Como controlar la aparición de melasmas
El melasma es hoy en día la cuarta causa de visita al dermatólogo, después de las consultas por problemas como el acné, las verrugas y lunares, y la dermatitis. ¿Es frecuente este problema de la piel? La doctora Mª Teresa Gutierrez Salmerón, vocal de la Academia Española de dermatología y venerología, y profesora titular de dermatología de la Universidad de Granada, explica con más detalle los diferentes aspectos relacionados con el melasma.
Melasma, un problema de pigmentación
Los melasmas, también denominados cloasmas, son unas manchas oscuras que aparecen en la cara y que suelen afectar mayoritariamente a mujeres. Lo cierto es que no existe una edad concreta en la que aparecen, así que afectan tanto a chicas jóvenes como a mujeres maduras. Este problema, producido por un exceso de pigmento, está inducido basicamente por la radiación solar, aunque el consumo de anticonceptivos orales o pasar por un embarazo pueden inducir a que las manchas aparezcan. También es cierto que hay personas más predispuestas que otras debido al tipo de piel que tienen. De esta manera las personas morenas con la piel más oscura tienen más probabilidades de padecer melasmas que la gente de tez más clara.
Por qué aparecen los melasmas
Tal y como hemos indicado, la causa de estas manchas en la dermis siempre va ligada a la exposición al sol, su factor desencadenante. Existen unas células llamadas melanocitos que se activan con la luz y, en el momento de la exposición, comienzan a funcionar creando melanina. En ocasiones la actividad de estas células se vuelve frenética, por lo que la melanina se va acumulando en la epidermis. Los pigmentos que se forman continuamente se van localizando en las capas más profundas de la piel por lo que por sí solos no desaparecen, como podría pasar con el bronceado tras el verano. Los niveles de incidencia de esta pigmentación son más profundos y, por ello, es necesario tratar el problema para conseguir eliminarlo.
Existen diferentes tipos de melasma según la localización del pigmento. Los dermatólogos los clasifican según lo profundas que son las manchas. Aquellas más superficiales tendrán una respuesta más rápida a los tratamientos, mientras que las manchas más profundas serán más difíciles de controlar.
Tratamientos contra los melasmas
Ante todo hay que aclarar que los melasmas solo pueden controlarse, no evitarse. Una persona con tendencia a que sus melanocitos actúen de forma hiperactiva con la exposición solar deberán evitar este contacto con la luz para poder mantener la situación bajo control.
La dermocosmética recurre a sueros despigmentantes incluidos en tratamientos con lociones y geles. Lo que se precisa es la unión de dos sustancias, una que haga de exfoliante para la primera capa de la piel y otra que ayude a que la sustancia despigmentante penetre mejor en la dermis y rebaje el ritmo de fabricación de melanina. Los diversos despigmentantes que se encuentran en el mercado se venden en farmacias y no precisan de receta médica,como sería el caso de Iklen suero. Este tratamiento específico actúa intra y extra celularmente, consiguiendo reducir la producción de melanina de forma satisfactoria.
Los tratamientos deben ser constantes y llevarse a cabo durante un largo periodo de tiempo. Además, la protección solar no debe faltar nunca. Hay que tener en cuenta que al inicio, y con el objetivo de frenar la actividad de los melanocitos, los tratamientos son más agresivos que en la segunda fase de su aplicación, que son más suaves ya que se trata de un periodo de mantenimiento.
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