Los alimentos funcionales, al alza por el culto al cuerpo y el afán por prolongar la juventud

«Los alimentos funcionales serán los alimentos del futuro». Es decir, aquéllos que son beneficiosos para nuestra salud. La catedrática de Fisiología de la Universidad de Granada (UGR), Pilar Aranda, realizó ayer esta afirmación en el marco de la décima edición de los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga (UMA) en la ciudad del Tajo. La experta indicó que alimentos ricos en calcio y fibra, el yogur, el tomate y el aceite de oliva figurarán entre los alimentos del futuro ya sean naturales o artificiales. Aranda desarrolló una ponencia titulada ‘Alimentos funcionales: ¿superalimentas?’ en el Curso ‘Alimentación saludable: desafíos actuales’. y recordó, en la misma línea, los beneficios de la dieta mediterránea. Ésta también consideró que los medios de comunicación son muy alarmistas en cuanto a las recomendaciones alimentarias como el caso reciente del atún o las acelgas.
Mercado al alza
El director general de la empresa de consultoría DOXA S. A., Guillermo Bosovsky, explicó que el mercado de los alimentos funcionales crece cada año un 20% y que los productos más requeridos por los consumidores son los yogures, seguidos de otros lácteos y que lo que más interesa a la población es que contengan fibra y vitaminas. Bosovsky intervino ayer en Ronda con una ponencia titulada ‘El mercado de los alimentos funcionales’.
El experto explicó que el mercado de los alimentos funcionales está al alza debido a la sensibilidad social que existe en cuanto al culto a la belleza, el cuidado del cuerpo, la salud y el afán por alargar la juventud. Añadió el dato de que el 80% de la población considera que mantiene hábitos de vida saludable mientras que sólo el 18% los describe como muy saludables. Sobre su precio, afirmó que el 46% de la población compra estos productos pese a que son más caros ya que el 60% está convencido de que son buenos para la salud frente al 46% que cree que su precio es elevado.
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