Los restos de la Catedral de Sevilla son los de Colón

Los restos de la Catedral de Sevilla son los de Colón

Los expertos que estudian los huesos del descubridor confirman definitivamente que, al menos una parte de éstos, están en el templo

d.s.
panteón. Sepulcro de Colón en la Catedral de Sevilla.

EFE
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madrid. Los restos de huesos que yacen en la Catedral de Sevilla sí son los de Cristóbal Colón, de acuerdo con los resultados de los análisis de ADN realizados, aseguró ayer el responsable de la investigación, José Antonio Lorente.
Antes de participar en un curso de verano en San Lorenzo de El Escorial sobre comunicación de la ciencia, este experto que es director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, afirmó que ya no nos hacen falta otros datos para afirmar que los restos de Sevilla son los del célebre marino.

Explicó que su equipo de trabajo se mantiene a la espera, desde hace alrededor de un año y medio, de algún tipo de comunicación por parte de las autoridades de Santo Domingo para poder analizar también el ADN de los restos de huesos que yacen allí, y que motivaron la incógnita de si serían esos o los de Sevilla los pertenecientes a Cristóbal Colón.

Ya no nos hacen falta esos datos y si finalmente no se nos permite investigar allí, tampoco pasa nada, aunque admitió que el estudio de los huesos que están en Santo Domingo permitiría completar la historia en torno a esta cuestión.

Por otra parte, Lorente, aseguró ayer que desde el aspecto científico-técnico España es uno de los países más preparados del mundo en materia de identificación genética, de forma que nuestro país está preparado para afrontar un proyecto de exhumación de los miles de cadáveres de la Guerra Civil porque cuenta con infraestructuras y con personal técnico.

De cualquier forma, este médico forense se mostró partidario de que, en caso de que se realizaran las exhumaciones de todas las víctimas de la Guerra Civil, no se hicieran todas a la vez, sino que se empezara en lugares muy concretos, en aquellas fosas en las que se supiera que hay un número mínimo de muertos, donde a priori hubiera una identificación más o menos clara de quiénes podrían estar en la fosa, y en las que los familiares quisieran colaborar con el proceso. Por este motivo, Lorente sugirió a los políticos, antes de participar en los cursos de verano de El Escorial organizados por la Universidad Complutense, que creen una Comisión científico-técnica que establezca los criterios en los que se prioricen los casos en lo que se comenzaría el proceso de identificación.

Así, consideró preferible que el proceso se comenzara en lugares concretos, porque si se realizara de forma nacional, no tendría resultados positivos, ya que generaría a muchas personas la expectativa de que se va a identificar a su familiar, cosa que en muchos casos podría no cumplirse. No se indentificaría el 20 por ciento de los cadáveres.

En 1991, José Antonio Lorente fundó el laboratorio de la Universidad de Granada con la intención de que sus proyectos acercaran la ciencia a la sociedad.

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El ADN confirma que los huesos que reposan en Sevilla son de Cristóbal Colón

El ADN confirma que los huesos que reposan en Sevilla son de Cristóbal Colón
AGENCIAS/MADRID

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Hasta ahora había quienes pensaban que el cuerpo de Cristóbal Colón descansaba en Sevilla. Y también en Santo Domingo (República Dominicana) y en Venezuela y en Pavia (Italia). Pero, según afirmó ayer José Antonio Lorente, jefe del grupo de investigadores españoles que estudia los huesos del descubridor, los restos que están guardados en una urna en la catedral de Sevilla desde 1898 «sí son los de Cristóbal Colón». O, al menos, eso indican los análisis de ADN realizados a 70 u 80 gramos de huesos -exhumados en junio de 2003-, y comparados con el de su hermano menor, Diego, y con el de su hijo Hernando.

Estos análisis dicen del descubridor de América que se trataba de un «varón, de entre 50 y 70 años, sin marcas de patología, sin osteoporosis y con alguna caries. Mediterráneo, medianamente robusto y de talla mediana». Así lo asegura Lorente, médico forense y director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, quien mantiene que «ya no nos hacen falta» otros datos para afirmar que estos restos son los del célebre marino.

