Las evaluaciones económicas de las intervenciones sanitarias se usa menos en España que en otros países europeos, como factor complementario en la toma de decisiones para asignar los limitados recursos sanitarios. Incluir estas evaluaciones económicas de manera sistemática puede contribuir a una toma de decisiones más eficiente. Esta ha sido una de las principales conclusiones de la Escuela de Verano de Evaluación Económica de las Intervenciones Sanitarias, clausurada hoy en Granada. Estas jornadas formativas han sido posibles gracias a la colaboración entre la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), la Agencia de Evaluación de Tecnología Sanitaria de Andalucía, la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada y Lilly.
Las sesiones de formación impartidas por expertos en Economía de la Salud han abordado las últimas novedades relacionadas con el ámbito de las evaluaciones económicas de las intervenciones sanitarias, y la búsqueda de la eficiencia en el uso de los limitados recursos sanitarios, para hacer frente a las ilimitadas necesidades de la población en materia de salud. En este sentido, se ha apuntado que la evaluación de una intervención sanitaria se limita principalmente a su eficacia, su seguridad o su coste de forma aislada, pero que apenas tiene en cuenta la eficiencia o el coste-efectividad.
Escuela Andaluza de Salud Pública y Universidad de Granada
La Escuela de Verano de Evaluación Económica de las Intervenciones Sanitarias ha contado este año con la colaboración de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), dependiente de la Consejería de Salud de Andalucía. Este centro goza de reconocido prestigio a nivel internacional, por la experiencia y calidad docente de sus miembros. Luisa Lorenzo Nogueiras, gerente de la EASP, explicó que “esta tercera edición de la Escuela de Verano surge de un interés mutuo entre Lilly y la EASP, como proyecto de colaboración que viene a confirmar la apuesta de la EASP por la formación de profesionales sanitarios en evaluación económica de las intervenciones sanitarias”.
El proyecto de colaboración se extiende también a la Universidad de Granada, como explicaba su rector: “En la Universidad de Granada no sólo es habitual esta colaboración entre el ámbito académico e investigador y la Industria Farmacéutica, sino que en los últimos años se ha incrementado de manera muy positiva”.
Durante la segunda jornada, los alumnos asistieron a varias conferencias, entre las que destacaron las impartidas por Xavier Badía, director de IMS Health Economics and Outcomes Research, y Belén Corbacho, asesora técnica del Área de Análisis y Proyectos de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía.
Xavier Badía explicó los actuales problemas a los que se enfrentan las evaluaciones económicas de intervenciones sanitarias en materia de oncología y mostró a los alumnos cómo es posible mejorar la eficiencia en los nuevos tratamientos oncolíticos. Badía destacó que “la evaluación de la eficiencia en estos tratamientos puede ayudar a las autoridades sanitarias a la toma de decisiones sobre su financiación, a maximizar el beneficio en salud para la población y a decidir incorporar el tratamiento lo antes posible”.
La representación de las Agencias de Evaluación de Tecnología Sanitaria estuvo a cargo de Belén Corbacho, quien detalló en qué consiste su labor en cuanto a la evaluación económica de intervenciones sanitarias, admitiendo que “en el proceso de evaluación de las tecnologías sanitarias no es suficiente contar con información sobre eficacia, efectividad y seguridad, ya que su eficiencia también debe ser tenida en cuenta”, señaló Corbacho.
A lo largo del día, José Antonio Sacristán, Director Médico de Lilly, Tatiana Dilla y María Costi, de la Unidad de Investigación de Resultados Sanitarios de Lilly completaron las sesiones con contenido teórico-práctico orientadas a determinar los límites de la eficiencia, el coste/efectividad y con una sesión sobre la lectura crítica de un artículo de evaluación económica.
Para finalizar la III Escuela de Verano en Evaluación Económica de las Intervenciones Sanitarias, los alumnos disfrutaron de las sesiones de otros cuatro expertos, destacando la ‘Promoción de la innovación farmacéutica de la UE mediante políticas de precio y reembolso’, a cargo de Joan Rovira, profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona, y los ‘Instrumentos de riesgo compartido en la financiación de nuevos medicamentos’, conferencia impartida por Jaime Espín, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública.
Mirando a Europa
Joan Rovira abordó los avances actuales en el ámbito de las políticas europeas sobre precio y reembolso, especificando tres políticas europeas que podrían implementarse en España, y que definió como: “las políticas de participación en el coste; los mecanismos de fijación del precio basado en el valor del fármaco; y por último, las políticas de precios de referencia habituales, en las cuales el paciente paga la diferencia entre el precio del medicamento que compra y el precio de referencia”.
