literaria del personaje valleinclaniano de Max Estrella, que encarna la tragedia absurda de tantos escritores que acabaron fracasando en la turbia e inestable vida cultural de la España de finales del siglo XIX y comienzos del XX», añadió en referencia a las múltiples alusiones al escritor-personaje que han hecho tantos escritores de su época y posteriores.

Los primeros contactos de la biógrafa con Sawa y con su única heredera, Carmen Calleja, datan de 1989 con motivo de un estudio que realizaba sobre su novelística y que editó en 1993, ampliándolo después con la publicación de diversos artículos en revistas especializadas.
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Víctor Hugo nunca besó a Alejandro Sawa, el héroe de los bohemios españoles

Víctor Hugo nunca besó a Alejandro Sawa, el héroe de los bohemios españoles

La profesora de la Universidad de Granada Amelina Correa ha desmontado la leyenda del beso que el escritor Alejandro Sawa recibió en París de Víctor Hugo, en «Alejandro Sawa. Luces de bohemia», Premio Antonio Domínguez Ortiz de Biografías 2008 por su «exhaustiva labor de investigación».
La biografía determina y concreta fechas, hechos y viajes del «bohemio heroico» que fue Alejandro Sawa y desmonta leyendas como la de que Hugo le besó en la frente, a resultas de lo cual Sawa ya nunca volvió a lavarse la cara para no borrar el ósculo del genio, una costumbre de la que presumía por los tugurios madrileños.

En 2009 se cumplirá el centenario de la muerte de Sawa, en quien Valle-Inclán se inspiró para su Max Estrella, protagonista de «Luces de bohemia», y que nació en 1862 en Sevilla y pasó parte de su infancia en Málaga.

Amelina Correa explicó a Efe que Sawa «desarrolló su trayectoria literaria en Madrid y París a finales del siglo diecinueve y principios del veinte, pertenecía a una familia proveniente de Grecia que se asentó en la localidad sevillana de Carmona para, desde ahí, dar el salto a la capital hispalense».

«He podido rastrear y documentar esa diáspora de sus antecesores desde la Esmirna pre-turca hasta el número 26 de la calle de San Pedro Mártir en Sevilla, morada en aquellos tiempos de abogados, procuradores, militares y prósperos comerciantes en la que nacería Alejandro en 1862», añadió.

En la misma calle sevillana nacieron varios años después su luego amigo Manuel Machado, que le dedicará un conocido y hermoso «Epitafio» en verso a su muerte, y Rafael de León, tal y como hoy lo recuerdan sendas placas conmemorativas -el único que carece de placa en la calle es Sawa, lamentó Correa-.

Entre las aportaciones de su investigación, Correa destacó «numerosas fechas como, por ejemplo, el traslado de su padre desde la señorial Carmona a la capital sevillana, el posterior traslado de toda la familia a Málaga, el viaje del todavía adolescente Alejandro a Madrid, donde pronto le seguirá su familia, y una datación que desmiente numerosas informaciones erróneas sobre sus, en realidad, dos viajes a París, y no sólo uno como hasta ahora algunos creían».

«Me ha conmovido especialmente la lectura del epistolario íntimo que mantuvo con su compañera y luego esposa Jeanne Poirier, traducido ahora por primera vez al español y por el que descubrimos que su fructífera estancia en París no sólo le propició el intenso contacto con la literatura simbolista, acentuándose aún más su muy marcado culto hacia la belleza, sino que fue también la ciudad de sus enormes deudas», señaló la biógrafa.

Esas deudas se debieron a préstamos motivados por «las visitas fugaces al Casino belga de Spa en busca de la piedra filosofal de la ruleta», señaló Correa en alusión a los intentos de Sawa de dar con un método para ganar en este juego.

«Una vida literaturizada que acabó incorporándose en la esencia literaria del personaje valleinclaniano de Max Estrella, que encarna la tragedia absurda de tantos escritores que acabaron fracasando en la turbia e inestable vida cultural de la España de finales del siglo XIX y comienzos del XX», añadió en referencia a las múltiples alusiones al escritor-personaje que han hecho tantos escritores de su época y posteriores.