Aún así, los miembros de su equipo se mantienen a la espera, desde hace alrededor de un año y medio, de que las autoridades de Santo Domingo les permitan analizar también el ADN de los restos de huesos que yacen allí. Si finalmente «no se nos permite investigarlos, tampoco pasa nada», subrayó el experto en genética, aunque admitió que el estudio de los huesos que reposan en República Dominicana «permitiría completar la historia» en torno a esta cuestión.

Mal estado

En todo caso, lo que «queda claro», confirmó Lorente, es que parte de los restos del descubridor de América están en la ciudad andaluza, pero «tiene que haber más huesos en otros lugares», explicó, ya que del esqueleto apenas hay un 15% enterrado en la catedral sevillana y se conservan en muy mal estado debido a la humedad del lugar. La hipótesis que defienden estos investigadores españoles es que tanto la tumba de España como la de República Dominicana contienen los restos de Colón repartidos.
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Un estudio revela que los toxicómanos toman sus decisiones sin tener en cuenta el contexto y las consecuencias futuras de éstas

Muchas han sido las investigaciones que han analizado los efectos psicológicos, físicos e incluso sociales del consumo de sustancias estupefacientes. Sin embargo, nunca hasta ahora se había relacionado la drogadicción con la capacidad para tomar decisiones de los individuos. El grupo ‘Medicina conductual y psicología de la salud’ de la Universidad de Granada, dirigido por los profesores Miguel Pérez García y Antonio Verdejo García, del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico, ha realizado sendos estudios que demuestran que los sujetos con adicción a las drogas toman decisiones sin tener en cuenta el contexto que les rodea (esto es, “desadaptativamente”) y sus consecuencias futuras (sólo buscan el beneficio más inmediato).

Para determinar la primera de estas conclusiones, los investigadores de la UGR analizaron una población de 97 sujetos drogodependientes policonsumidores (adictos a la cocaína, la heroína, a una mezcla de ambas o al alcohol) pertenecientes al Proyecto Hombre y al Centro Regional de Rehabilitación ‘Cortijo Buenos Aires’, y un grupo de control compuesto por 81 personas no consumidoras con un perfil similar. “Nuestro trabajo consistió en presentarles un estímulo simple (en concreto una figura geométrica) y, tras observarlo detenidamente, les pedimos que eligieran una entre otras dos distintas”, explica Antonio Verdejo. Los resultados de su investigación demostraron que los drogodependientes elegían la figura sin tener en cuenta el referente que se les presentaba, mientras que los no consumidores realizaron su elección en función del contexto que se les presentaba.

No toda la información

La explicación a este hecho es bien sencilla: “Los toxicómanos son personas intelectualmente normales –continúa Miguel Pérez-, pero tienen dañado el cortex orbitofrontal, que es la parte del cerebro de la que depende en buena parte la toma de decisiones”. Su peculiar visión a la hora de tomar una determinación les lleva a “actuar en función de sus objetivos e intereses, sin barajar toda la información que deberían, como las normas establecidas”.

Los investigadores de la UGR han determinado también que los drogadictos presentan lo que el último Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica, Antonio Damasio, denominó ‘miopía de futuro’. “Esto significa que no tienen en cuenta las consecuencias finales de sus acciones, sino sólo las inmediatas. Sus actuaciones, sean del tipo que sean, sólo buscan una recompensa inmediata, aunque sus consecuencias futuras puedan ser horribles”, indica Verdejo. De este modo, en este caso su trabajo se llevó a cabo con 106 toxicómanos, con un período mínimo de abstinencia de dos semanas.
La investigación se realizó con los llamados ‘descuentos asociados a la demora’, una técnica por la que el interesado recibe una mayor recompensa cuanto más tiempo transcurra. Para ello, Verdejo y Pérez García emplearon un juego de cartas en el que el sujeto parte con una cantidad concreta, que se va incrementando o mermando en función de sus decisiones.

Los investigadores granadinos determinaron, mediante la aplicación de diferentes tests, que el 76,4 % de los pacientes con drogadicción presentaba esta ‘miopía de futuro’ en sus actos, frente a un 23,6 % que sí prestaba atención a las consecuencias futuras de sus actos.

Referencia:
Antonio Verdejo García y Miguel Pérez García. Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada.
Tlfnos: 958 242 948 – 958 244 251. Correo e-: averdejo@ugr.es, mperezg@ugr.es