Expertos abogan por crear la figura del alumno mediador de conflictos
Un estudio del grupo Psicología de la Intervención de la Educación constata que los jóvenes violentos en las aulas lo son más fuera de ellas
granada hoy
investigación. Entre el 3 y el 5 por ciento de los jóvenes sufre situaciones de violencia escolar.
GRANADA HOY
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granada. Los jóvenes que son violentos o problemáticos en las aulas lo son más fuera de ellas debido a que en la calle el control de los adultos es menor al que se da dentro de los centros escolares, según las investigaciones desarrolladas por los integrantes del grupo Psicología de la Intervención de la Educación de la Universidad de Granada, que abogan por impulsar la figura del alumno mediador, al considerar muy beneficiosa la participación de los compañeros para solucionar los conflictos.
Entre el 3 y el 5 por ciento de los jóvenes sufre situaciones graves de violencia escolar, porcentaje que en la calle se triplicaría, según dijo a Efe el responsable de las investigaciones granadinas, Fernando Justicia, que apuntó que lo más preocupante es que estudios nacionales o internacionales constatan el progresivo incremento de los índices de violencia e indisciplina en las escuelas y, por tanto, fuera de ella.
El profesor apuntó que el mayor índice de conflictividad en las aulas se da entre los 10 y 14 años, a partir de los cuales la curva de violencia desciende, porque los jóvenes más conflictivos suelen abandonar el sistema cuando éste deja de ser obligatorio.
Apuntó que su objetivo era analizar la relación existente entre la violencia dentro y fuera de los centros escolares y comprobar que quienes son violentos dentro también lo son fuera, a lo que añadió que las víctimas de acoso o violencia tampoco lo son en un solo ámbito.
Los datos nos confirmaron que quienes son violentos dentro lo son fuera también, y lo más preocupante, que el índice se disparaba un poco más fuera debido a un menor tipo de control de adultos, como profesores, directores o vigilantes, añadió Justicia, que advirtió de que esa falta de supervisión hace que la violencia sea mucho más grave, impune, gratuita y frecuente.
En su opinión, las causas de la violencia no son únicas, aunque apuntó que una de las más importantes estaría en la falta de un modelo a seguir en la etapa en la que los chicos adquieren tanto los comportamientos buenos como los malos, que coincide con finales de Primaria y Secundaria.
En esa fase de aprendizaje los chavales necesitan tener referentes y modelos y en la medida en que no se dan es lógico que la situación de conflicto acabe predominando, añadió Justicia, que señaló que también influye la exposición a la violencia a través de los medios de comunicación.
Además, señaló que la falta de supervisión y exigencia de disciplina por parte de padres y profesores hace que los jóvenes crean que todo es posible.
Respecto a las posibles soluciones de la violencia en las aulas, Justicia dijo que, tras tres años de estudios desarrollados en Madrid, Portugal e Italia, han constatado la importancia de que los propios compañeros de clase actúen, sobre todo si se tiene en cuenta que se estima que el 75 por ciento de los alumnos ha sido testigo de conflictos en el aula.
La participación de los alumnos es muy beneficiosa porque detectan el problema nada más ocurrir, superando el tiempo de percepción del profesorado, y ejercen funciones de comunicación, empatía e integración con agresor y víctima, subrayó.
El profesor añadió que los escolares mediadores deben recibir formación específica para desarrollar habilidades tales como la asertividad, la empatía, la escucha activa, comunicación verbal y no verbal, la toma de decisiones, la resolución y la mediación de conflictos.