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Una tesis doctoral de la UGR estudia la evolución de las costas de Carchuna (Granada) y El Rompido (Huelva)

Miguel Ortega Sánchez, del Departamento de Mecánica de Medios Continuos y Teoría de la Estructura de la UGR, expone en su tesis doctoral “Procesos hidrodinámicos y sedimentarios en formas litorales de gran Escala” una serie de datos que hacen prever la necesidad de cambios en las construcciones de la costa. Según los investigadores, en el plazo de diez a quince años, habría que tomar medidas para que el mar no llegue a los primeros solares, repletos de invernaderos y establecimientos de playa, y la propia carretera.

Las características que se han observado en la playa de Carchuna son extensibles a otras zonas del Mediterráneo andaluz. Entre ellas, destaca su configuración en base a cantos gruesos, cubiertos por sedimentos más finos. Esto se traduciría en un principio en una gran fijación de la línea de costas: las variaciones del nivel del mar pueden modificar la línea de costa lenta pero consistentemente. Así, el oleaje y los sistemas circulatorios que las olas producen, llevan a que estén retrocediendo las características puntas presentes en este tramo de costa y sobre todo los intervalos de playas que hay entre ellas.

En este trabajo científico realizado en las instalaciones del Centro Andaluz de Medio Ambiente (CEAMA), bajo la dirección del profesor Miguel Ángel Losada, se han estudiado todas las variables que hacen que el litoral sea como es: la geomorfología está influida continuamente por el oleaje, la marea o el medio ambiente en general. Tanto en El Rompido como en Carchuna de un modo más exhaustivo, se ha dado una especial importancia a observar cómo la forma en que rompen las olas en la costa va modificando la morfología de éstas, entre otras dinámicas involucradas.

Para ello, ha sido especialmente interesante contar con la primera estación de monitorización costera instalada en Andalucía, más en concreto en el Faro de Sacratif, en Carchuna. Desde este privilegiado punto, se obtienen cada hora tres imágenes por cámara. “Nos sirve para corroborar los datos que anteriormente nosotros hemos observado con arreglo a mapas e informes de otros trabajos tomados con instrumentos más tradicionales como barcos”, explica Ortega Sánchez. Y añade: “La estación recoge información sin que sean un inconveniente los cambios climáticos”.

Atlántico y Mediterráneo
En Huelva, se analiza la punta de El Rompido, que al coincidir con la desembocadura del río Piedras, podría terminar taponándolo, ocasionando graves daños a una zona en la que hay ubicados dos puertos. De hecho, en la actualidad, se retiran en esta última parte del río una gran cantidad de sedimentos cada cuatro años para evitar este desenlace. En el Atlántico andaluz, a diferencia del Mediterráneo, la configuración de las playas es de sedimento fino, el oleaje más fuerte y la tendencia es que las costas vayan ganando terreno al mar.

Además de Sacratif, se ha instalado recientemente otra estación de monitorización en Trafalgar, para comparar los datos obtenidos, en unos trabajos con un futuro prometedor, como indican las publicaciones en revistas científicas internacionales.

La ingeniería de costas es una disciplina relativamente novedosa en la que trabajan varios grupos en España, teniendo como uno de sus principales representantes a nivel nacional al director de esta tesis, Miguel Ángel Losada.


Referencia: Miguel Ortega Sánchez.
Teléfono: 958 815 999.
Correo e:

Prof. Miguel Ángel Losada Rodríguez.
Teléfono: 958 814 862.
Correo e: mlosada@ugr.es