69317 Las madres que tienen un parto vaginal sin epidural y las que están acompañadas durante el alumbramiento se muestran más satisfechas ante la experiencia de traer un hijo al mundo que las demás, según una investigación llevada a cabo por el departamento de Enfermería de la Universidad de Granada y del Hospital Universitario San Cecilio de Granada, la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos (Cuba) y la Fundación para la Investigación Sanitaria de Andalucía Oriental (FIBAO).
En un artículo publicado en la revista Nutrición Hospitalaria, los investigadores revelan que la actitud del personal sanitario e iniciar la lactancia materna de manera precoz son otros dos factores que influyen en el nivel de satisfacción de las mujeres. Así se deduce del seguimiento llevado a cabo a 60 madres de una muestra de 2.800 mujeres que dieron a luz en el Hospital Universitario San Cecilio de Granada entre agosto de 2011 y agosto de 2012, a quienes analizaron a las 24 horas de dar a luz, todavía en el hospital, y a los 14 días, por teléfono.
Los resultados demostraron que, en general, el nivel de satisfacción global sobre el parto en la población estudiada es alto, aunque es mayor si el parto es eutócico (natural) sin epidural y si ya durante las primeras 24 horas de vida del bebé se ha optado por la lactancia materna.
«Estar o no satisfecha en el momento del parto guarda relación con la duración de la lactancia materna en la madre», explica Mª José Aguilar Cordero, catedrática de Enfermería de la Universidad de Granada y autora principal de este estudio. «Existe un mayor porcentaje de madres que continúan con la lactancia materna a los tres meses si han estado satisfechas en el parto, en comparación con aquellas madres que han estado menos satisfechas», resalta.
La catedrática de Enfermería asegura que las mujeres que están más satisfechas con el parto y la lactancia tienen un menor riesgo de padecer una depresión postparto.
Identificar la satisfacción en la mujer durante el parto «sirve como instrumento para incrementar la calidad asistencial, posibilita proyectar la mejora continua de aquellos aspectos débiles y reforzar los puntos fuertes encontrados», finaliza Aguilar Cordero