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Lectura de un Manifiesto en la UGR con motivo de la conmemoración del 8M Día Internacional de las Mujeres


El viernes 8 de marzo en el Hospital Real, sede del Rectorado de la Universidad de Granada, se ha celebrado un acto con motivo de la conmemoración del 8M Día Internacional de las Mujeres en el que se ha procedido a la Lectura de un Manifiesto. En el acto se ha contado con la asistencia del rector de la Universidad de Granada, Pedro Mercado, y miembros del Equipo de Gobierno, así como de la comunidad universitaria.

DECLARACIÓN DE LA UGR CON MOTIVO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES – 8 MARZO 2024

El 8 de marzo es una jornada de reivindicación, una jornada que conmemora la lucha de las mujeres por los derechos, la justicia y la igualdad de género. Se ha convertido ya en un día emblemático, que sirve además para sensibilizar a la sociedad y abogar por un mundo más igualitario.

El lema de la ONU para este 2024, «Financiar los derechos de las mujeres: acelerar la igualdad», nos anima a invertir en políticas para avanzar en la igualdad de género como un imperativo desde la perspectiva de los derechos humanos y la piedra angular para crear sociedades más inclusivas, que benefician a todo el mundo. El lema destaca la certeza de que las mujeres tienen mucho que ofrecer al desarrollo de nuestra sociedad y que esa apuesta mantiene, también, una dimensión económica, porque excluir o reducir su participación supone, al final, un empobrecimiento social y cultural, pero también económico. Incrementar la participación de las mujeres en toda clase de dinámicas sociales no sólo es un imperativo ético, sino que responde también a los principios de la justicia social y un recurso económico: mucho pierde la sociedad que olvida el talento y el esfuerzo de la mitad de su población.

El tiempo apremia y la igualdad de género es el mayor desafío actual en materia de derechos humanos. Según Naciones Unidas, a día de hoy, 1 de cada 10 mujeres vive en la pobreza extrema y, de continuar las tendencias actuales, de aquí a 2030, se estima que 342,4 millones de mujeres y niñas todavía vivirán con menos de 2 euros al día. De esta manera, será imposible alcanzar las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, principalmente, el relacionado con «garantizar la igualdad entre mujeres y hombres y promover la autonomía de las mujeres». No lo olvidemos, el progreso de las mujeres es un factor que beneficia a toda la sociedad.

Según el informe del Banco Mundial titulado “La Mujer, la Empresa y el Derecho 2024”, la brecha de género global en las oportunidades económicas de las mujeres es mucho mayor de lo que se estimaba. A pesar del avance sustancial de los países de todo el mundo en la promulgación de leyes destinadas a ofrecer igualdad de oportunidades a las mujeres, la mitad de la humanidad (3900 millones de mujeres en todo el mundo) enfrenta obstáculos legales que afectan su participación económica.

Por tanto, el 8 de marzo vuelve a ser una oportunidad señalada en el calendario para despertar las conciencias: la igualdad es un objetivo prioritario de cara a alcanzar una sociedad libre, una sociedad en la que ninguna persona disfrute de injustos privilegios ni se vea perjudicada por no menos injustas discriminaciones. La educación es fundamental desde las primeras etapas. Familias, centros educativos y toda la sociedad en su conjunto debemos aunar esfuerzos en esa tarea.

En esas coordenadas, la responsabilidad de la universidad, como máxima institución de educación superior, es fundamental. La universidad debe coronar los esfuerzos de todo el sistema educativo, a través de una visión multidisciplinar en la que realicen sus aportaciones todas las áreas de conocimiento, todas las especialidades. Con ese objetivo, la universidad buscará posibilidades y facilitará el compromiso de los poderes públicos de financiar adecuadamente ese nuevo escenario de transformación y cambio.

Desde la Universidad de Granada reivindicamos seguir avanzando hacia un horizonte universitario y social igualitario que permita combatir los sexismos mentales inconscientes, la división sexual del trabajo académico, las desigualdades derivadas de la brecha de cuidados y la brecha salarial de género, la segregación vertical y horizontal por sexos que históricamente ha impedido la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres.

Para hacer que la ciencia sea verdaderamente justa para todas y todos se debe desterrar la fijación en una idea estrecha de éxito sin pausas vitales, que a menudo conduce al agotamiento, a problemas de salud y al abandono de carreras prometedoras. Porque, a pesar de que mujeres y hombres se matriculan en programas de grado y posgrado en proporciones similares, la representación de las mujeres disminuye a lo largo de la carrera científica.

Es también importante recordar que un 62% de las mujeres en las universidades europeas ha sufrido algún episodio de violencia, según el proyecto europeo UNISAFE de 2023. Esta injusticia interpela a una sociedad que no reconoce a las mujeres como pares y que sobrepasa el mundo del empleo para convertirse en una intolerable realidad para la mayoría de las mujeres. La opresión del propio sistema patriarcal adquiere mil formas monstruosas más allá de nuestros espacios, como las sufridas por las mujeres de Gaza, Ucrania y de todos los conflictos bélicos del mundo.

No podemos dejar de señalar una realidad contemporánea que está configurándose como una nueva amenaza. El ecosistema digital se ha convertido en un nuevo espacio de discriminación y violencia, con grandes implicaciones para la academia y la ciencia. Es necesario acabar con la subrepresentación documentada de las mujeres en línea y las imágenes digitales que exacerban el sesgo de género y el sexismo. Abordar el efecto social de este hecho a gran escala es esencial para que las herramientas tecnológicas también representen e imaginen mundos igualitarios.

Cada 8 de marzo conmemoramos ritualmente la posibilidad de una nueva sociedad. En ese sentido, reivindicamos la importancia del trabajo desarrollado por la Unidad de Igualdad de la Universidad de Granada para avanzar en la eliminación de las diferentes brechas que afectan a las mujeres. La Universidad de Granada debe seguir siendo una institución a la vanguardia de este trabajo, para trazar mapas, construir escalas, restablecer puentes rotos y descubrir nuevas rutas hacia una cultura académica libre de ataduras patriarcales, donde se garantice la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres.

En las políticas de igualdad existe una intencionalidad ética que interpela a la sociedad en su conjunto. No es posible la excelencia y la calidad sin la igualdad.

Renovamos hoy, por tanto, nuestro compromiso con la igualdad efectiva, luchamos por la eliminación de cualquier tipo de violencia contra las mujeres y nos comprometemos, como universidad, a que toda nuestra actividad docente e investigadora se inspire en esos principios. Ese es el único camino para alcanzar un mundo más justo e igualitario, capaz de renovar y fortalecer nuestro sistema democrático cada día.

Universidad de Granada, 8 de marzo de 2024

Imágenes del acto: