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«No hay que ofuscarse por la carrera hecha»

GRANADA
«No hay que ofuscarse por la carrera hecha»
Una joven licenciada en Derecho relata su experiencia como recepcionista de hotel
M. ALLENDE //FOTO: RAMÓN L. PÉREZ / GRANADA

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LICENCIADA en Derecho por la Universidad de Granada hace dos años, María José Villén no dudó un sólo instante en completar su formación con un curso de especialización en Turismo y acto seguido buscar su primer trabajo. Era consciente de que las ofertas a las que tendría acceso tenían todas un horizonte temporal de seis meses como máximo y la modalidad de contrato más probable era la de prácticas. Aún así, Villén decidió dar el paso adelante y abrir cuantas puertas se encontrara en su camino. Un empeño que le llevó a conseguir un puesto de trabajo como recepcionista en un céntrico hotel de la ciudad, el Dauro, donde a un primer contrato ha sumado un segundo por un año más.

«Un compañero me animó a que echara mi currículum, lo hice y me escogieron para este puesto», afirma entusiasta María José. Una apuesta de la que dice no sólo no estar arrepentida sino muy satisfecha «por el hecho de que cada día vivo situaciones nuevas, estoy aprendiendo un montón de cosas, tanto en atención a clientes como de trabajo en equipo». A María José le ha ayudado sobremanera el dominio del inglés, del que ha perfeccionado en su trato con clientes británicos o norteamericanos.

Un primer paso

Esta joven licenciada granadina confía en que su primer trabajo le sirva como trampolín para acercarse a lo que es la profesión para la que se ha preparado. «Haciendo el curso de Hostelería conocí la figura del inspector de esta profesión; un trabajo que me llamó mucho la atención y que es un camino que no descarto intentar en el futuro», opina. Si finalmente avanzara por este sendero, María José tendría que preparar oposiciones, examinarse y optar a una de las escasas plazas que se convocan para este cuerpo.

María José, en un puesto u otro, es heredera de una tradición familiar ligada al Derecho. «Mis padres, alguno de mis hermanos, están vinculados con esta carrera; yo soy la primera que me dedico a la hostelería en la familia». Sin necesidad casi de preguntárselo, matiza que este primer empleo que ha conseguido es tan digno como cualquier otro y que «no hay que ponerse una venda en los ojos que impida ejercer una profesión para la que no se ha estudiado; no hay que ofuscarse con la carrera que se ha estudiado».

Pese a que un hotel como el que trabaja está abierto todo el año las 24 horas al día, Villén no considera penosos sus turnos -suele trabajar de tarde- ni un problema rotar en los fines de semana. «Este trabajo no te impide llevar una vida normal, para nada». Entre sus obligaciones, María José tiene las de atender las reservas, el teléfono, el fax, el contacto directo con los clientes del establecimiento… «Lo importante es encontrar un trabajo en el que te encuentres agusto y que te pueda abrir otras puertas en el futuro, relacionadas directamente con los estudios que has hecho», agrega la joven licenciada granadina.

En su puesto la dejamos, en una jornada tranquila previa a la vorágine del mes de julio vacacional de miles de personas.

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