Los primeros contactos de la biógrafa con Sawa y con su única heredera, Carmen Calleja, datan de 1989 con motivo de un estudio que realizaba sobre su novelística y que editó en 1993, ampliándolo después con la publicación de diversos artículos en revistas especializadas.
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Desmontan el mito del beso de Víctor Hugo a Alejandro Sawa, el bohemio heroico

Desmontan el mito del beso de Víctor Hugo a Alejandro Sawa, el bohemio heroico

La profesora de la Universidad de Granada Amelina Correa ha desmontado la leyenda del beso que el escritor Alejandro Sawa recibió en París de Víctor Hugo, en \’Alejandro Sawa. Luces de bohemia\’, Premio Antonio Domínguez Ortiz de Biografías 2008 por su \’exhaustiva labor de investigación\’.

La biografía determina y concreta fechas, hechos y viajes del \’bohemio heroico\’ que fue Alejandro Sawa y desmonta leyendas como la de que Hugo le besó en la frente, a resultas de lo cual Sawa ya nunca volvió a lavarse la cara para no borrar el ósculo del genio, una costumbre de la que presumía por los tugurios madrileños.

En 2009 se cumplirá el centenario de la muerte de Sawa, en quien Valle-Inclán se inspiró para su Max Estrella, protagonista de \’Luces de bohemia\’, y que nació en 1862 en Sevilla y pasó parte de su infancia en Málaga.

Amelina Correa explicó a Efe que Sawa \’desarrolló su trayectoria literaria en Madrid y París a finales del siglo diecinueve y principios del veinte, pertenecía a una familia proveniente de Grecia que se asentó en la localidad sevillana de Carmona para, desde ahí, dar el salto a la capital hispalense\’.

\’He podido rastrear y documentar esa diáspora de sus antecesores desde la Esmirna pre-turca hasta el número 26 de la calle de San Pedro Mártir en Sevilla, morada en aquellos tiempos de abogados, procuradores, militares y prósperos comerciantes en la que nacería Alejandro en 1862\’, añadió.

En la misma calle sevillana nacieron varios años después su luego amigo Manuel Machado, que le dedicará un conocido y hermoso \’Epitafio\’ en verso a su muerte, y Rafael de León, tal y como hoy lo recuerdan sendas placas conmemorativas -el único que carece de placa en la calle es Sawa, lamentó Correa-.

Entre las aportaciones de su investigación, Correa destacó \’numerosas fechas como, por ejemplo, el traslado de su padre desde la señorial Carmona a la capital sevillana, el posterior traslado de toda la familia a Málaga, el viaje del todavía adolescente Alejandro a Madrid, donde pronto le seguirá su familia, y una datación que desmiente numerosas informaciones erróneas sobre sus, en realidad, dos viajes a París, y no sólo uno como hasta ahora algunos creían\’.

\’Me ha conmovido especialmente la lectura del epistolario íntimo que mantuvo con su compañera y luego esposa Jeanne Poirier, traducido ahora por primera vez al español y por el que descubrimos que su fructífera estancia en París no sólo le propició el intenso contacto con la literatura simbolista, acentuándose aún más su muy marcado culto hacia la belleza, sino que fue también la ciudad de sus enormes deudas\’, señaló la biógrafa.

Esas deudas se debieron a préstamos motivados por \’las visitas fugaces al Casino belga de Spa en busca de la piedra filosofal de la ruleta\’, señaló Correa en alusión a los intentos de Sawa de dar con un método para ganar en este juego.

\’Una vida literaturizada que acabó incorporándose en la esencia literaria del personaje valleinclaniano de Max Estrella, que encarna la tragedia absurda de tantos escritores que acabaron fracasando en la turbia e inestable vida cultural de la España de finales del siglo XIX y comienzos del XX\’, añadió en referencia a las múltiples alusiones al escritor-personaje que han hecho tantos escritores de su época y posteriores.

