El libro es, ante todo, el estudio del catálogo de la Biblioteca de este notable matemático catalán (1731-1797) realizado probablemente con motivo de su muerte. Pero no se queda ahí, el trabajo constituye también unos apuntes biográficos de esta figura, uno de los científicos más importantes de la España del siglo XVIII. Amigo de Campomanes, Aranda, Roda, del secretario de Estado Ricardo Wall, Bails perteneció a las reales academias de la Lengua y de la Historia, así como de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Aunque su actividad intelectual más importante la realizó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de cuya cátedra de Matemáticas, destinada a los alumnos de arquitectura, fue titular desde su fundación en 1768 hasta su muerte.
La infancia y juventud de Benito Bails transcurrieron en Francia, donde se formó en Perpiñán y en la Universidad de Toulousse. A los 24 años marchó a París donde se codeó con importantes figuras de la Ilustración como D’Alembert, Condorcet, etc. que lo incorporaron a las tareas de redacción de los artículos relativos a España del «Journal Historique et Politique». La influencia de su etapa francesa sería fundamental en su trayectoria. En 1761 regresó a Madrid donde pronto se introduce en círculos ilustrados. Fue uno de los redactores del Mercurio histórico y político, donde desempeñó una importante actividad ilustrada y antijesuítica.
Según la autora del libro, Inmaculada Arias de Saavedra, el matemático e ilustrado Benito Bails llevó a cabo una importante actividad intelectual, es autor de importantes obras entre las que destacan sus «Principios de Matemáticas» (1776), en 3 volúmenes y sobre todo sus «Elementos de Matemáticas» en 11 volúmenes que no sólo comprenden las matemáticas en sentido estricto (aritmética, geometría, trigonometría, álgebra, cálculo infinitesimal), sino que también comprende materias de Física (dinámica, óptica, astronomía) y arquitectura. Se trata de una gran obra de recopilación que dio a conocer en España el estado de la ciencia europea del momento, a través de este enciclopédico tratado, que se convirtió en obra de referencia obligada durante bastantes años.
“Pero Benito Bails, afirma la autora del libro, no se ocupó solamente de las materias propias de su actividad docente, sino que tradujo obras de música, editó obras de medicina e higiene pública. Su vida transcurrió dedicado al estudio y a la enseñanza y en sus últimos años, cuando sufría serios problemas de salud, fue acusado ante la Inquisición de poseer libros prohibidos y de sostener proposiciones materialistas y ateas en sus clases. Benito Bails sufrió prisión y destierro de la corte, pero finalmente en atención a su edad y salud y gracias a sus importantes valedores le fue conmutada parte de la pena y podría regresar a la corte, donde murió poco después”.
El interés que tiene estudiar y publicar (después de un minucioso trabajo de búsqueda y reconstrucción) el catálogo de la biblioteca de Bails, afirma la autora del libro, es “reconstruir la formación intelectual de este ilustrado, a través de sus lecturas. El matemático catalán poseía una importante biblioteca que constaba de 571 títulos y 840 volúmenes. Se trata de una biblioteca fuertemente especializada, propia de un científico profesional donde se encontraban las principales obras de Matemáticas, Física, Astronomía, Naútica, Arquitectura del momento, materias ligadas a sus enseñanzas, pero también se encuentran otras materias científicas ajenas a sus intereses profesionales, como Agricultura, Economía política, Medicina e Higiene e incluso otras de Arte y Humanidades, como Geografía, Historia, Literatura, etc. Todas ellas nos muestran la amplitud intelectual y la curiosidad de este matemático, que puede ser considerado un auténtico ilustrado. La mayoría eran libros extranjeros. No hay duda de que Bails poseía libros prohibidos, aunque es previsible que se hubiera desprendido de algunos debido a sus problemas con la Inquisición, al final de su vida y según este catálogo conservaba algunos de autores proscritos como Montesquieu, Diderot, Fontenelle, etc.”
Con el estudio del catálogo de su biblioteca, Benito Bails aparece, según la autora del libro, Inmaculada Arias de Saavedra Alías, “como un buen ejemplo de científico ilustrado, que semantenía al día en sumateria y al tanto de las principales publicaciones y corrientes científicas del momento, es muy significativo que entre sus libros se encuentren las actas y memorias de las principales Academias científicas europeas (Londres, París, Berlin, San Petersburgo, Roma, etc.), pero también la de una figura comprometida con su época interesado por los aspectos más innovadores del movimiento ilustrado”
Para más información: Prof. Inmaculada Arias de Saavedra Alías.
Departamento de Historia Moderna y de América. Universidad de Granada
Telfns: 958-243657 y 243661 (facultad)
Correo e.:aarias@ugr.es
