La mente y la cognición, que tradicionalmente habían sido objetos de estudio de neurobiólogos y psicólogos, ahora están siendo estudiadas por informáticos, lingüistas, bioquímicos, matemáticos y físicos. El estudio de la mente humana se ha hecho interdisciplinar. Estos especialistas se integran cada vez más en grupos de investigación interdepartamentales. Los problemas planteados por unos son resueltos por otros. En conjunto, las disciplinas dedicadas al estudio del cerebro, de la mente y de la cognición son las ciencias cognitivas o neurociencias, objeto de atención del libro que con el título libro “Retos actuales de la Epistemología de la Ciencia”, publican Armando Segura y Juan Antonio Moreno en la editorial Universidad de Granada.
Según los autores de este volumen “En las últimas décadas viene produciéndose una convergencia de intereses entre diferentes disciplinas en torno al funcionamiento y funciones del cerebro. En un sentido poco elaborado cognición significa conocimiento: tomar cuenta de una realidad dada, recepción de información. En un sentido más elaborado significa uso y manejo de conocimiento, o lo que es lo mismo: manipulación de la información.
Tal y como se describe en este libro, las ciencias cognitivas son el mejor ejemplo de diálogo interdisciplinar, porque los estudios sobre la cognición engloban la neurobiología, la inteligencia artificial, la lingüística, la antropología, la sociología y la psicología cognitiva.
Igualmente, los autores dan cuenta de la propuesta de Ronald Giere y de otros epistemólogos que entienden las ciencias como actividades cognitivas, atendiendo sólo a sus resultados dentro del ámbito representativo-objetivo. “De este modo –afirman Armando Segura y Juan Antonio Moreno– es posible el diálogo interdisciplinar, puesto que nos ponemos de acuerdo en los términos. Además se logra vencer los materialismos reduccionistas. El problema de esta posición es que deja fuera de su consideración el ámbito cultural y las ciencias humanas. No intenta extrapolar descubrimientos cien tíficos al ámbito humano (como han intentado algunos científicos marxistas), sino que sencillamente postergan indefinidamente el pronunciarse sobre esos ámbitos”.
Para los autores de “Retos actuales de la Epistemología de la Ciencia”, “Cuando Stephen Hawking publicó Historia del tiempo a finales de los ochenta, parecía que el gran horizonte de la ciencia era la Teoría unificada de la física. Esta teoría debía unir las cuatro fuerzas descubiertas por la física: la fuerza de la gravedad, la fuerza electromagnética, la fuerza débil y la fuerza fuerte. La construcción de aceleradores de partículas y el estudio de la estructura de la materia era un objetivo prioritario dentro de las políticas de investigación de los grandes gobiernos. Sin embargo, diez años más tarde, la ciencia nos ofrece las primicias de resultados espectaculares en terrenos lejanos de la física nuclear, y más cercanos al ser humano: la genética y la neurofisiología. El ADN y el cerebro, respectivamente, están concentrando gran parte de las inversiones científicas. La investigación sobre el ADN está siendo más popular debido a las esperanzas puestas en los logros de la ingeniería genética y en algunos problemas éticos graves, tales como la clonación humana y el experimento con embriones, que obliga a su destrucción en los laboratorios”.
A medio camino entre la filosofía de la ciencia y la teoría del conocimiento, este libro hace especial hincapié en la relación entre imagen y concepto.

Referencia:
Profesor Armando Segura Naya. Dpto. de Filosofía. Universidad de Granada.
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