El tipo de esturión que responde al nombre de Acipenser naccarii es una especie autóctona del Guadalquivir. Esta es la principal conclusión del estudio, recientemente publicado por la prestigiosa revista Conservations Genetics, que se ha presentado esta mañana en el Parque de las Ciencias por los profesores y artífices del trabajo Manuel Ruiz-Rejón y José Antonio Lorente.
Y, ¿qué quiere decir todo esto?, pues básicamente que una especie de esturión, que hasta el momento se creía exclusiva del Mar Adriático, vivió durante años en el río andaluz. Pero la repercusión del estudio va más allá. La importancia del descubrimiento es fundamental para la repoblación del esturión en nuestra comunidad y la recuperación de la que hace décadas fue una fructífera industria del caviar.
Una única especie
Durante años la ciencia ha afirmado que en las aguas del río andaluz habitaba una única especie de esturión. Se trataba de Acipenser sturio , un tipo de esturión que entre 1932 y 1970 propició una próspera industria del caviar en nuestra comunidad. Concretamente en Coria del Río (Sevilla), existía una fábrica. La presa hidroeléctrica de Alcalá del Río, infranqueable para el esturión, les impidió desde los años sesenta alcanzar los lugares idóneos para el desove. Esto, unido a la contaminación urbana y agrícola e industrial del tramo final del río y las más de 500 capturas de media anual, condujo a la práctica desaparición del ejemplar en el Guadalquivir.
La novedad del estudio que se ha presentado esta mañana es la siguiente: El Acipenser sturio no estaba sólo, cohabitaba con otro tipo de esturión Acipenser naccarii.
Así lo afirmaba en 1997 el científico granadino Manuel Ruiz-Rejón, pero su teoría fue cuestionada. Hoy ha podido argumentar que hace ocho años no estaba equivocado.
Para ello ha trabajado muy estrechamente con el laboratorio de Medicina Legal de la UGR. Así lo explicaba su máximo responsable, el profesor José Antonio Lorente: “Nuestra análisis ha venido a avalar lo que el grupo del profesor Ruiz-Rejón ya había determinado. En ciencia es una obligación trabajar en paralelo para obtener resultados independientes, y en este caso son además coincidentes”.
Un resultado inequívoco
El equipo del profesor Lorente ha aplicado para su análisis técnicas forenses puras. Este tipo de procedimiento se utiliza cuando el material a estudiar se encuentra en muy mal estado, una técnica similar a la aplicada en el análisis de los restos de Colón. Y es que tan sólo existían tres ejemplares de esturión capturados en el Guadalquivir en 1992 y conservados en etanol desde entonces en el Estación Biológica de Doñana.
Para su estudio se utilizaron técnicas forenses que garantizan totalmente el resultado. Es la primera vez que se logra estudiar cinco marcadores moleculares específicos en estos animales, y la conclusión del estudio es inequívoca.
Por tanto, no hay duda, Acipenser sturio ha coexistido con Acipenser naccari desde el Már Adriático a la Península Ibérica. Consecuentemente, al tratarse de una especie autóctona de toda Europa Occidental, Acipenser naccari puede ser utilizado para programas de recuperación en el Guadalquivir sin poner en peligro su hábitat. Y en este último punto el resultado del estudio conecta con el interés comercial: la posibilidad de repoblación con Acipenser naccari es tangible, ya que las técnicas para su cultivo están muy desarrolladas.
Caviar andaluz
El Acipenser naccari ha logrado ser repoblado en varios ríos europeos, ya que cuenta con programas de recuperación muy desarrollados. No ocurre así con la especie que, hasta el momento se había creído endémico del Guadalquivir, Acipenser sturio, cuya dificultad para reproducirlo de forma controlada es mayor.
De hecho ya existe una piscifactoría en la localidad granadina de Riofrío que lleva años criando Acipenser naccari y obteniendo un caviar de una calidad inmejorable. El río Guadalquivir podría ser en pocos años otro de los productores de un competitivo caviar andaluz.
