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Los accidentes laborales causados por la falta de oxígeno podrán evitarse gracias a un dispositivo diseñado en la UGR

El oxígeno, elemento esencial para la vida, constituye el 21% del aire que respiramos. Sin embargo, determinados trabajos se llevan a cabo en condiciones donde los niveles pueden ser inferiores, siendo las consecuencias fatales para las personas. Se trata por tanto, y según indican los científicos, de un sistema de seguridad, fruto de un convenio de colaboración entre la Universidad de Granada y el Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército (Madoc) cuya sede está en esta provincia.

Con objeto de mejorar las prestaciones, y solventar algunos de los inconvenientes que ofrecen los equipos existentes en el mercado, los científicos han puesto a punto un instrumento de medida de oxígeno, del tamaño equivalente al de un teléfono móvil, de fácil manejo y con un mantenimiento mínimo. De esta forma, se puede conocer la concentración local de dicho gas en cada instante. Este dispositivo resulta esencial en aquellos lugares donde las labores de fabricación, limpieza o mantenimiento, como es el caso de buques, fosas sépticas, alcantarillado, pueden entrañar un peligro para la salud de las personas.

El prototipo definitivo, objeto de una patente de la Universidad de Granada, está compuesto de una pantalla, donde se visualizan los datos, y tres botones: el de iluminación de la pantalla, otro donde se accede al menú, y el tercero, de medición.
El funcionamiento del sistema es automático, y se puede programar para que se realicen medidas cada minuto o en intervalos de diez minutos. A la vez, el usuario puede medir en cualquier momento, sin que esto interfiera en el procedimiento anterior. En cualquier caso, mediante una alarma sonora se indicará al usuario que la medida esta hecha. Igualmente, dicha señal se activará automáticamente siempre que la concentración de oxígeno en el ambiente sea inferior al 18%.

Entre las múltiples ventajas que ofrece este dispositivo, frente a los convencionales, destaca la opción de autocalibrado. Según indican los investigadores, basta con colocar el dispositivo al aire libre, y en modo ‘autocalibración’ del menú, para que el sistema se recalibre en escasos treinta segundos. Por otro lado, y según explican los científicos, se trata de un instrumento óptico, por lo que no recibe interferencias electromagnéticas, siendo apto para estar ubicado en ambientes industriales.

Referencia:
Prof. Luis Fermín Capitán Vallvey. Tlf.: 958 248 436. Correo e.: lcapitan@ugr.es Departamento de Química Analítica.
Prof. Alberto Palma López. Tlf.: 958 242 300. Correo e.: ajpalma@ugr.es Dpto. de Electrónica y Tecnología de Computadores. Universidad de Granada