Segovia, Palencia y Valladolid, las capitales de la región que pagan menos impuestos municipales.
Los vallisoletanos pagaron durante el año pasado una media de 265,35 euros en impuestos municipales, lo que sitúa a Valladolid como la tercera capital de provincia de la comunidad con menor carga fiscal para sus vecinos, tan solo superada por Palencia y Segovia, que recaudan menos dinero entre los contribuyentes de sus respectivas ciudades (257,64 y 222,99 euros). A la cabeza de la comunidad se sitúa León, que año obtiene 340 euros por cada ciudadano. Así, cada leonés paga a su Ayuntamiento 74,65 euros más en impuestos municipales que los vallisoletanos.
Estos datos aparecen recogidos en el Análisis de la presión fiscal municipal elaborado por Daniel Carrasco Díaz, catedrático de la Universidad de Málaga y por profesores de la Universidad de Granada. Los autores del estudio han recogido datos sobre los impuestos directos e indirectos que los Ayuntamientos recaudan entre sus vecinos y contribuyentes. Así, atienden al dinero obtenido a través del impuesto de bienes inmuebles, el de vehículos de tracción mecánica, el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana o el de actividades económicas (en aquellos sectores en los que aún está vigente). El estudio también añade los impuestos indirectos, basados en los recargos sobre los tributos de otras administraciones.
De acuerdo con la suma de todos ellos, el vallisoletano ha de desembolsar al año una cifra media de 265,35 euros, similar a la de ciudades del mismo tamaño, como Málaga (265,68 euros). A la cabeza de las capitales de provincia se sitúan las ciudades catalanas. Por ejemplo, los vecinos de Barcelona deben pagar cada año 402,62 euros en impuestos municipales. La localidad más gravosa de España es San Roque (en Cádiz) que requiere a sus residentes un desembolso anual de 988,36 euros. A continuación se sitúan otros núcleos turísticos como Salou o Calafell. Los autores del estudio explican que estos municipios se sitúan a la cabeza en la recaudación porque existe una importante población flotante que, si bien paga impuestos, no se encuentra empadronada en el municipio, lo que hace que el indicador de presión fiscal municipal utilizado se dispare.
La población es uno de los factores que, según los expertos redactores del informe, contribuyen a incrementar la cuantía de los impuestos. Cuanto más grande es un municipio, más es la cantidad de impuestos que deben pagar, concluye el estudio. Sin embargo, matiza que esto es válido entre los municipios con menos de 20.000 habitantes (el 96 por ciento de los pueblos de España responden a otro patrón) y en determinadas comunidades, como Andalucía, Asturias, Castilla La Mancha, Extremadura, Galicia y Castilla y León.
Paro y dependencia
Sin embargo, cuando se empieza a analizar ciudades de mayor tamaño ya intervienen otras variables. Por ejemplo, el grado de personas dependientes. En aquellos municipios muy envejecidos o con un elevado porcentaje de población joven (menos de catorce años), crece la presión fiscal. Esto explica, por ejemplo, que los zamoranos paguen de media más impuestos que los vallisoletanos, por ejemplo. También incide el nivel económico de los ciudadanos, la tasa de paro o el grado de independencia financiera de los Ayuntamientos.
Jesús Enríquez, concejal de Administración y Recursos del Ayuntamiento (PP) cree que la posición que ocupa Valladolid dentro del total regional se debe a una adecuada gestión del dinero recaudado y aportado por los ciudadanos. Enríquez defiende que modelos de gestión privada permiten suavizar la presión fiscal.
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