Lola Ferre, la directora de la tesis elaborada por la investigadora Carmen Caballero Navas, responsable de la traducción, introducción e índices de este libro editado por la Universidad de Granada, asegura que el hallazgo de “El libro de amor de mujeres” se debe al empeño de la investigadora Carmen Caballero Navas, quien estuvo repasando, durante meses, los cientos de manuscritos que se encuentran en el Instituto de Manuscritos Hebreos Microfilmados de la Biblioteca Nacional y Universitaria de Jerusalén, hasta dar con esta obra. Según Lola Ferre, “a partir de ese momento se puso en marcha un trabajo riguroso y serio en torno a esta obra, que ha ido desvelándonos nuevas claves para entender la historia de las mujeres, la de las prácticas médicas fuera del ámbito de la academia, la del funcionamiento de la lengua expuesta al reto de escribir sin una terminología apropiada y para posibles lectoras o lectores cuya lengua materna o lengua de expresión cotidiana no era hebreo”.
En el libro, la investigadora y responsable de la edición, Carmen Caballero Navas, del Departamento de Estudios Semíticos de la Universidad de Granada, recoge innumerables fórmulas de amor para conquistar al amado o a la amada; fórmulas para despertar la pasión, para ganar voluntades, para fortalecer los riñones y reforzar el coito, de medicinas y remedios varios para la buena salud de la mujer, para brotar el cabello en cualquier lugar, para eliminar el vello y que no reaparezca jamás, para poner rubio el cabello, para blanquear la cara…
He aquí alguna de las providencias que este texto aporta para conquistar a la mujer amada: “Toma sangre de gallo negro y de gallina negra o blanca. Escribe con ambas sangres tu nombre y el nombre de ella sobre un pergamino virgen. Toca su carne con este pergamino y te amará; ha sido verificado y experimentado. Y si tienes algún enemigo, escribe su nombre y tu nombre sobre el pergamino mencionado con las sangres mencionadas, que habrán sido mezcladas juntas, y también tu enemigo, gracias al pergamino, te rendirá homenaje y hará toda tu voluntad.”
Con un trozo de pan: “Toma los restos del pan que sobró a la mujer que quieras después de su comida, átalos con tela celeste y sécalos ahumándolos. Todo su cuerpo se secará de amor por ti.”
Con cuernos de caracol: “Toma cuernos de caracol en nombre de la mujer y ponlos en cera. Pon (todo) en tu boca y besa a la mujer que quieras y te amará.”
Con el ojo de un becerro: “Toma el ojo derecho de un becerro, quémalo y mezcla la ceniza con aceite de oliva; y que se unte el pene con este mejunje en el momento del coito.”
Con sangre humana: “Toma sangre de hombre y de mujer, y pon ambas sangres en la cáscara de un huevo de paloma. Escribe con la sangre sobre el huevo el nombre de él y el de ella y cierra el agujero del huevo con cera virgen. Después entierra el huevo en el suelo sobre el que siempre pase la mujer y se amarán los dos todo el tiempo que esté allí.”
Con una manzana: “Toma una manzana roja y escribe sobre ella con la sangre de tu muslo, ´hermosa´; dásela a ella a comer e, inmediatamente, estará tu amor clavado en su corazón y nadie podrá apagarlo.”
Referencia: Profesora: Carmen Caballero Navas. Departamento de Estudios Semíticos.
Universidad de Granada.
Tfn: 958 243579
Correo electrónico: carmenca@ugr.es
Dolores Ferre Cano.
Departamento de Estudios Semíticos.
Universidad de Granada.
Tfn: 958 243580
Correo electrónico: dferre@platon.ugr.es