Los primeros contactos de la biógrafa con Sawa y con su única heredera, Carmen Calleja, datan de 1989 con motivo de un estudio que realizaba sobre su novelística y que editó en 1993, ampliándolo después con la publicación de diversos artículos en revistas especializadas.
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Desmontan mito del beso de Víctor Hugo a Alejandro Sawa, el bohemio heroico

Desmontan mito del beso de Víctor Hugo a Alejandro Sawa, el bohemio heroico

La profesora de la Universidad de Granada Amelina Correa ha desmontado la leyenda del beso que el escritor Alejandro Sawa recibió en París de Víctor Hugo, en «Alejandro Sawa. Luces de bohemia», Premio Antonio Domínguez Ortiz de Biografías 2008 por su «exhaustiva labor de investigación». La biografía determina y concreta fechas, hechos y viajes del «bohemio heroico» que fue Alejandro Sawa y desmonta leyendas como la de que Hugo le besó en la frente, a resultas de lo cual Sawa ya nunca volvió a lavarse la cara para no borrar el ósculo del genio, una costumbre de la que presumía por los tugurios madrileños.

En 2009 se cumplirá el centenario de la muerte de Sawa, en quien Valle-Inclán se inspiró para su Max Estrella, protagonista de «Luces de bohemia», y que nació en 1862 en Sevilla y pasó parte de su infancia en Málaga.

Amelina Correa explicó que Sawa «desarrolló su trayectoria literaria en Madrid y París a finales del siglo diecinueve y principios del veinte, pertenecía a una familia proveniente de Grecia que se asentó en la localidad sevillana de Carmona para, desde ahí, dar el salto a la capital hispalense».

«He podido rastrear y documentar esa diáspora de sus antecesores desde la Esmirna pre-turca hasta el número 26 de la calle de San Pedro Mártir en Sevilla, morada en aquellos tiempos de abogados, procuradores, militares y prósperos comerciantes en la que nacería Alejandro en 1862», añadió.

En la misma calle sevillana nacieron varios años después su luego amigo Manuel Machado, que le dedicará un conocido y hermoso «Epitafio» en verso a su muerte, y Rafael de León, tal y como hoy lo recuerdan sendas placas conmemorativas -el único que carece de placa en la calle es Sawa, lamentó Correa-.

Entre las aportaciones de su investigación, Correa destacó «numerosas fechas como, por ejemplo, el traslado de su padre desde la señorial Carmona a la capital sevillana, el posterior traslado de toda la familia a Málaga, el viaje del todavía adolescente Alejandro a Madrid, donde pronto le seguirá su familia, y una datación que desmiente numerosas informaciones erróneas sobre sus, en realidad, dos viajes a París, y no sólo uno como hasta ahora algunos creían».

«Me ha conmovido especialmente la lectura del epistolario íntimo que mantuvo con su compañera y luego esposa Jeanne Poirier, traducido ahora por primera vez al español y por el que descubrimos que su fructífera estancia en París no sólo le propició el intenso contacto con la literatura simbolista, acentuándose aún más su muy marcado culto hacia la belleza, sino que fue también la ciudad de sus enormes deudas», señaló la biógrafa.

Esas deudas se debieron a préstamos motivados por «las visitas fugaces al Casino belga de Spa en busca de la piedra filosofal de la ruleta», señaló Correa en alusión a los intentos de Sawa de dar con un método para ganar en este juego.

«Una vida literaturizada que acabó incorporándose en la esencia literaria del personaje valleinclaniano de Max Estrella, que encarna la tragedia absurda de tantos escritores que acabaron fracasando en la turbia e inestable vida cultural de la España de finales del siglo XIX y comienzos del XX», añadió en referencia a las múltiples alusiones al escritor-personaje que han hecho tantos escritores de su época y posteriores.

Los primeros contactos de la biógrafa con Sawa y con su única heredera, Carmen Calleja, datan de 1989 con motivo de un estudio que realizaba sobre su novelística y que editó en 1993, ampliándolo después con la publicación de diversos artículos en revistas especializadas.

