– Incendio en el edificio del ingenio azucarero de Santa Fe
MIGUEL GIMÉNEZ YANGUAS/Y JOSÉ MIGUEL REYES MESA GRUPO DE INVESTIGACIÓN DE PATRIMONIO INDUSTRIAL DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA
UN importante edificio representativo de la arquitectura industrial de finales del siglo XIX ubicado en el municipio de Santa Fe, obra del arquitecto granadino D. Francisco Giménez Arévalo, ha sido presa de un incendio por causas aún desconocidas.
La industrialización del proceso de extracción de azúcar de remolacha en la Vega de Granada a finales del siglo XIX y principios del XX, tuvo como consecuencia inmediata la construcción de importantes edificios de carácter industrial.
A pesar de la transformación que ha sufrido la Vega en las últimas décadas por el efecto de la urbanización masiva en el área metropolitana, aún es posible reconocer algunos magníficos ejemplos arquitectónicos del esplendor productivo alcanzado a finales del siglo XIX y principios del XX, tal es el caso del ingenio azucarero Señor de la Salud, también conocido como La Cantina o El Polvorín debido al uso militar que albergaron sus naves durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX.
El ingenio azucarero Señor de la Salud está situado en el paraje denominado del Fresno, en la carretera que une el municipio de Santa Fe con el de Atarfe, en una parcela rodeada de plantaciones de chopos, que la delimitan visualmente como si de paredes vegetales se tratara. Podemos decir que se trata de un conjunto claramente delimitado que cuenta con excelentes y variados valores, entre los que cabe destacar: el valor arquitectónico, concerniente a los propios edificios (de la azucarera y de la alcoholera); el valor histórico, como referente de la actividad económica de una etapa de esplendor; y el valor paisajístico, como elemento material vinculado al paisaje de la Vega granadina.
En la actualidad el conjunto consta de dos edificios de tipología industrial construidos en 1890 que, pese a la situación de abandono en la que se encuentran, son todavía fácilmente recuperables.
El edificio principal fue el destinado a la producción de azúcar de remolacha, que consta de dos naves adosadas, la primera de las cuales albergaba todos los aparatos fabriles y la segunda, en la cual se ha producido el incendio, era la destinada a contener las calderas de vapor que proporcionaban la energía necesaria para el funcionamiento de la fábrica. También en este edificio existía una importante zona destinada a almacenar la producción de azúcar. El otro edificio exento, con una composición de proporciones clásicas, era el destinado a la producción de alcohol; consta de un cuerpo central de mayor altura, destinado a albergar la columna de destilación de alcohol y, a ambos lados, dos naves gemelas de menor altura, una de ellas destinada a la fermentación de las melazas y la otra contenía los depósitos metálicos para almacenar el alcohol producido.
La factoría estaba unida a la estación de Atarfe-Santa Fe por un ferrocarril de vía estrecha que servía para abastecer a la fábrica de materias primas y carbón y, a su vez, para dar salida a los productos elaborados (azúcar y alcohol). Esta fábrica fue promovida por la razón social Soriano, Carrillo, Rosales, Montoro y Cía., integrada por un total de treinta accionistas, en su mayor parte labradores de Santa Fe. Según describe el profesor D. Manuel Martín Rodríguez, en su libro Azúcar y descolonización, la fábrica comenzó a producir azúcar en el año 1890, con una capacidad de molturación de remolacha de 300 toneladas al día.
En el año 1903, con motivo de la reestructuración del sector azucarero español, la fábrica fue adquirida por la recién constituida Sociedad General Azucarera de España, que la mantuvo en funcionamiento hasta pocos años más tarde, en que fue paralizada, desmontada su maquinaria y vendido el recinto y sus edificios a D. Diego Liñán Nievas (el Rey del Chopo), que lo dedicó a almacén de maderas.
En 1948 los herederos de D. Diego Liñán Nievas vendieron la finca en la que se emplazaban la antigua azucarera y alcoholera al Ministerio del Ejército del Estado español, para almacén de explosivos del Parque de Artillería de Granada y otras actividades militares. En dicha época es cuando fue demolida la chimenea de la fábrica que tenía una altura de cincuenta metros.
En 1987 el Ministerio de Defensa desafectó el edificio como instalación militar y propuso la venta del recinto industrial, incluida su parcela, entonces denominada Antiguo Polvorín de Santa Fe.
En 1999 el Ayuntamiento de Santa Fe, presidido por el alcalde D. José Rodríguez Tabasco, negoció con el Ministerio de Defensa la adquisición del antiguo recinto fabril en unos cincuenta millones de pesetas. Asimismo, el Ayuntamiento acordó promover la tramitación del expediente para su declaración de Bien de Interés Cultural para la antigua fábrica azucarera Señor de la Salud, donde se ubicaría un Museo con diversas secciones: una de vehículos antiguos, otra de aperos de labranza que ilustraran las antiguas técnicas utilizadas por los agricultores granadinos, y otra en la que se expusieran antiguas máquinas industriales de sectores productivos relacionados con la Vega de Granada. Desgraciadamente, el municipio de Santa Fe no ha materializado ninguno de los proyectos que había programado. No habiéndose realizado ni siquiera las más mínimas obras de mantenimiento en los antiguos edificios.
Por causas aún desconocidas, el pasado lunes 23 de julio, en una de las naves principales del complejo en la que aún permanecían viejos neumáticos de los vehículos militares, se produjo un incendio intencionado, así como en el terreno colindante a ésta, produciéndose la desaparición definitiva de una parte de la antigua estructura de madera de la cubierta.
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