La UGR acoge un curso para intérpretes de español de la Unión Europea

En total serán 26 los asistentes al curso, procedentes del conjunto de los estados de la Unión Europea, expertos en la interpretación del español a las lenguas de los estados de la UE.

La Dirección de Interpretación y Conferencias de la Comisión Europea es la encargada de prestar servicios de interpretación en las reuniones organizadas tanto en Bruselas como en el resto del mundo para instituciones y organismos de la Unión Europea. El curso que se celebra en Granada se inscribe en el programa de aprendizaje y actualización en lengua española de los intérpretes, con el propósito de mejorar sus servicios y mantener los niveles de calidad que se les exigen.

El acto inaugural tendrá lugar en el Rectorado del a Universidad de Granada el próximo día 12 de enero. El mismo estará presidido por el rector de la Universidad de Granada, Prof. David Aguilar Peña, y contará con la participación, entre otros, del decano de la Facultad de Traducción e Interpretación de la UGR, Prof. José Antonio Sabio Pinilla, y la coordinadora del curso e intérprete de la UE, Ana Jiménez Contreras.

La conferencia inaugural será pronunciada por el Prof. Diego Liñan Nogueras, catedrático de Derecho Internacional, que disertará sobre “El futuro constitucional de Europa”.

Lugar: Sala de Convalecientes. Rectorado.
Fecha: 12 de enero de 2004.
Hora: 10 h.


Referencia: Ana Jiménez Contreras. Intérprete de la Unidad de Lengua Española del Servicio Común de Interpretación-Conferencias de la Comisión Europea. Tlf. 626-359885.


El rostro del cinematógrafo

Con siete títulos capitales del cine mudo, la Universidad de Granada comienza el año, siguiendo con el ciclo de joyas del cine mudo, en colaboración con la Cátedra Manuel de Falla. El gran desfile (1925), de King Vidor; Casanova (1927), de Alexandre Volkoff; La extra (1923), de F. Richard Jones y Mack Sennett; El circo (1928), de Charles Chaplin; The Salvation Hunters (1925), de Josef von Sternberg; La mujer en la luna (1929), de Fritz Lang, y Espejismos (1928), de King Vidor, constituyen el ciclo de joyas del cine mudo que se proyectará en el Aula Magna durante este mes de enero, en la Facultad de Ciencias, los viernes y los martes, a las 21.30 h.

Este ciclo tiene la particularidad de que tres de las siete películas proyectadas contarán con acompañamiento musical en directo: «La extra», de F. Richard Jones y Mack Sennett y «Espejismos», de King Vidor, serán acompañadas por una pieza musical interpretada al piano por Teresa Luján, profesora de Lenguaje, Armonía y Análisis Musical, vocalista de jazz e intérprete de piano, mientras que The Salvation Hunters de Josef von Sternberg, contarán con la interpretación del también pianista José Ignacio Hernández, jazzista y profesor de matemáticas, reconocido por diversos trabajos de interpretación en grupos musicales y como solista.

Destaca, en este ciclo de grandes obras del cine mudo, la heterogeneidad de sus caracteres cinematográficos, pero también los caracteres comunes del cine mudo: la ausencia de diálogos, y el aspecto musical, pues de todas las disciplinas que confluyen en la obra cinematográfica, estas grandes películas –que se proyectan en formatos de 16 milímetros, unas; y 35 milímetros otras, y con rótulos, igualmente, unas en español y otras en inglés– se acompañaban de rótulos e instrumentación solista.

Desde King Vidor, hasta Fritz Lang, desde Charles Chaplin a Volkoff, este cine que ahora se muestra en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias es el exponente de las grandes primeras obras que dieron luz al cienematógrafo. El cine, como arte, y el hecho fílmico, como actitud vital. Razones éstas, por las que los títulos que este mes se exhiben son una muestra de los primeros pasos de otra manera de ver el mundo.


