Saramago aporta textos originales al centro cultural que lleva su nombre en Castril
El premio Nobel de Literatura, que inauguró ayer el edificio, expresó su «gratitud infinita» a los vecinos del pueblo por el reconocimiento
J. M. GARCÍA RODRÍGUEZ J. M. GARCÍA RODRÍGUEZ/CASTRIL
CASTRIL
CASTRIL. El escritor pasea por una calle junto al alcalde Juan Mar y Martínez Caler, entre otros. /J. M. G.
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Cursos de verano y congresos
La sala de actos del Centro José Saramago estaba repleta de asistentes para inaugurar este edificio cultural, que ya nace barnizado del prestigio internacional gracias al nombre que lleva: el de uno de los mejores escritores vivos y Premio Nobel de Literatura.
José Saramago, que asistió al acto, recibió el agradecimiento del pueblo de Castril y de sus tres mil habitantes, con su alcalde, José Juan Mar, a la cabeza. El Centro José Saramago de Castril albergará un fondo documental con la obra completa del premio Nobel de Literatura 1998, que incluirá textos originales del autor.
Mar aprovechó para agradecer a los patronos de la institución, la Universidad de Granada -representada por su vicerrectora, María José Osorio; la Diputación, con la presencia de su presidente, Antonio Martínez Caler y al propio Ayuntamiento de la villa- las ayudas que han hecho posible el Centro.
Emocionado
José Saramago manifestó su emoción por estar una vez más en esta localidad, de la que de no ser por su esposa, Pilar del Río, natural de Castril, probablemente nunca habría sabido de su existencia. «He tenido suerte en encontrarme en mi vida con Pilar», dijo.
El escritor luso destacó la importante labor que, para la consecución de este proyecto, ha llevado a cabo su alcalde. Dijo que por su parte nunca iba a faltar el apoyo para alcanzar los objetivos que se plantea el Centro Cultural. «Lo importante es no caer en la rutina» y pidió que la labor del Centro esté siempre en continua actividad.
Saramago expresó su «gratitud infinita a Castril por este reconocimiento», una localidad que, aseguró, «me ha hecho sentir de aquí, aunque no sea de aquí».
El escritor avanzó que materiales muy importantes relacionados con su actividad literaria serán depositados en este lugar, así como todos aquellos relacionados con su obra que vayan surgiendo con el tiempo.
Ante la acogida que Castril siempre dispensa al ilustre visitante, Saramago se mostró entrañablemente emocionado por los lazos familiares que le vincularán «ya para siempre», con este pueblo. Tuvo cálidas palabras para esa otra familia que él tiene en Castril desde que se casó con Pilar del Río hace ahora 18 años.
Su nuevo libro
A la pregunta sobre la influencia social que puede tener su próxima obra, Ensayo sobre la lucidez, -que saldrá a la venta en abril- el Nobel contestó que al final de su lectura espera que el lector se haga una pregunta: «¿Qué puedo hacer yo después de leer esto?». Abundando en el contenido del libro, el escritor señaló que cuando nacemos, nos encontramos que «alguien» ha firmado ya un proyecto de sociedad en la cual nosotros nos integramos. «Pues bien, espero que cuando ese lector concluya la obra, se pregunte a sí mismo: «¿Quién ha firmado en mi nombre?», señalando de esta manera el meollo de su nueva propuesta literaria. De hecho, considera que Ensayo sobre la lucidez también supondrá «un enorme revulsivo» para la sociedad actual. «Si después de escribir el Evangelio según Jesucristo tenía en contra a la Iglesia, con la publicación de mi nueva novela tendré a toda la sociedad en mi contra», auguró.
También se le preguntó sobre la actitud que las gentes de estas tierras granadinas de la comarca de Castril deben tener frente a las arrolladoras formas culturales foráneas que pueden ser un peligro para la realidad cultural. Su respuesta estuvo en el sentido de «evolucionar, sí, pero cambiar, no».
Hombre comprometido
En el acto también intervino la vicerrectora María José Osorio, que manifestó su emoción, sentimiento y orgullo por su participación y expresó su admiración por Saramago «prototipo del humanista comprometido». Osorio expuso que en esta ocasión «la Universidad sale de sus muros» y ofreció todo el apoyo de la institución al Centro que se inauguraba.
