– Los consumidores de plantas medicinales pasan de las farmacias
El hecho de que prácticamente uno de cada tres españoles consume preparados de plantas medicinales con fines terapéuticos, no es óbice para que la mayoría se deje aconsejar y orientar en su consumo más por un amigo o un familiar que por el farmacéutico, según una encuesta realizada por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito) a más de 2.000 personas mayores de 15 años.
No obstante, y de acuerdo con los resultados de este estudio, publicado en ‘Acta Sanitaria’, el profesional en quienes los consumidores confían más para dejarse asesorar sobre plantas medicinales es el médico, con un 37,6 por ciento de todas las respuestas, a pesar de que en sus planes de estudios no se suele encontrar la fitoterapia. En segundo lugar está el dependiente de tienda o herbolario (18,6 por ciento), seguido del naturópata (12,9 por ciento) y sólo en cuarto lugar está el farmacéutico (9,9 por ciento).
Y a pesar de ello, como afirma Concha Navarro, catedrática de Farmacología de la Universidad de Granada y presidenta de Infito, el farmacéutico es quien “mejor está preparado para responder cualquier consulta sobre fitoterapia o uso terapéutico de las plantas medicinales, ya que se contempla en su plan de estudios.
LA FARMACIA, LA GRAN DESCONOCIDA
Los consumidores también desconocen el papel de la farmacia como único canal autorizado para la dispensación de medicamentos, estén basados en sustancias naturales o sintéticas, y sólo un 30 por ciento adquiere las plantas medicinales en la farmacia, a pesar de ser el único canal autorizado de distribución de medicamentos, como destaca Concha Navarro, quien asegura que cuando se busca una finalidad terapéutica, “el lugar adecuado para adquirir un producto basado en plantas medicinales es la farmacia, como con cualquier medicamento, con sus controles, su eficacia demostrada y el asesoramiento de un profesional sanitario”.
Entre los motivos alegados para no comprar los preparados de plantas en farmacia figuran el no saber que las vendían, que no los tienen a la vista para escoger el que necesitan y que nunca les han dado información sobre los mismos. De hecho, un 30 por ciento de quienes adquieren plantas medicinales en otros establecimientos confiesa que lo haría en la farmacia si en ella le dieran más información.
La principal conclusión de este estudio, según Infito, es que los españoles siguen sin percibir los productos basados en plantas medicinales como medicamentos, por lo que para cambiar esta percepción se precisa la colaboración de los médicos, dado que son los profesionales en los que más confían.
De hecho, esta posibilidad se considera fundamental, ya que un asesoramiento en fitoterapia sería no sólo importantísimo sino que, si los facultativos la prescribiesen, se impulsaría a los no consumidores a utilizarla, según el 34,8 por ciento de los encuestados, opinión que aumenta a medida que desciende el nivel de estudios de los consultados, y que también es más común entre los habitantes del País Vasco (42,2 por ciento) y los mayores de 51 años (40,5 por ciento). No obstante, sólo uno de cada diez consumidores toma plantas que les haya recomendado su médico.
Los medicamentos fitoterápicos pueden ayudar a muchos pacientes a tratar y prevenir trastornos leves y crónicos y los médicos tienen una gran responsabilidad en que se practique una fitoterapia racional, basada en la seguridad, calidad y eficacia. Para ello es necesario resolver el problema de formación (en las facultades de Medicina españolas, salvo excepciones, no se estudia la fitoterapia) y tener facilidad de acceso a fuentes de información, explica el doctor Bernat Vanaclocha, director médico de Infito.
Según la encuesta, la principal aplicación de la fitoterapia por los españoles es el tratamiento y la prevención de los trastornos del sueño y la ansiedad (57,3 por ciento), seguida de su aplicación en los trastornos digestivos (con un 41,9 por ciento) y los problemas circulatorios (17,7 por ciento).
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