Las “razones” de la guerra santa

Escrutar la prehistoria de la cruzada, el periodo que precedió a su nacimiento, describir sus rasgos, y ahondar en las “razones” que las motivaron, sin ocultar aquellas que pueden resultar poco honorables, es el núcleo central del libro “La guerra Santa”, del teólogo, historiador, investigador y humanista francés Jean Flori. El volumen, que editan conjuntamente Editorial Trotta y Universidad de Granada, se desarrolla en diez capítulos y 400 páginas, y hace hincapié, especialmente, en los caracteres dominantes que caracterizaron la guerra santa. La traducción ha sido realizada por Rafael Peinado Santaella, profesor del Departamento de Historia Medieval y director de la Editorial Universidad de Granada.

Según el autor de este texto que indaga en las múltiples causas que llevaron a los cruzados a emprender el camino de Jerusalén, “los móviles pudieron ser múltiples y variados, alejándose a veces de de los temas capitales de la predicción pontificia. Dichos móviles fueron esencialmente, nadie lo duda hoy, de orden religioso, pero este ámbito es vasto y en él caben numerosos componentes y, más aún variantes.” Para el investigador e historiador francés, a pesar de las reticencias de muchos, se puede admitir, incluso, que las motivaciones materiales pudieron desempeñar también un papel, aunque secundario, en la decisión de partir de algunos guerreros a esta guerra santa.

Aunque la idea de guerra santa tomó vuelo durante el siglo XI, y en ello coinciden todos los historiadores, desde la época de Carlomagno perecen observarse ciertas tendencias a la sacralización de la acción guerrera del emperador. Según el Jean Flori, “estas tendencias derivaron en gran medida de la noción de Imperio Cristiano, que había nacido varios siglos antes bajo Constantino, noción que Carlomagno exaltó e hizo revivir. Nuestra investigación –continúa el investigador y teólogo francés–, centrada esencialmente en el siglo XI, comienza, pues, de forma natural en la época de Carlomagno, en la cual nacieron las primeras raíces medievales de la noción estudiada. No obstante, nuestro relato ha de romper en ocasiones el hilo cómodo –y a menudo demasiado simplista–, del desarrollo cronológico para indicar, a manera de inciso, lo que esta idea debe a sus lejanos ancestros del Imperio romano, en particular a la obra de San Agustín, generalmente considerado como el padre de la idea de guerra justa.”

Para el autor de este libro “la cruzada puede considerarse como el resultado, la conclusión lógica, casi inevitable, de un lento proceso, de una verdadera revolución doctrinal que, a lo largo de varios siglos, condujo a la iglesia desde la no-violencia inicial al uso meritorio y sacralizado de las armas: una guerra santa o, mejor dicho, una guerra sacralizada, en la medida en que el concepto mismo de guerra santa parece inaceptable en nuestra época.”


Para más información: Prof. Rafael Peinado Santaella.
Profesor de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas.
Universidad de Granada. Tfns: 958 243932 / 243651 / 650-412959.
Correo e. rpeinado@ugr.es


The “reasons” of the holy war

Scrutinizing crusade prehistory, the period that preceded its birth, describing its features and going deeper into the “reasons” that provoked them, without concealing the little honourable, is the essential core of the book “The holy war”, by theologian, historian and researcher Jean Flori. The volume, which has been jointly edited by the Trotta and the University of Granada, has ten chapters and 400 pages, and emphasizes, especially, the dominant characteristics of the holy war. The translation has been carried out by Rafael Peinado Santaella, professor of the Department of Medieval History and head of the Publishing House University of Granada.

According to the author of this text inquires into the multiple reasons that lead the crusaders to set out for Jerusalem, “there are multiple and varied motives, sometimes moving away from the capital subjects of the pontifical prediction. Such motives were mainly religious, as nobody doubts, but this is a vast ambit with numerous components and variants.” According to the French researcher and historian, despite people’s reticence, we can even admit that material motives could also play a secondary role in some warriors´ decision of setting off for the holy war.

