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Los fundamentos tecnológicos de la cerámica de cocina de nuestros días proceden de la herencia almohade-nazarí

El trabajo de investigación realizado por Esteban Fernández Navarro –doctor en Bellas Artes que en la actualidad realiza labores de restauración en los sepulcros de los Reyes Católicos y cuenta con 12 años de experiencia en la restauración por diversos puntos del territorio nacional, al tiempo que imparte clases en el Título propio de Conservación y Restauración del Patrimonio Mueble de la Universidad de Granada– determina que los fundamentos tecnológicos de la cerámica de cocina, que actualmente supone la base de una importante industria proceden de la herencia de la tradición tecnológica almohade-nazarí. Se trata de cerámicas fabricadas con arcillas ferruginosas de paredes muy delgadas, bases convexas con acabado espatulado y vidriado de plomo en el interior.

En su tesis “Tradición tecnológica y evolución de la cerámica de cocina desde comienzos de época almohade hasta finales de época nazarí”, dirigida por el profesor Malpica Cuello, del departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Granada, Esteban Fernández identifica la convivencia simultánea de al menos dos tradiciones tecnológicas en la cerámica del siglo XI. “En época almohade y nazarí –dice el investigador– encontramos plenamente desarrollada una tecnología de excelente calidad que marcará la pauta en el futuro, llegando incluso hasta nuestros días. Se trata de cerámicas fabricadas con arcillas ferruginosas de paredes muy delgadas, bases convexas con acabado espatulado y vidriado de plomo en el interior. En época cristiana esta tecnología sufrirá transformaciones, sustituyendo el acabado de la base espatulado por el retorneado, pero manteniendo las características materiales y formales de la tecnología anterior”.

Se trata de una producción cerámica que alcanza un alto valor tecnológico, estético y funcional, como pocas veces en la historia se han agrupado estas tres funciones de un modo tan equilibrado. Asegura Esteban Fernández que “creemos que el alto desarrollo tecnológica que alcanza la cerámica sólo es posible en un contexto productivo altamente especializado y agrupado en un entorno en el que el alfarero dispone de algunos servicios comunes, canteras, agua, hornos, que en una estructura productiva dispersa es muy difícil sostener con tanta calidad. Este planteamiento implica la posibilidad de que se trate de una estructura productiva vinculada al entorno urbano con una amplia dispersión y penetración comercial en el mundo rural.”

Para el restaurador e investigador “con este trabajo he querido reivindicar el papel del restaurador del patrimonio para que su función no sea meramente instrumental. Tenemos un papel muy importante en la gestión del patrimonio cultural y hemos de esforzarnos y reivindicar una participación más activa, de modo que nuestro contacto tan íntimo con la materia de la obra de arte y del patrimonio en general, se traduzca en la aportación de conocimiento mediante el esfuerzo investigador y la comunicación de nuestras observaciones”.

Este trabajo de investigación ha sido una experiencia de trabajo interdisciplinar mediante el cual un licenciado en Bellas Artes en la especialidad de Restauración se ha integrado en el equipo de investigación de historia medieval dirigido por el Catedrático Antonio Malpica Cuello, para el estudio de la cerámica hispano musulmana.

Para Esteban Fernández, “este equipo de investigación ha llevado a cabo un trabajo muy serio en los últimos años a través del cual se ha puesto en orden el valor de la historia del Reino de Granada. Dentro de esta investigación el estudio de la cerámica ha supuesto una de las claves más importantes de interpretación de los yacimientos arqueológicos. Hasta hace poco, el conocimiento de la cerámica procedía de la investigación de los fondos museísticos pero en la mayoría de las ocasiones carecía del rigor que proporciona la procedencia del material con metodología arqueológica. El estudio de la tipología ha alcanzado un desarrollo muy elevado. Mi investigación aporta a este conocimiento el criterio de valoración tecnológico de la cerámica. Mi procedencia del campo de la restauración me proporciona una sensibilidad y un conocimiento del material a través del cual se puede reconstruir el proceso tecnológico de la elaboración de la cerámica. No se trata sólo de identificar los procesos. Se trata de relacionar un determinado contexto cultural con una tradición tecnológica, de modo que cuando se percibe un cambio en la tradición tecnológica de la cerámica se pueda cuantificar y relacionar con otros cambios del proceso cultural”.

Una de las aportaciones más interesantes de este estudio es la relacionada con el comportamiento físico de las arcillas ferruginosas que permite la formación de cerámicas muy compactadas y a la vez altamente porosas por la formación de un entramado de microfisuras que discurren en paralelo a la pared de la cerámica. “El estudio del vidriado, desde la perspectiva de la aplicación de la fórmula unitaria que se emplea en la fabricación de cerámica –afirma el investigador– nos permite un conocimiento de la cualidades del vidriado e incluso su temperatura de maduración que puede traducirse en fórmula porcentual con la que podemos reconstruir las condiciones tecnológicas de fabricación del vidriado en laboratorio. Técnica que puede ser empleada en la reintegración cromática de elementos vidriados aplicados en arquitectura”.


Para más información: Prof. Esteban Fernández Navarro.
Departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Granada
Tfn: 670604648
Correo e.:ESTEBANFN@terra.es