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Vecinos ‘ocupan’ una biblioteca que llevaba cerrada año y medio

Los vecinos del barrio granadino del Zaidín agrupados en la Plataforma por la Biblioteca de Las Palomas han ‘reocupado’ el edificio clausurado de la misma biblioteca, situado en la Plaza del mismo nombre, según su propio relato después de acudir a un acto reivindicativo más para pedir su reapertura y descubrir que alguien, «en un acto vandálico», había forzado la puerta, circunstancia que han aprovechado para introducir estanterías y libros y varios carteles reivindicativos.

La Plataforma pretende ahora que el Ayuntamiento de Granada responda a su plan de autogestión de la Biblioteca de Las Palomas, clausurada hace ya más de un año y medio, y que entregaron al concejal de Cultura, Juan García Montero (PP), hace ya un mes y medio. Los portavoces explican que «se nos dijo que iban a contestar en una semana y aún estamos esperando».

En el verano de 2011, el Ayuntamiento clausuró el edificio tras la inauguración de la nueva Biblioteca Francisco Ayala, situada en el otro extremo del barrio, el más poblado de Granada, con cerca de 40.000 habitantes. Los vecinos de la Plaza de Las Palomas comunicaron su desacuerdo al Consistorio, pero este insistió en que la nueva biblioteca –donde se trasladaron los fondos y el personal de Las Palomas– daría servicio igual.

La argumentación de los vecinos, que se mantiene, es que la zona del Zaidín en la que ellos viven está habitada mayoritariamente por familias de pocos recursos, numerosas y en ocasiones en riesgo de exclusión. La biblioteca era uno de los pocos espacios que tenían los niños para estudiar y se fomentaba la lectura. En opinión de la propia Plataforma, pocas familias recorrerían medio barrio –que es casi media Granada– para mantener los programas de fomento de la lectura o voluntariado.

La mañana de este domingo –mientras no muy lejos, en el Estadio Nuevo Los Cármenes, disputaba partido de Primera División el Granada CF–, celebraban una pequeña ‘verbena’, con globos, serpentinas y sándwiches mientras «ocupaban» la Biblioteca. La lectura, supuestamente prevista para la Plaza, se mantuvo en ella y acabó con las mujeres del Zaidíncantando ‘La muralla’ de Nicolás Guillén en un ambiente festivo.

El proyecto de Biblioteca Autogestionada parte de la ‘biblioteca itinerante’ creada dentro del año de movilizaciones con donaciones de vecinos de toda la ciudad. Esos fondos servirían para una nueva instalación, de coste «casi insignificante» para el Ayuntamiento y con voluntarios estudiantes de Biblioteconomía en la Universidad de Granada, que está interesada en colaborar.

Aún se desconoce qué medidas tomará el Ayuntamiento, cuyo proyecto de bailes regionales sigue esperando, ya que la Biblioteca se ha quedado cerrada y con los nuevos libros. Unos fondos eclécticos donde comparten espacio numerosos libros de divulgación o infantiles con una edición desencuadernada de ‘Tintín en el Tíbet’ o ‘Los malversadores’ de Valentin Kataev.

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