Although the idea of a holy war increased during the 11th century, as all historians agree, from the age of Charlemagne there were certain trends to consecrate the Emperor’s war actions. According to Jean Flori, “these tendencies derived to a great extent from the notion of Christian Empire which had sprung several centuries before under Constantine, a notion exalted and relived by Charlemagne. Our research work –the French researcher and theologian says–, essentially focused on the 11th century, starts in a natural way in the age of Charlemagne, when the first medieval roots of the notion sprung. However, our report must sometimes break the convenient line –and often too simplistic—of chronological development to indicate, making an aside, what this idea owes to its distant ancestors of the Roman Empire, particularly to the work of Saint Augustine, generally considered as the father of the idea of just war.”

According to the author of this book “we can consider crusades as the result, the logic conclusion, almost unavoidable, of a slow process, a real doctrinal revolution that, through the centuries, lead the Church from the initial non-violence to the meritorious and consecrated use of weapons: holy war, or rather, consecrated war, as far as the concept of holy war seems unacceptable in our age.”


Further information: Prof Rafael Peinado Santaella.
Professor of Medieval History and Historiographical Sciences and Techniques.
University of Granada. Phone numbers: 958 243932 / 243651 / 650-412959.
E-mail. rpeinado@ugr.es


Las “razones” de la guerra santa

Escrutar la prehistoria de la cruzada, el periodo que precedió a su nacimiento, describir sus rasgos, y ahondar en las “razones” que las motivaron, sin ocultar aquellas que pueden resultar poco honorables, es el núcleo central del libro “La guerra Santa”, del teólogo, historiador, investigador y humanista francés Jean Flori. El volumen, que editan conjuntamente Editorial Trotta y Universidad de Granada, se desarrolla en diez capítulos y 400 páginas, y hace hincapié, especialmente, en los caracteres dominantes que caracterizaron la guerra santa. La traducción ha sido realizada por Rafael Peinado Santaella, profesor del Departamento de Historia Medieval y director de la Editorial Universidad de Granada.

Según el autor de este texto que indaga en las múltiples causas que llevaron a los cruzados a emprender el camino de Jerusalén, “los móviles pudieron ser múltiples y variados, alejándose a veces de de los temas capitales de la predicción pontificia. Dichos móviles fueron esencialmente, nadie lo duda hoy, de orden religioso, pero este ámbito es vasto y en él caben numerosos componentes y, más aún variantes.” Para el investigador e historiador francés, a pesar de las reticencias de muchos, se puede admitir, incluso, que las motivaciones materiales pudieron desempeñar también un papel, aunque secundario, en la decisión de partir de algunos guerreros a esta guerra santa.

Aunque la idea de guerra santa tomó vuelo durante el siglo XI, y en ello coinciden todos los historiadores, desde la época de Carlomagno perecen observarse ciertas tendencias a la sacralización de la acción guerrera del emperador. Según el Jean Flori, “estas tendencias derivaron en gran medida de la noción de Imperio Cristiano, que había nacido varios siglos antes bajo Constantino, noción que Carlomagno exaltó e hizo revivir. Nuestra investigación –continúa el investigador y teólogo francés–, centrada esencialmente en el siglo XI, comienza, pues, de forma natural en la época de Carlomagno, en la cual nacieron las primeras raíces medievales de la noción estudiada. No obstante, nuestro relato ha de romper en ocasiones el hilo cómodo –y a menudo demasiado simplista–, del desarrollo cronológico para indicar, a manera de inciso, lo que esta idea debe a sus lejanos ancestros del Imperio romano, en particular a la obra de San Agustín, generalmente considerado como el padre de la idea de guerra justa.”

Para el autor de este libro “la cruzada puede considerarse como el resultado, la conclusión lógica, casi inevitable, de un lento proceso, de una verdadera revolución doctrinal que, a lo largo de varios siglos, condujo a la iglesia desde la no-violencia inicial al uso meritorio y sacralizado de las armas: una guerra santa o, mejor dicho, una guerra sacralizada, en la medida en que el concepto mismo de guerra santa parece inaceptable en nuestra época.”


Para más información: Prof. Rafael Peinado Santaella.
Profesor de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas.
Universidad de Granada. Tfns: 958 243932 / 243651 / 650-412959.
Correo e. rpeinado@ugr.es