GRANADA
Una licenciatura muy trabajada
La facultad de Ciencias del Trabajo entrega las distinciones a los alumnos de su primera promoción
ENCARNA XIMÉNEZ DE CISNEROS/
FELICIDADES. Luis Rico entrega una distinción en presencia del decano, Antonio Delgado. /C. M.
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ERA una jornada especial, porque después de muchos años de espera, treinta alumnos y alumnas podían recoger su diploma e insignia acreditativos de que han formado parte de la promoción 2002/04 de la Licenciatura en Ciencias del Trabajo. La primera promoción. Y no es que se hayan llevado muchos cursos repitiendo, es que, hasta ahora sólo se podía aspirar a la Diplomatura en Relaciones Laborales, pero la labor del grupo de personas que ahora encabeza el decano, Antonio Delgado, y su antecesor (con el que trabajó en la secretaría toda una década), Francisco Abad, han hecho posible el acto que ayer tenía lugar y que tenía también como objetivo la apertura del nuevo curso académico, en el que hay ya más de dos mil inscritos.
Miguel González, José Domingo Bea, Antonio López, María Jesús Rejón, Mari Carmen Rodríguez, Susana Rus, Piedad Almirón, Mari Ángeles Díaz, Teresa Matas, Francisco Mesa y Carolina Trujillo eran algunos de los nombres que sonaban en una mañana que contó con la presencia del vicerrector de Planificación, Luis Rico, y del presidente del Colegio de Graduados Sociales, Darío Méndez, acompañado del vicepresidente José Esteban Sánchez, por cierto ambos un poco pachuchos, pero disfrutando de la jornada.
La presencia de estos representantes colegiales cumple una tradición por la que entregan la insignia de Oro al mejor expediente de estudios. El problema era que ese mejor expediente en la nueva promoción de licenciados correspondía a Carmen Jiménez que ya lo fue -la primera en rendimiento- en la Diplomatura. Así que, para no entregar dos insignias, Carmen recibió una metopa de recuerdo. ¿Que no saben qué es una metopa? Yo tampoco conocía la denominación, pero me la explicaron (nada que ver con lo que pone en el diccionario) y sobre todo, la pude ver. Es una especie de pisapapeles, en este caso, con el escudo del Colegio. Un detalle muy bonito. Otros alumnos y alumnas licenciados que ayer conseguían su reconocimiento público fueron Carmen Marín, Ana Belén Aguilera, Sonia Díaz, Asunción Montoya, Evaristo Rodríguez, Adriana Reyes, Juan Manuel Salguero y Salvador Beltrán. Hay que destacar que, por las características de esta promoción, hay quienes han tenido que compaginar el esfuerzo del estudio con el trabajo y, en muchos casos, con las responsabilidades familiares.
Quienes no llegaron tarde a la cita de la mañana, pudieron disfrutar de una espléndida conferencia de la profesora Mercedes Moya, del departamento de Derecho Internacional Privado, que habló de los extranjeros, los nacionales, y del mercado de trabajo, con tan buen hacer, que hasta los ignorantes en el tema como yo, no sólo aprendimos, sino que nos sorprendimos con muchos detalles a tener en cuenta, a la hora de hablar de la emigración y, sobre todo, de la inmigración. En sus palabras, fáciles de escuchar y de entender, quedó claro que, a estas alturas, no hay un concepto claro de ciudadanía, porque hay muchas clases. ¿Nos queda tanto que aprender y mejorar!
Con Mercedes y el decano estuve charlando de las peculiaridades de esta titulación multidisciplinar que cuenta con muchas salidas profesionales orientadas al campo del trabajo humano, en su doble vertiente organizativa y relacional. Hablamos también de la próxima creación de un Consejo Asesor de la facultad en la que se va a involucrar a instituciones, organizaciones y empresas para tender puentes entre el mundo universitario y el campo laboral.
Después, la secretaria de la facultad, Francisca Gámez, seguía desgranando el listado de la primera promoción que, como en el cómputo general, tenía una clara mayoría femenina: María Teresa Aranda, María José Cabrerizo, María Dolores Segura, Sandra Isabel Reyes, Carmen Jiménez, María Isabel Luzón y Eva María Herrera, sin desmerecer a sus compañeros, Manuel Conde, José Gómez, José Manuel Ruiz y José Fernández.
El decano, en sus palabras de apertura, destacó los cursos de doctorado que ya están en marcha y animó a los presentes a crear una asociación de antiguos alumnos que pueda tener como punto de referencia para continuar el contacto y el recuerdo de una época difícil pero entrañable.
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