El presidente de la Diputación, por su parte, habló sobre la suerte que él personalmente tenía de vivir estos momentos y agradeció en nombre de Granada el hecho cultural de tanto relieve que suponía esta inauguración. La sala de actos del Centro José Saramago estaba repleta de asistentes -entre periodistas, invitados y vecinos de Castril-para inaugurar este edificio cultural, que ya nace barnizado de prestigio internacionalmente gracias al nombre que lleva, el de uno de los mejores escritores vivos y todo un Premio Nobel de Literatura. José Saramago, que asistió al acto, recibió el agradecimiento del pueblo de Castril con su alcalde, José Juan Mar, a la cabeza. Mar aprovechó para agradecer a los patronos de la institución, la Universidad de Granada -representada por su vicerrectora, María José Osorio-; la Diputación Provincial de Granada -con la presencia de su presidente, Antonio Martínez Caler- y al propio Ayuntamiento de la villa las ayudas que han hecho posible el Centro.
José Saramago manifestó su emoción por estar una vez más en esta localidad, que de no ser por su esposa, Pilar del Río, oriunda de Castril, probablemente nunca hubiera sabido de su existencia. «He tenido suerte en encontrarme en mi vida con Pilar», dijo.
El escritor luso destacó la importante labor que, para la consecución de este proyecto, ha llevado a cabo su alcalde. Por su parte, dijo, no iba a faltar nunca el apoyo para alcanzar los objetivos que se plantea el Centro Cultural que ayer se inauguraba oficialmente. «Lo importante es no caer en la rutina», señaló cuando manifestaba que la labor del Centro debe estar siempre en continua actividad.
El escritor avanzó que materiales muy importantes relacionados con su actividad literaria serán depositados en este lugar, así como todos aquellos relacionados con su obra que vayan surgiendo con el tiempo. El Centro José Saramago debe ocuparse en «algo que valga la pena».
A continuación, ante la acogida que Castril siempre dispensa al ilustre visitante, se mostró entrañablemente afectado por los lazos familiares que le vincularán «ya para siempre», con él.
Tuvo cálidas palabras para esa otra familia que él tiene en Castril desde que se casó con Pilar del Río hace ahora 18 años.
A la pregunta sobre la influencia social que puede tener su próxima obra, Ensayo sobre la lucidez, -que saldrá en abril, recalcó con fino humor el Nobel- éste contestó que al final de su lectura espera que el lector se haga una pregunta: ¿Qué puedo hacer yo después de leer esto?. Abundando en el contenido de su nueva obra, el escritor señaló que cuando nacemos, nos encontramos que alguien ha firmado ya un proyecto de sociedad en la cual nosotros nos integramos. Pues bien, espero que cuando ese lector concluya de leer la obra, se pregunte así mismo: ¿Quién ha firmado en mi nombre?, señalando de esta manera el meollo de su nueva propuesta literaria.
También se le preguntó sobre la actitud que las gentes de estas tierras del altiplano, de la comarca en se que se incluye Castril, deben tener frente a las arrolladoras formas culturales foráneas que pueden ser un peligro para la realidad cultural de esta tierra. Su respuesta estuvo en el sentido de Evolucionar, sí, pero cambiar, no.
A continuación se procedió, por parte de los patronos, a firmar ante notario los Estatutos que regirán el Centro.
Por la tarde, a las seis, tuvo lugar la inauguración del área recreativa diseñada por Medio Ambiente que fue dedicada y rotulada con el nombre de la escritora Dulce Chacón. A este acto asistieron las mismas personalidades señaladas en el de la mañana, así como la Consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Fuensanta Coves, su Delegado Provincial en Granada y el Director del Parque Natural de la Sierra de Castril. En el espacio inaugurado figuraba instalada la polémica escultura metálica que hace ahora un año apareció en un espacio público de Granada, siendo retirada de él a por orden del Ayuntamiento de la capital.
El autor de la obra, presente en Castril, explicó a los asistentes su significado, así como las vicisitudes de su instalación en el área de la capital granadina.
Como conclusión del acto, se soltaron tres ejemplares de aves rapaces que habían sido recuperadas en centros especializados de la Agencia del Medio Ambiente tras haber sido heridas en diversas circunstancias.
Osorio, que manifestó su emoción, sentimiento y orgullo por su participación el acto, expuso que en esta ocasión «la Universidad sale de sus muros» y expresó su admiración por Saramago «prototipo del humanista comprometido». Finalmente ofreció todo el apoyo de la institución al Centro que se inauguraba.
El presidente de la Diputación Provincial habló sobre la suerte que él personalmente tenía de vivir estos momentos y agradeció en nombre de Granada
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