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El sexismo y la clase social afectan a la salud

El sexismo y la clase social afectan a la salud

La discriminación por causa de sexo y clase social afecta a la salud de la mujer, según las conclusiones de una investigación realizada en España. “Se ha estudiado mucho cómo la discriminación según raza (racismo) puede afectar a la salud, pero no tanto cómo el sexismo puede hacerlo también”, ha asegurado Carme Borrell, experta de la Agencia de Salud Pública de Barcelona y principal autora de este estudio. Borrell ha participado este jueves, en Madrid, en el Encuentro Real Academia Nacional de Medicina (RANM) con la Salud de la Mujer en Tiempos de Crisis, organizado por la RANM, en colaboración con el Instituto Novartis de Comunicación en Biomedicina. En el acto también han participado la periodista y escritora Pilar Cernuda, así como María del Carmen Maroto, catedrática de Microbiología y Parasitología de la Universidad de Granada, y Manuel Díaz-Rubio, presidente de la RANM, quien también actuó como moderador.

Los resultados del estudio, primero que analiza la influencia del sexismo en la salud en un país del sur de Europa, serán publicados próximamente en la revista Journal of Women’s Health. Entre los objetivos de este trabajo destaca el análisis de la relación entre la discriminación a causa del sexo y la mala salud percibida por las mujeres afectadas. También se estudió si a mayor proporción de sexismo aumentaban los indicadores de peor salud, como lesiones físicas, salud mental, hipertensión o tabaquismo. En este sentido, Carme Borrell aseguró que, al analizar el sexismo como determinante de salud, es importante estudiar también la clase social y el país de origen.

Los investigadores trabajaron con datos de la Encuesta de Salud Española de 2006 relativos a 10.927 mujeres con edades comprendidas entre los 20 y los 64 años. La prevalencia de machismo percibido fue de un 3,4 por ciento (372 casos). Según los resultados, el sexismo se asoció con resultados negativos en la mayoría de indicadores analizados, fundamentalmente en la salud percibida, el bienestar mental, el tabaquismo y la incidencia de lesiones físicas en los diez últimos meses. “Además confirmamos que aquellas que sufrían más sexismo eran también las que declaraban peor salud. Fue más común entre mujeres jóvenes, separadas o divorciadas, y también entre inmigrantes procedentes de países poco desarrollados”, añadió la profesora Borrell.

El 71 por ciento de estudiantes de las facultades españolas de Medicina son mujeres

Durante su intervención, María del Carmen Maroto analizó la evolución de la mujer en la Medicina, y destacó que ya hay un 71 por ciento de féminas en las facultades españolas. “Van a cambiar muchísimo las cosas”, añadió esta catedrática de Número, quien se mostró contraria a la igualdad por cuotas: “La mujer, como el hombre, no puede alcanzar la madurez intelectual por decreto. La igualdad no se establece en porcentajes definidos, sino en función de los conocimientos, aptitudes y capacidades de cada uno”.

Respecto a las desigualdades de género, Manuel Díaz-Rubio aseguró que no se producen en Medicina, “un sector diferente”. El presidente de la Academia Española de Medicina también se mostró contrario a las cuotas, que considera “negativas para el desarrollo de la mujer”.
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