exposición
Un puente sobre el Atlántico a través de la creación artística
Reportaje Gráfico Esther Falcón
Inauguración. Algunos de los artistas que han donado sus obras.
BELÉN RICO
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Granada. La riqueza humana frente a la pobreza material es el título de la muestra con la que la artista Marluce Morales Faría quiere demostrar que cuando hay ciertas carencias económicas se acentúa el talento artístico. Al igual que un ciego desarrolla más el oído u otros sentidos, en un país del tercer mundo como Honduras hay muchísimos y muy buenos artistas. Según explica la comisaria, la exposición que se exhibe en la Corrala de Santiago hasta el próximo 4 de enero es una forma de difundir una nueva imagen de Honduras, que siempre se asocia a catástrofes, a miseria… Reflejar que también tiene cosas bonitas y que cuenta con autores que trabajan en formas artísticas alejadas del primitivismo y del arte naïf.
Además de difundir las muestras de arte contemporáneo que se hacen actualmente en Honduras el objetivo es mucho más amplio. La riqueza humana frente a la pobreza material está compuesta por obras de autores del país sudamericano, pero también andaluces y estadounidenses, porque su objetivo es propiciar su encuentro a través del arte.
Jesús Conde, Javier Socrán, Piedad Lozano, José Antonio Amescua, Jesús Rodríguez de la Torre son algunos de los ocho artistas andaluces que participan en la muestra. Además de los cuatro norteamericanos –Joel Gargano, Julia Warner, Marilyn de King y Brian Baiamonte–, la exposición cuenta también con las obras de ocho de los artistas hondureños de reconocida trayectoria: Adonay Navarro, Fausto Távora, Darío Rivera, Santos Arzu, Doria Mejía, José Ramos, Byron Mejía y la propia comisaria, una artista brasileña que lleva quince años afincada en Honduras.
En total, La riqueza humana frente a la pobreza material está compuesta por cuarenta obras de una veintena de autores. Autores que han donado sus piezas, porque otro de los acicates para visitar la muestra es la tercera finalidad que persigue: recaudar fondos para la ONG Solidaridad Honduras, que realiza proyectos en Tegucigalpa a través de una guardería en la que asiste a más de cien y una panadería para enseñar a las madres solteras. Hace unos años me llamó la atención la actuación de este grupo de españoles en Honduras. Su trabajo es real, efectivo. Gracias a ellos un centenar de niños reciben atención alimenticia, pero también pedagógica, sanitaria…, cuenta la comisaria de la muestra, que también es miembro de la ONG.
En el verano de 2004, Morales tuvo la idea de organizar esta exposición. Redactó el proyecto y los presentó a la Universidad de Granada a través de un compañero de la asociación que conocía el trabajo desarrollado por el Centro de Iniciativas para la Cooperación y Desarrollo (CICODE), de la institución académica. Este organismo lleva a cabo varias iniciativas de desarrollo en Honduras, entre las que también se encuentran iniciativas de carácter artístico.
Un año de trabajo de Marluce Morales para seleccionar, contactar, tramitar los traslados y montar la muestra, la buena disposición de los creadores seleccionados y el apoyo de CICODE han hecho posible que la exposición se inaugurara el pasado viernes.
Pese a las dificultades propias para organizar una muestra de este tipo, ha sido un trabajo muy gratificante, reconoce Morales que está muy contenta con el resultado. A pesar de la diversidad temática, técnica y formal de las obras, la comisaria señala que la exposición es muy arminiosa e interesante. Un espacio como el de la Corrala de Santiago es muy difícil para componer una muestra cuyo resultado no sea asfixiante. Sin embargo, creo que he conseguido que cada obra tenga su propio espacio, que cada pieza hable por sí misma.
Los artistas han sido seleccionados por la calidad de sus obras –la comisaria apunta que participan autores que han tomado parte en algunas de las bienales de arte contemporáneo más importantes, como la de Venecia– y han tenido plena libertad para elegir la temática de las piezas que enviarían a la exposición. Queríamos contar con una variedad de obras que representara distintas formas de expresión, no con una muestra de trabajos sobre niños, mujeres, pobreza, que es con lo que se asocia a los países del tercer mundo, recalca Morales. Por ese motivo, la muestra la conforman 40 piezas muy diversas: pinturas, esculturas y ensamblajes realizadas con variedad de técnicas: desde pintura al óleo, acrílico, témpera, acuarela, esculturas de mármol o de hierro, a fotografías digitales.
Marluce Morales ha realizado un trabajo específico para la muestra: un ensamblaje que refleja la riqueza humana de Honduras y que invita al espectador a un juego interactivo. Otros autores como Adonay Navarro proponen el tema clásico de la mujer campesina pero con un lenguajer vangüardista. Los hay que optan por la vía del escape. Uno, como Doria Mejía, ha apostado por la temática de los niños. A pesar del asunto, la obra es muy expresiva y refleja una gran ternura, explica la comisaria.
El precio de las obras oscila entre los 300 y los 4.000 euros, pero la entrada a la muestra es gratuita. Además del aliciente de colaborar con la causa, la exposición desmonta tópicos, remueve conciencias y construye un puente transoceánico que ha trazado el centro de iniciativas de la Universidad de Granada.