VIVIR
La Compañía universitaria
El jesuita Matías García Gómez relata en un libro la relación de la Facultad de Teología con la Universidad de Granada
J. L. TAPIA //FOTO: GONZÁLEZ MOLERO / GRANADA
HISTORIA. El padre jesuita Matías García Gómez, en su despacho.
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LA historia de la Universidad de Granada no habría sido la misma sin la Facultad de Teología creada por la Compañía de Jesús. Los incunables y demás fondos bibliográficos de la institución docente granadina y los muchos fondos artísticos se deben a la aportación de la histórica facultad regentada por los jesuitas. El padre Matías García Gómez acaba de publicar un libro en el que narra la historia de esa relación de la Facultad de Teología con no sólo la Universidad, sino con la ciudad de Granada. «Sólo hay que observar la cantidad de edificios y tesoros artísticos que tiene la ciudad hoy, y que fueron nuestros, para ver la contribución del centro a Granada», comenta el jesuita.
Pero esa historia ha estado cuajada de dientes de sierra paralelos a la trayectoria de la Compañía de Jesús, «la más perseguida históricamente por el Estado español», comenta García Gómez. «Primero nos expulsó Carlos III sin razones, las que él se reservaba en su real pecho», dice el autor del libro. «Murieron miles de jesuitas a consecuencia de aquella expulsión», añade el especialista. «En el siglo XIX nos expulsaron tres veces y estuvimos más tiempo expulsados que tolerados, y cada vez que nos expulsaban nos quitaban todo», comenta. «Pero todos esos reyes perdieron el trono», apostilla García Gómez. La quema de conventos durante la República y «la persecución religiosa», según Matías García Gómez, fue uno de los momentos más duros para la Facultad de Teología de Granada, «que llegó a existir en el exilio durante la Guerra Civil». «Hubo en aquella persecución la complicidad del Estado, cuando la Iglesia no tuvo nada contra la República», señala el jesuita. García Gómez rememora que durante la época republicana «se hizo una procesión burlesca en Granada para asaltar Cartuja, y confundieron el telescopio del observatorio con un cañón, pero al final tuvimos que marcharnos».
Regreso
La Compañía de Jesús regresó tras la Guerra Civil y se hizo cargo nuevamente de la Facultad de Teología de Granada. «La mayoría de los jesuitas estaban en el exilio y pudieron salvarse, pero murieron muchos durante la guerra», indica. «Mataron al 40% del clero, y al terminar la contienda la Facultad de Teología se convirtió en uno de los centros más importantes del sur de España, con unos setecientos alumnos», comenta Matías García Gómez.
Las muchas vocaciones en aquellos momentos de posguerra y la ausencia de educadores transforma a la facultad granadina no sólo en un centro para los jesuitas sino para todas las órdenes religiosas.
El autor de la historia se hace cargo de la institución docente eclesiástica cuando se aprueba el Concilio Vaticano II, «y tuve que adaptar la facultad a los nuevos preceptos». Es en esa época, durante el mandato como rector de la universidad granadina de Federico Mayor Zaragoza, cuando se gesta el actual Campus de Cartuja.
«Toda esta finca de Cartuja pasó al Estado para que se constituyera el nuevo campus». Los terrenos pertenecían a los cartujos y la finca fue desamortizada y a finales del siglo XIX adquirida por los jesuitas. «Se trataba de unos terrenos completamente rústicos, que se quedaron aislados de la ciudad, de ahí la idea de incorporarla de alguna manera», explica el padre García Gómez.
Vaticana
La Facultad de Teología es una Universidad que depende de la Santa Sede, pero que a través de convenios y acuerdos está adscrita a la de Granada. «La Universidad considera al rector de la Facultad de Teología como vicerrector de la Universidad de Granada», afirma García Gómez. Entre los edificios que pertenecían a la Compañía de Jesús y que pasaron a la Universidad de Granada se encuentran los colegios San Pablo y San Bartolomé y Santiago, así como los observatorios de Cartuja y Sierra Nevada. «Y casi el 70% del arte antiguo de los fondos universitarios», comenta el padre jesuita. Entre los tesoros que pertenecieron a la Compañía está el famoso Códex Granatensis, una de las joyas bibliográficas de la Universidad de Granada.
En la actualidad, el centro ofrece cursos y licenciaturas de Teología y Ciencias de la Religión. En este centro es donde se forman también los profesores de Religión y los mediadores familiares.
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