La intervención de Jaime Espín sirvió para conocer de primera mano cuáles son las políticas de riesgo compartido, en el ámbito de la fijación de precios y de la financiación de los medicamentos. Para Espín, “estos contratos o acuerdos de riesgo compartido son instrumentos que tratan de regular la incertidumbre, principalmente asociada a la efectividad y al impacto presupuestario, que produce la incorporación de ciertos medicamentos dentro de la financiación de los sistemas de salud”. Sobre la posible introducción de estas políticas en nuestro país, Espín afirmó que “los contratos de riesgo compartido pueden aplicarse en España, pero para ello es recomendable que la evaluación económica sea uno de los criterios que ayude a la fijación del precio y/o reembolso de los medicamentos, como ocurre en el Reino Unido”.
Además, ambos autores han presentado durante la Escuela de Verano datos de un estudio realizado por la Escuela Andaluza de Salud Pública, sobre los sistemas de precios y reembolso de medicamentos, en el que se proporciona una visión general de cómo se aplican estas políticas en Europa.
José Luis Pinto, profesor titular de Economía, Métodos Cuantitativos e Historia Económica de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, junto con Fernando Antoñanzas, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de La Rioja, impartieron la ponencia dedicada a ‘Evaluación económica y adopción de decisiones: teoría y práctica’. José Luis Pinto destacó la importancia de incorporar la calidad de vida a los estudios de evaluación económica, admitiendo que introducir este concepto a los estudios de evaluación económica, “ha pasado a ser un elemento tan importante como las mejoras en la esperanza de vida, lo que ha hecho que los fármacos que mejoran la calidad de vida sean mejor valorados”.
Fernando Antoñanzas reconoció que los estudios de evaluación económica de las intervenciones sanitarias aún no tienen reflejo en la toma de decisiones en la Administración sanitaria, aspecto que “sí cambia si nos referimos al resto de Europa, donde países como Suecia, Alemania, Holanda o Reino Unido ya tienen en cuenta la evaluación económica en estos procesos de decisión”.
Objetivo: gastar mejor
Con la celebración de la tercera edición de la Escuela de Verano de Evaluación Económica de las Intervenciones Sanitarias, Lilly contribuye “a la formación de los gestores sanitarios en materia de Economía de la Salud para contribuir a una toma de decisiones más informada. Estas evaluaciones económicas no llevan implícito que se gaste menos, sino que se gaste mejor”, explicó José Antonio Sacristán, Director Médico de Lilly, durante la clausura del evento.
Antonio Daponte, director de Docencia e Investigación de la Escuela Andaluza de Salud Pública, señaló, durante su intervención en la clausura de la Escuela de Verano de Farmacoeconomía, que “la Escuela de Verano de Evaluación Económica de Intervenciones Sanitarias viene a confirmar la apuesta de la EASP por la formación de profesionales sanitarios en evaluación económica”.
Luis Recalde, decano de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, estuvo también presente en el acto de clausura, para valorar la participación de la institución universitaria en este evento: “Las escuelas de verano cumplen una extraordinaria función, al complementar algunos aspectos que la formación universitaria de grado no aborda”, explicó al término del acto de clausura.
Sobre la Evaluación Económica de las Intervenciones Sanitarias
La limitación de recursos financieros es un hecho general en la mayoría de los sistemas sanitarios. Esta limitación conlleva que sea prioritario optimizar la aplicación de dichos recursos con el fin de obtener la mayor rentabilidad a la inversión realizada, manteniendo e incluso mejorando, la calidad asistencial. Sin embargo, el incremento observado en los últimos años en la innovación terapéutica, así como el uso intensivo de recursos cada vez menos asequibles, no se encuentra acompañado en muchas ocasiones de una adecuada evaluación de su efectividad y repercusión económica. La Evaluación Económica de las Intervenciones Sanitarias constituye una herramienta importante en la toma de decisiones y en el perfeccionamiento de los niveles de eficiencia en el sistema de salud.
Las evaluaciones económicas describen y analizan los costes y las consecuencias de la utilización de las tecnologías sanitarias, así como su impacto sobre los pacientes, los sistemas sanitarios y la sociedad. El principal objetivo de este tipo de análisis es la búsqueda y determinación de las alternativas terapéuticas que proporcionen el mejor resultado por unidad monetaria.