Sobre esta nueva publicación, que acaba de ver la luz en Editorial Universidad de Granada, dice su autor José Antonio González Alcantud: “Pienso que este libro culmina con mayor madurez una de mis líneas de investigación que comenzó en el año 1989, con la publicación de «El exotismo en las vanguardias artísticas»(Barcelona, Anthropos). Trato de combinar la mirada antropológica, por entonces una rareza en nuestro país, y la historia del arte. Concibiendo la historia del arte como un conjunto de vectores tales como la estética literaria, la fotográfica, la cinematográfica, la musical o la patrimonial. Para mí se pone por delante la transdisciplinariedad, es decir la posibilidad de poder traspasar fronteras previamente establecidas, y que suelen ser arbitrarias en muchos casos, en demasiados casos.”
El profesor de Antropología y Trabajo Social de la Universidad de Granada cree que estas fronteras pueden hacer perder la perspectiva. «Yo como antropólogo –asegura–, si bien con formación académica en historia del arte y arqueología, me puedo permitir ciertas alegrías, y por tanto transitar por caminos ignotos, casi selváticos. Es el caso del exotismo, que está en terreno de nadie. O también del cine o la fotografía documentales.”
Respecto a la aportación de «El rapto del arte» a esta mirada, José Antonio González Alcantud afirma: “Yo creo que una revisión de la succión que la estética ha sufrido a manos no tanto de las clases más aristocráticas, que siempre han apostado por ella como un vehículo de distinción espiritual y social, sino también el acoso que ciertas disciplinas humanísticas y sociales hacen a otras para mantener el monopolio de la interpretación de las artes. La antropología tiene una problemática especial, que se materializa hoy en el futuro del Museo del Hombre de París, sometido a un proceso desamortizador que va a sustraer buena parte de los objetos de «arte primitivo», que se cifran casi en 400.000, de las manos de los antropólogos, para pasarlos a las de una clase de estetas que tienen evidentes conexiones con el tráfico de obras de arte.”
En este sentido, el autor de “El rapto del arte. Antropología cultural del deseo estético”, hace hincapié en que el arte es un bien escaso y un bien refugio para muchos capitales. “Pero el libro tiene otras facetas –dice–, como son la relectura de ciertas obras literarias, incluidas la del granadino Ángel Ganivet, a la luz de su biografía, territorio aparentemente muy explorado, pero poblado aún de incógnitas. O por ejemplo, la lectura que hago de la fotografía como espacio documental, o la lectura de la escuela de cine etnográfico de Trocadero, que tanto ha influido en la nouvelle vague. La música siempre me ha interesado en cuanto manifestación de pulsiones políticas.
Todos conocemos el desamor de Platón para con la música –prosigue González Alcantud–; por ello he dedicado el final del libro a estos asuntos, que concluyen con el redescubrimiento por mi parte de la vanguardia norteamericana, a través de la relación entre la música de John Cage, y el zen. Es curioso, pero la vanguardia USA nunca me había preocupado en mi primer libro, el del 1989; no me resultaba grata. Ahora creo haberla entendido en toda su dimensión transformadora y democrática. El trato con Alan Kapraw, el creador del happening, fue para mí una auténtica iluminación. No lo podré olvidar.”
Este es el espíritu del libro de José Antonio González Alcantud, por debajo del cual circulan personajes tan extravagantes y fantásticos, como Kapraw, Jean Rouch, Luc de Heusch (el antropólogo de COBRA), Marc Augé, y tantos otros.
“Para mí –sentencia el autor–, el arte nunca podrá ser sola contemplación, por eso tengo que estar situado en contra del diletantismo estético. Por eso soy antropólogo y no esteta.”
Para más información:
José Antonio González Alcantud
Departamento de Antropología y Trabajo Social
Tlf: 958 244131
Correo-e:jgonzal@ugr.es