JAÉN
La bonanza económica es clave para sostener una democracia
La inflación y el déficit exterior son los principales problemas que debe resolver España, que atraviesa un ciclo de expansión gracias al euro
PABLO GARCÍA CAÑO/BAEZA
La bonanza económica es clave para sostener una democracia
Imprimir noticiaImprimirEnviar noticiaEnviar
Publicidad
Durante esta semana un curso analiza en la Machado la economía española durante las últimas tres décadas de democracia. Miguel González Moreno, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Granada, señala el destacado papel que ha tenido la buena marcha a grandes rasgos de los números españoles para afianzar el sistema democrático.
«La democracia y el progreso económico y social forman un binomio y se corresponden perfectamente», afirma González. Según el profesor, actualmente España posee uno de los escenarios más «dinámicos» de Europa, principalmente gracias a dos factores: el consumo privado y el sector de la construcción.
El euro ayuda
Hoy en día España se encuentra inmersa en un ciclo de expansión, que se refleja en la buena marcha de las empresas con capital nacional, que llevan varios años haciendo numerosas incursiones en los mercados extranjeros. Lo extraño reside en la duración del ciclo, puesto que el crecimiento empezó a ser más acusado desde hace unos siete años, según opina Miguel González, y no se sabe hasta cuándo durará.
Tener una moneda fuerte como el euro, capaz de competir con cualquiera, «permite alargar este ciclo positivo», ya que «no es lo mismo comprar petróleo con euros que con pesetas». La entrada de España en la Comunidad Europea y la moneda única europea son para este experto los hechos más destacables de la economía española en los últimos años, sobre todo debido a sus repercusiones sociales.
Luces y sombras
No obstante, no todo van a ser buenas noticias. Todavía quedan por solventar algunos aspectos como la inflación, que es superior a otros países de la Zona Euro, así como el déficit exterior, que hay que reducir. Ambas carencias hacen que España «pierda competitividad», por lo que deberían ser corregidas sin demora.
Miguel González explicó en su intervención en clase que la economía española durante estas tres últimas décadas tiene «un mismo hilo argumental», sin diferencias entre los gobiernos de un color y otro que han alternado en el poder. Los objetivos de los diferentes ministros han dependido de los problemas coyunturales de cada época, como la inflación, el déficit exterior y público o el desempleo, y de igual forma han variado las herramientas utilizadas para corregir las desviaciones (política monetaria, fiscal o los tipos de cambio, cuando la moneda era la peseta).
El balance en general es positivo para González, quien opina que en este tiempo se han conseguido dos logros fundamentales: lograr una consolidación democrática y una economía estable, al mismo tiempo.
Descargar