«Desde entonces, su vida y su obra no dejaron de interesarme, y continué localizando trabajos periodísticos suyos y reseñas de sus novelas que, vistas en conjunto, contribuyen a dibujar un panorama bastante más complejo y pormenorizado de lo que fue el momento de entresiglos, tan propicio a este tipo de escritores \’raros y olvidados\'», explicó.
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Estudiantes de la UGR diseñan en Valencia acciones contra el Plan Bolonia

Estudiantes de la UGR diseñan en Valencia acciones contra el Plan Bolonia

Barajan la posibilidad de convocar una huelga global de alumnos y manifestarse Es un reconocimiento a la defensa de esta profesión durante toda su trayectoria

Una asamblea de estudiantes de la Universidad de Granada se reunió ayer en Valencia para preparar una acción conjunta contra el Plan Bolonia. Asambleas universitarias de diferentes ciudades españolas han celebrado un encuentro este fin de semana en Valencia para conocer la situación de cada universidad en relación con el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y coordinar acciones conjuntas y futuras reuniones.

Representantes de las asambleas de la Universitat de Barcelona y de la Autónoma de la Complutense y de la Carlos III de Madrid, así como de las de Granada, Sevilla y Málaga, entre otras, han participado en la reunión, en la que han decidido también mantener un segundo encuentro en marzo.

Antes de ese encuentro pondrán en marcha una jornada de lucha que aún no se ha concretado aunque, según las fuentes, se ha barajado la posibilidad de convocar una huelga global de estudiantes y de celebrar una manifestación que podría ser de todos en una misma ciudad.

El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Granada concede este año la medalla de oro al secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, que ocupó antes el puesto de director general de Farmacia del Ministerio de Sanidad y Consumo.

Con la concesión de esta medalla, el Colegio pretende reconocer «la defensa que de la oficina de farmacia y de la atención farmacéutica ha hecho Martínez Olmos», según explicaron en un comunicado. El galardonado, nacido en el municipio de Guadix, estudió en la Universidad de Granada y en su trayectoria profesional ha ocupado importantes cargos en el ámbito de la sanidad.
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Los extraños habitantes de la fachada de la Casa de los Tiros

Los extraños habitantes de la fachada de la Casa de los Tiros

Un estudio del profesor de la UGR Emilio Ángel Villanueva Muñoz recorre la simbología y los mitos de los monstruos del edificio, propia del Renacimiento

No eran héroes, sino perdedores. Los monstruos que adornan la fachada de la Casa de los Tiros transforman así su imagen a través de un estudio en el que el profesor de la Universidad de Granada (UGR) Emilio Ángel Villanueva Muñoz analiza desde una nueva perspectiva la simbología de los adornos que aparecen en el edificio.

En el trabajo, publicado con el título Monstruos del Renacimiento Español. La Casa de los Tiros en Granada, el profesor Villanueva da cuenta de que el edificio, que ya fue calificado por Vicente Lampérez y Romea como «la obra de un monomaníaco acosado de locura heroica», forma parte de un conjunto de mansiones renacentistas españolas «que utilizan la mitología clásica para desplegar un discurso simbólico destinado a ensalzar las virtudes de sus propietarios, con la particularidad, en este caso del museo granadino, de que el discurso heroico que se muestra en la fachada se intensifica en el interior haciéndose extraordinariamente explícito».

En su trabajo de investigación, Villanueva Muñoz alude a análisis arquitectónicos del edificio previos, así como a los que se han referido a su amplia y compleja iconografía. Entre ellos, Rafael López Guzmán habló en los años 80 del «ejemplo excepcional de la idea renacentista de la mansión del guerrero», ensalzando las hazañas heroicas de los que fueron los propietarios del palacio.

«Más recientemente -explica-, el palacio y sus aspectos simbólicos han sido abordados por Francisco González de la Oliva e Ignacio Hermoso Romero, quienes han incorporado a su análisis los descubrimientos hechos durante el proceso de restauración que se llevó a cabo entre 1991 y 1994».

Así, y teniendo en cuenta que todos los estudios de la Casa de los Tiros han sido realizados desde la perspectiva de los héroes, Villanueva se propuso, por su parte, invertir el orden de aproximación a los contenidos simbólicos del edificio para ofrecer otro punto de vista, el de sus adversarios: los monstruos. «Éstas son unas imágenes menos destacadas, oscurecidas por el brillo de los vencedores, que siendo componentes importantes de los mismos mitos y formando parte de distintos discursos ideológicos, están también presentes en la Casa de los Tiros, mostrando una serie de rasgos significativos dentro del contexto general de su programa simbólico», apostilla.

