La finalidad de este trasvase es, según los autores del proyecto, mejorar los regadíos de 8.000 hectáreas y poner 1.500 nuevas en la Hoya de Baza. El Presupuesto de la licitación de la obra es de 22.666.867 euros, al que hay que añadir el capítulo de expropiaciones de las tierras por donde transcurrirá el Canal, que lo situará en una cantidad aproximada de 40 millones de euros, según el profesor de Economía de la Universidad de Granada.
“Esta es la cantidad inicial de licitación –dice José Manuel Castillo– pero a ésta hay que añadir las nuevas cantidades derivadas de un replanteamiento, un reformado, etc. En definitiva, seguramente no resultará una cantidad inferior a la que sería suficiente para procurar un importantísimo impulso a la modernización de los regadíos de la Hoya de Baza, que falazmente le sirven de justificación. Si se cambia el destino de los 40 millones de euros a las mencionadas mejoras este atentado al Río Castril carecería de coartada. Pero, en realidad, como todo el mundo sabe, este agua irá para los nuevos invernaderos de los desiertos de Almería.”
Para el profesor de la Universidad de Granada los destrozos que causará esta obra a los ecosistemas y, por consiguiente, a la propia viabilidad económica de la zona son innumerables: movimientos de tierras y paso de maquinarias pesadas a lo largo de 20 Km. de frágiles y valiosísimos ecosistemas, la agonía del Parque Natural de Castril,… “en definitiva, la muerte de un ser vivo como es el Río, que hoy articula ecológica y económicamente la zona basada en la agricultura y los regadíos tradicionales y cada vez más en un modelo de turismo respetuoso y que hace del medio ambiente su principal activo. Además de todo esto, la obra es claramente ilegal ya que su realización iría contra varias directivas europeas (aves, hábitat, …) e incluso de la Propia Directiva Marco de Aguas Europea, que prohíbe de hecho la realización de trasvases y, además, establece la recuperación completa de costes en las tarifas exigibles a los usuarios del agua”.
El trasvase Río Castril-Embalse del Negratín-Canal de Jabalcón es, en palabras de José Manuel Castillo, una auténtica barbarie ecológica, un monstruoso despilfarro económico, una flagrante ilegalidad y una inutilidad social.”
A decir del profesor de Economía y miembro del Instituto del Agua, “las aguas del Río Castril, de magnífica calidad, han sido deseadas por muchos desde tiempos inmemoriales; restos quedan del Canal Castril-Murcia que en 1775 pretendía llevar este agua a Caravaca, Lorca y al Puerto de Cartagena. A medio construir se exhiben los canales que a principios de la década pasada pretendía trasvasar el agua desde la cabecera del Río Castril hasta el embalse de San Clemente, otro monumento a la barbarie y al despilfarro. Restos se muestran del intento de trasvase desde el Canal del Portillo hasta el río Guardal. En definitiva las reacciones airadas de la población ha ido provocando la reducción de los objetivos de la Confederación hasta el proyecto actual. Y hay que reconocer que esta Institución no ha fracasado totalmente en su estrategia. Estos días se observa que algunas personas ya cansadas de tan larga lucha desigual están aceptando esta última propuesta como el menor mal de los posibles y, en consecuencia, la intensidad de la reacción en contra de este proyecto ha disminuido”.
Para más información: Prof. José Manuel Castillo López. Instituto del Agua. Universidad de Granada
Telfns: 958243464 (lunes), 958249996 (martes y jueves) 958509155 (particular)
Correo e.: jmcasti@ugr.es