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Granada, agraviada, después de cinco siglos de ostentar las cabeceras regional, administrativa, académica y militar

La comunicación con la costa y la modernización del ferrocarril son, a juicio del profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Granada, dos auténticos problemas históricos, decisivos para el desarrollo y la economía de la provincia. En los albores del primer año del nuevo siglo, el libro publicado en la editorial Comares “Granada contemporánea. Breve historia”, en el que el profesor Gay Armenteros realiza un recorrido histórico por los logros y las pérdidas, por las ilusiones y las renuncias que en la época contemporánea han afectado a Granada, la vigencia de las reflexiones del profesor Gay Armenteros parecen cobrar cada día más actualidad, habida cuenta la situación económica, social e industrial de la provincia de Granada en nuestro tiempo.

En su libro, recoge el profesor de la Universidad de Granada que, con la consolidación del modelo autonómico, el modelo que se puso en marcha fue calificado por algunos como “neocentralista”, ya que en casi todos los aspectos políticos y administrativos Sevilla vino a sustituir el viejo papel de Madrid. De ahí que se corra el riesgo de ver, de vez en cuando, el riesgo de “provincialismos” frente a decisiones no compartidas del gobierno andaluz.

Para el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Granada, “Esto no es exclusivo de Granada, desde luego, pero no es menos cierto que en nuestra ciudad tiene más reminiscencias de agravio que en otras, porque durante cinco siglos ha sido una cabecera, regional, administrativa, académica y militar, hasta el cambio producido en la estructura del Estado con las autonomías regionales. A veces –continúa el texto de Gay Armenteros–, muchos granadinos han tenido la impresión de que han salido perdiendo con el cambio, sobre todo teniendo en cuenta de que se trata de una ciudad de servicios. No obstante, de cara a las cercanías del siglo XXI, la ciudad ha superado en parte su tradicional aislamiento por malas vías de comunicación.”

Juan Gay Armenteros, que se muestra poco optimista en cuanto a la proyección de nuestra provincia en todos los órdenes, afirma sin embargo, que Granada, “en su creencia y sentimiento, va adaptándose al esquema de este país casi federal, con nuevos valores y significados. No se puede olvidar nunca la Alhambra, pero tampoco la aspiración para mañana de tener un tren de alta velocidad.”


Para más información: Juan Gay Armenteros. Departamento de Historia Contemporánea. Tlfn: 958 243638. Correo e. jcgay@platon.ugr.es