Emilio Ángel Villanueva, que es miembro del departamento de Historia del Arte y Música de la Universidad de Granada, ha publicado su estudio en el número 38 de Cuadernos del Arte de la UGR.

El museo Casa de los Tiros es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura del renacimiento en la ciudad de Granada. Se trata de un edificio típico del estilo del renacimiento construido en el siglo XVI. Hay algo especial sobre el edificio, que lo hace muy diferente. En él destaca la fachada con los iconos que representan a los héroes troyanos.

Inaugurado en 1929, su colección está constituida por pintura de los siglos XVII al XIX, escultura barroca granadina, cerámica de Fajalauza, tejidos populares y una colección de muebles del siglo XIX.
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Ecologistas piden derribos en primera línea para «reordenar» Playa Granada

Ecologistas piden derribos en primera línea para «reordenar» Playa Granada

Ni las regeneraciones de arena que ha puesto en marcha Costas en los últimos años, ni los espigones que pide la Plataforma en Defensa de las Playas como solución definitiva a la pérdida de arena en Playa Granada gustan a los ecologistas. Ellos quieren una solución más drástica, que pasaría por derribar construcciones y «reordenar» por completo toda la primera línea.
El grupo Ecologistas en acción culpó ayer «a los promotores que han realizado las construcciones y a las Administraciones que lo han permitido» de que cada vez que el temporal azota, el mar se \’coma\’ Playa Granada. «Ante la ineficacia demostrada de los aportes de arena y el daño que causan los espigones, que interactúan con las corrientes costeras cambiando las distribuciones de arena por todas las playas vecinas, pedimos que no se acometan», declara el coordinador provincial de Ecologistas en Acción, Javier Egea.
Definitivo
A su juicio «no sirven para nada y son un gasto inútil que pagamos todos los contribuyentes». Así se expresa Egea en la carta enviada a la directora general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, Alicia Paz Antolín. Precisamente la responsable de Costas, que visitó recientemente La Mamola para inaugurar las obras de reordenación del paseo, comprometió una «solución definitiva» para Playa Granada, que se estudiará en función de los informes de la Delegación provincial de Costas. Desde hace años Ecologistas en Acción se opone a las regeneraciones de playas y recuerda que el último vertido «inútil» de arena en Playa Granada se realizó hace apenas dos años.
«Ahora los propietarios piden que se destine dinero público para parchear – no se sabe por cuanto tiempo pero apostamos que no más de dos inviernos- estas playas, mientras los responsables, los constructores y el Ayuntamiento de Motril que dio las licencias, sabían perfectamente que esto llegaría a ocurrir, por el sentido común y por estudios de la Universidad de Granada sobre las consecuencias de la falta de arenas aportadas por el río Guadalfeo, por la construcción de la presa de Rules», concluye el portavoz de los ecologistas.
Más allá
Lo que propone el grupo va mucho más allá de unos aportes de arena y pasa por «una reordenación de la línea litoral, donde se proceda a un nuevo deslinde del dominio público marítimo terrestre, en consonancia con la situación actual de la playa y de la que queda por venir y a una intervención efectiva sobre la servidumbre de protección en cuanto a su urbanización». Los daños que provocaría esta drástica medida de derribos deberían, a juicio de los Ecologistas, «ser reclamados a los que se han enriquecido con esta ordenación urbanística de un litoral que debió de mantenerse natural».
Ecologistas en Acción espera además que la pérdida de Playa Granada «sirva de aviso a navegantes ante las previsiones constructoras junto al delta del Guadalfeo en la vecina Salobreña».
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El Mundo

Andalucía – Pág. 30: \»García Montero sacó las cosas al terreno que domina: el de las armas de destrucción masiva de Prisa\»
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Ideal

Pág. 17: Gala en Graduados Sociales
Pág. 24 – Opinión: Los compromisos y las oportunidades de la reforma universitaria
Pág. 43: Inaugurado el clínic en memoria de Toño Santos
Pág. 49: Antonio Carvajal organiza un ciclo sobre su primer libro|La línea de la poesía barroca
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