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La colección de loza de La Cartuja de Sevilla se expone en el Hospital Real
Unas 150 piezas, la mayoría fabricadas en el siglo XIX, forman la muestra, declarada Bien de Interés Cultural Además de vajillas, el producto más popular de Pickman, se exponen jarrones, ánforas, murales y banquetas
INÉS GALLASTEGUI/GRANADA
TARJETERO. Dos grandes platos flanquean el jarrón Profeta Ezequiel, de 1880. / LUCÍA RIVAS
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Unas 150 piezas componen la Colección de Loza Pickman del Museo Nacional de Artes Decorativas que desde ayer y hasta el próximo 16 de abril se expone en el crucero bajo del Hospital Real de la Universidad de Granada. Junto a las vajillas, producto estrella de la fábrica de La Cartuja de Sevilla, forman parte de esta muestra piezas decorativas -entre ellas jarrones, ánforas, copas o grandes platos-, arquitectónicas -como remates o banquetas de jardín- e incluso científicas, como la cabeza frenológica del doctor Cubi, un busto muy utilizado en ambientes médicos en el siglo XIX. En la colección pueden apreciarse diseños y decoraciones de estilos variados -renacentista, romántico, modernista, oriental o costumbrista-, pero la mayor parte de ellas data de mediados del siglo XIX a principios del XX.
Entre las curiosidades de la exposición destaca una reproducción de una mancerina del siglo XVII: se trata de un plato con una abrazadera circular en el centro donde se sujetan dos jícaras para servir chocolate. Esta pieza toma su nombre del marqués de Mancera, virrey de Perú. Otro objeto destacado es un jarrón que perteneció a la reina Victoria Eugenia, obsequio que se adquirió por cuestación popular.
El rector de la Universidad de Granada, David Aguilar, destacó que el principal mérito de Charles Pickman, empresario inglés que se instaló en La Cartuja de Sevilla en 1841, fue importar del Reino Unido las tecnologías más avanzadas de la época en la fabricación de porcelana, aplicar una organización industrial desconocida en España en aquellas fechas e incorporar al proceso «un altísimo nivel artístico».
Referente popular
Durante la inauguración de la muestra, Aguilar subrayó además que Pickman ha logrado convertir un producto destinado a las clases altas e incluso a la realeza en «un referente popular muy extendido en nuestro país y en todo el mundo». Las vajillas de La Cartuja sevillana, agregó, «pasan de generación en generación» y poseen un gran prestigio social.
Por su parte, el director del Museo de La Cartuja y comisario de la exposición, Carlos Bayarri, se mostró «pletórico» por el recinto en el que se ubica la muestra, ya que el crucero del Hospital Real constituye un «cofre único». Añadió que la exposición es «muy fácil de entender porque las piezas están agrupadas por estilos».
El comisario destacó que la mayoría de la gente conoce a Pickman por el menaje, por lo que los visitantes se sorprenderán al descubrir que la fábrica sevillana produce elementos muy diversos. Así, junto a las delicadas vajillas, que se exhiben acompañadas por cristalería de la Real Fábrica de La Granja (Segovia), se muestran jarrones, copas, ánforas, jarras, grandes platos decorativos, maceteros, azulejos, banquetas de jardín y remates arquitectónicos. En cambio, no se han incluido en la muestra los tarros de botica de Pickman, si bien el comisario matizó que estas piezas aún pueden verse en muchas farmacias de Granada.
También se expone una colección de dibujos realizados a plumilla sobre papel destinados a servir como modelo para las estampaciones en cerámica. Una de las curiosidades de la decoración, explicó Bayarri, es que los colores cambian durante el proceso de cocción de la loza.
La exposición, patrocinada por Caja Duero, viaja desde hace trece años por diferentes ciudades de España y Europa y en 1998 fue declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía.