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«Las propuestas documentales atraviesan un momento excelente»

an de dios salas. director del cine club universitario y programador de la filmoteca andaluza

Las propuestas documentales atraviesan un momento excelente

esther falcón
director. Juan de Dios Salas cumple una década en el Cine Club.

REBECA ROMERO
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Granada. A unas horas de la primera proyección de la temporada, el director del Cine Club de la Universidad de Granada, Juan de Dios Salas, explica los pormenores de la programación y anuncia la continuidad de los cursos de formación. El sello de su criterio cinematográfico quedará también impreso en las películas que, en breve, podrán verse en la sala que la Filmoteca Andaluza abre en la ciudad.
–¿Por qué empieza con Chaplin?

–Se cumple el 80 aniversario del estreno de La quimera de oro. Además, hay una serie de copias nuevas que son las que vamos a proyectar nosotros.

–Las películas de Chaplin son ejemplo de crítica social y política, también de actualidad…

–Él siempre utiliza el humor para invitar a la reflexión. Además que sus películas sean universales, es que no ha pasado el tiempo por ellas: pese a que el espectador de ahora no está acostumbrado al cine mudo y en blanco y negro, con ese ritmo, sigue resultando muy interesante. Uno de los objetivos con este ciclo es acercar a la gente a un tipo de cine que habitualmente no ve. Esa es una de las funciones de un Cine Club.

–¿Qué otras características tendrá la programación de esta temporada?

–Se mantiene la línea seguida en los diez años que llevo como director: recuperar clásicos para ver la historia fundamental del cine y rarezas importantes; también proyectar trabajos que no llegan a las salas de Granada porque no vienen en versión original, porque duran poco en cartelera o porque están fuera de los grandes circuitos de distribución. Aliatar es uno de los ejemplos de la ciudad en poner cosas que nadie pone.

–¿Cuál es el proceso que se sigue para conseguir los títulos?

–Hay que diferenciar entre los clásicos y las películas más recientes. Los primeros se hacen a través de listados de las distribuidoras y sobre ellos se componen los ciclos. Estudiando un poco qué se ha visto en Granada y qué no, qué ha durado muy poco o qué está en versión original se programan las películas más recientes, que se alquilan por un día. Este engranaje, que no se suele conocer, es lo que condiciona la programación. Con las películas que hay disponibles y con el presupuesto que tenemos intentamos hacer la mejor propuesta.

–El público es también activo en este sentido.

–En el Cine Club hay un buzón para sugerencias y, a partir de él, programamos la sección Al gusto del respetable. También hay sorpresas; en ocasiones, títulos que no programaría por considerarlos conocidos para todo el mundo, resulta que hay gente que no los ha visto. O, lo que es más grave, que ni siquiera tiene referencia de ellos.

–¿Atribuye esa laguna a un vacío en la formación cultural básica de los espectadores?

–Ese es el problema fundamental. En este país no ha habido ninguna educación sobre cine, sigue sin haberla y no parece que se vaya a tomar realmente en serio. Cada vez estamos más ligados al mundo de la imagen, pero no hay capacidad para valorar lo que vemos. Últimamente se ha recuperado un poco el cine en la televisión, en eso sí que se ha notado el cambio de Gobierno, pero pesan mucho las audiencias. Es un problema de educación que no tiene visos de resolverse.

–Además de contribuir a ese vacío con Chaplin, ¿qué más podrá verse este curso en el Cine Club?

–En noviembre habrá un ciclo dedicado íntegramente a cine italiano y se proyectará El gatopardo, Ocho y medio o La mejor juventud, que es una película de hace un par de años. Dura seis horas y la fragmentaremos en dos partes. Cuenta la historia de un grupo de jóvenes desde la década de los sesenta hasta la actualidad. En diciembre, semiciclo dedicado a Robert Wise con West Side Story, entre otras, y en enero tenemos un ciclo de documentales contemporáneos.

–Es el género más difícil de ver en salas comerciales.

–Es muy complicado, pero hay un interés cada vez mayor por él, lo que demuestra su excelente momento. Está dando muchas sorpresas en cuanto a calidad.

–Y también traspasando un poco las fronteras de los festivales.

–Exacto, a eso ha ayudado, por ejemplo, el trabajo de Michael Moore. Al final todo es cuestión de publicidad, hay que desterrar la idea de que lo bueno tiene detrás una superproducción. Conocer cómo funcionan las campañas de publicidad es fundamental, porque cada vez hay más información y peor. No se debe creer que porque se anuncia mucho es mejor. En este sentido es muy importante la formación. Desde el Cine Club y a través de los cursos que organizamos intentamos cubrir un poco eso.

–¿Existe un perfil concreto de asiduos al cineclub?

–Hay gente que está siempre, reconoces las caras. Pero se ha convertido en lugar de reunión de cinéfilos, un punto de encuentro alrededor del cine. Creo que cumple realmente la función de extensión, porque hay desde chavales de instituto hasta gente mayor, trabajadores y estudiantes. Es muy gratificante darse cuenta de que muchas personas han aprendido a amar el cine a partir de las propuestas que les has planteado.

–¿Cuándo comenzará a funcionar la nueva sala de la Filmoteca de Andalucía?

–Antes de fin de año con toda seguridad y con programa los lunes, martes y jueves.

–Será una buena contribución al cine en la ciudad.

–Entre la Diputación, tan veterana como la Universidad en cuanto a los ciclos de cine y fidelidad, y la nueva sala Val del Omar creo que va a existir la posibilidad de ver cine alternativo todos los días de la semana. Habrá que esperar la respuesta, porque estamos en una ciudad universitaria y con muchas actividades culturales, pero al final se reduce a un grupo de gente que es al que interesan todas las propuestas. Y se recicla muy poquito. La cuestión es si habiendo una oferta más amplia hay público al que ofrecérsela.

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