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Magia y demonios en las Cantigas a la Virgen
La segunda jornada sobre astrología y tercería analiza la presencia mágica en la obra de Alfonso X el Sabio
CRISTINA RICO //FOTO: LUCÍA RIVAS / GRANADA
MÁGICO. Diversas imágenes de los textos e ilustraciones de las Cantigas de Alfonso X el Sabio. / IDEAL
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PROGRAMA DE HOY
F 11.00 horas: Un antecedente del fenómeno de la cámara oscura en las Cantigas de Santa María (Profesor Antonio Rubio Flores)
F 12.00 horas: La Celestina, arquetipo de certería. (Fernando Cantalapiedra, profesor de la UNED ).
F 13.00 horas: Clausura por el profesor Jesús Montoya Martínez. Proyección de imágenes que compondrán el DVD Astromagia y tercería en las Cantigas de Santa María producida por Retórica Medieval.
Costumbres que perduran
DEMONIOS y magia en un texto de alabanza a la Virgen. ¿Es posible semejante cóctel? Alfonso X, el más sabio de todos los reyes, quiso hacer esta irreverente mezcla en sus famosas Cantigas de Santa María. Pero esta fusión de profano y sagrado no es idea exclusiva de este monarca.
A pesar de la total oposición de la iglesia católica a estas prácticas y creencias, son muchos los textos religiosos que poseen elementos alusivos a la magia y la astrología. Así lo expuso la profesora de la Universidad de Montpellier, Jeanne Raimond, en la conferencia sobre los Fenómenos mágicos y diabólicos en las Cantigas de Santa María.
Ésta y otras cuestiones sobrenaturales se trataron ayer en el segundo día del encuentro internacional Astrología, magia y tercería en la literatura medieval que hoy finaliza en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras, en cuyas conferencias expertos internacionales tratan de explicar el porqué y el cómo de algunas cuestiones que escapan al entendimiento hasta para los más crédulos mortales.
Descritas como «breves narraciones laudatorias de la Virgen» y consideradas dentro del género de libros historiados, «pues no hay mejor texto para entender la vida en la Edad Media», las Cantigas de Alfonso X el Sabio son un claro ejemplo de la inexplicable presencia demoníaca y mágica en un texto religioso.
«La finalidad de Alfonso X al incluir al diablo es un modo de rechazar el mal, mostrando sus fallos, pues no puede ir más allá que donde el creador le deje ir», explica la profesora Raimond. Ante el carácter ordinario o cotidiano de estos textos, el diablo se presenta como un personaje más, disfrazado, reconocible dentro del sistema feudal.
Las dos figuras principales que adopta son «la del caballero que engaña, que hace creer que es un caballero, y la presencia del diablo histérico, diablos pequeños, revoltosos e inútiles porque siempre pierden», aunque sus personajes van desde el hombre apuesto, el mendigo o, incluso, el hombre santo.
En contrapunto a esta imagen disfrazada del demonio, los dibujos ilustrativos de las Cantigas presentan «un diablo del modo clásico, pues la imagen es más pedagógica y va a lo esencial, a lo fácil», algo de vital importancia en una época donde la mayoría del pueblo no estaba alfabetizado y, a falta de poder leer los textos, muchas enseñanzas eran trasmitidas a través de estas ilustraciones.
Ante la aparente contradicción de mezclar lo sagrado con la magia profana y lo demoníaco, Raimond considera que «la meta de Alfonso X sería crear confusión para que, mediante las herramientas que da la fe, el creyente consiga alcanzar el conocimiento».
Magia y religión
Aunque en la literatura actual no está tan presente el aspecto mágico o religioso, durante la Edad Media los textos estaban profundamente influidos por estas creencias, quizás no de modo expreso -pues determinados comportamientos o ideas eran duramente castigados por la Inquisición-, pero la presencia de elementos mágicos eran frecuentes.
Videntes, adivinos, sanadores y magos eran frecuentemente acusados de herejes y sometidos a la jurisdicción inquisitorial. De esto, y todo lo prohibido en la época, fue acusado el astrólogo, nigromante y alquimista Enrique Villena, quien con obras como Tratado de aojamiento o Tratado de astrología intentaba determinar si era lícito o moral estudiar los astros desde la perspectiva de la religión. Interrogantes como determinar quién o qué atrae la buena suerte, cuáles son las mejores técnicas adivinatorias o quién era poseedor y transmisor del mal de ojo eran algunas de las ideas sobre las que Villena reflexionaba en los textos.
Mentalidad
Y, aunque era durante la Edad Media cuando todas estas creencias estaban más arraigadas, aún se mantienen en la actualidad «pues aunque se hayan suprimido los aspectos más sangrientos, no ha cambiado tanto la mentalidad humana», comenta José Luis Martín, profesor de la UNED y estudioso de la obra de Villena.
Lo cierto es que, siendo creyente o ateo, incrédulo o aficionado a los horóscopos, la astrología y la magia son prácticas antiquísimas que aún perduran en la actualidad. «No digo que creáis ni que no creáis -explica la profesora Ascensión González, última ponente de la jornada de ayer-, pero estas cosas funcionan. Lo importante es saber porqué funcionan». Habrá que tomar nota.
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