Inicio / Historico

Convento de San Esteban. Salamanca

POEMA INÉDITO
Convento de San Esteban. Salamanca
Tomás Hernández Molina (Alcalá la Real, Jaén, 1946) es filólogo y ejerce la docencia como profesor de Lengua y Literatura Española en Almuñécar (Granada). Anteriormente trabajó también en la facultad de Filología de Valencia. Es autor de los siguientes libros de poesía: Esfinge (Valencia, 1978), La manera en que muerdes tus labios cuando esperas (Valencia, 1981), El viaje de Elpénor (Madrid, 2004), premio Andalucía de la Crítica, La Posada de Ahlam (2005), Cuaderno de Salobreña (Salobreña, 2004), y Véante mis ojos (Zaragoza, 2005), premio Ciudad de Zaragoza de Poesía 2005. En el año 2005, ha recibido el premio Manuel Alcántara por el poema Melquisedec. También ha publicado trabajos sobre los novísimos (La poesía de José María Álvarez, Valencia, 1981) y traducido una selección de los Epigramas de Marcial (Universidad de Granada, Granada, 2003).
Tomás Hernández/

ImprimirEnviar
Donde antes bestias ahora miro ángeles.

Cuadras y establos fueron las capillas,

y en las fuentes del claustro, en sus aljibes

se lavaban los hombres entre risas y escarnios

y hasta los animales bebían en las pilas

que ahora a la sombra esperan la mano del creyente.

Entraban por las puertas al galope,

los cascos resbalando sobre el mármol, el hueco

de las pisadas en las tumbas. En el silencio

con que los transeúntes pasan por esta iglesia,

no es fácil comprender las voces, las blasfemias,

soeces alusiones sobre la vida mística,

sobre la desnudez de las estatuas

y los frescos. Me alegro que hayan vuelto

a estas piedras la vida que merecen,

el retiro, la paz, el tiempo y la belleza.

Descargar