La tendencia general, a largo plazo, hacia la erosión de la confianza en las instituciones políticas de los ciudadanos de Europa y Estados Unidos, es una de las variantes de los resultados de una tesis elaborada por Antonio Manuel Jaime Castillo y dirigida por el profesor Julio Iglesias de Usell, del departamento de Sociología de la Universidad de Granada. El investigador explica en su trabajo de investigación titulado “El cambio de actitudes hacia el Estado en Europa y Estados Unidos. Un estudio comparativo” que esta tendencia se debe a los cambios sociales y culturales que se han producido en los países occidentales en el curso de las tres últimas décadas.
“Durante las tres últimas décadas, afirma Antonio M. Jaime Castillo, se ha producido una caída notable de la confianza de los ciudadanos en sus instituciones políticas en la mayoría de los países occidentales. A corto plazo, la confianza política está estrechamente relacionada con la evolución de los ciclos económicos. Cuando la situación económica es negativa se reduce la confianza en las instituciones políticas, al mismo tiempo que crece cuando las condiciones económicas mejoran”. La variable que más influye sobre la confianza política es el índice de desempleo. “Aún así, explica el profesor Jaime Castillo, existen diferencias notables por países, que dependen del tipo de sistema electoral, la presión fiscal o la estructura del Estado de bienestar”.
El estudio realizado por Antonio M. Jaime Castillo identifica los factores que explican la evolución de la confianza en las instituciones políticas durante las últimas décadas en los países industriales avanzados. Y explica, de una parte, cómo influyen los ciclos económicos en las actitudes políticas básicas. Y, de otra, cómo se identifican las posibilidades de adaptación de las instituciones políticas a un ambiente social cambiante con el fin de conectar con las demandas de la ciudadanía.
Según el investigador de la Universidad de Granada “se ha producido, por una parte, un crecimiento de las expectativas y de las demandas de los ciudadanos dirigidas al Estado, en el contexto del crecimiento y de la institucionalización del estado de bienestar. Pero debido a las limitaciones fiscales del Estado, éste no puede satisfacer todas las demandas que se le platean y da lugar a una frustración e las expectativas, que lleva a una pérdida de confianza política. Y por otra parte, continúa Jaime Castillo, han cambiado los valores políticos básicos de los ciudadanos occidentales”
El autor de la investigación afirma que en Europa y Estados Unidos hay una tendencia hacia la libertad y el individualismo que hace que se erosione el respeto hacia las instituciones tradicionales de autoridad: “Los ciudadanos, dice, se sienten hoy más libres y son también más exigentes, y por lo tanto más críticos, a la hora de evaluar el funcionamiento de las instituciones políticas”. Y añade: “La desconfianza en las instituciones políticas no supone una pérdida de legitimidad de la democracia como forma de gobierno, porque los ciudadanos occidentales siguen comprometidos con los valores democráticos. Pero tiene efectos potencialmente peligrosos: desinterés por la política, falta de capacidad de los partidos para movilizar al electorado y, en algunos países, aparición de partidos políticos anti-sistema que obtienen representación parlamentaria”.
Para más información: Prof. Antonio Manuel Jaime Castillo
Departamento de Sociología. Universidad de Granada
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