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El mango, una solución para corregir los problemas de salinidad en los cultivos de aguacates

La extensión del cultivo del mango frente al de otras frutas propias del clima subtropical de Almuñécar, como son la chirimoya o el aguacate, es una de las principales recomendaciones del grupo de investigación Edafología y ordenación del territorio de la Universidad de Granada, dirigido por el catedrático José Aguilar Ruiz, tras los trabajos realizados en la finca de El Zahorí en dicha localidad granadina, en colaboración con el Armando Martínez Vilela del CIFA de Granada.

La degradación de la calidad de las aguas y de los suelos en zonas áridas es un problema de creciente magnitud que se ve acrecentado por la alteración de la climatología en los últimos años con la presencia de periodos muy secos y otros lluviosos. El clima subtropical de la costa granadina es un buen ejemplo de estas circunstancias. Así, es una zona ideal para el estudio de la aptitud de la calidad de las aguas para el riego, y el impacto potencial del regadío y el cultivo de determinadas frutas en la regeneración de los recursos agrícolas.

El cultivo del mango en la Península Ibérica es relativamente reciente y se circunscribe a zonas limitadas de la costa, debido a que no soportan temperaturas por debajo de un determinado umbral. Sin embargo, en Almuñécar existen cerca de 30 variedades catalogadas que principalmente han sido importadas de Florida. La tesis con la que han trabajado estos científicos granadinos ha sido que el cultivo de la denominada reina de las frutas favorece la disminución de la salinidad de los suelos de esta zona de la provincia granadina.

En breve, va a ser publicado el artículo Impact of salinity on the fruit yield of mango en la European Journal of Agronomy, “una publicación científica de alto impacto internacional”, comos señala Aguilar Ruiz. La finca experimental de El Zahorí es un proyecto del Ayuntamiento de Almuñécar para el desarrollo de los cultivos subtropicales, y las labores científicas relacionadas con ellos. A su vez, esta finca ha sido intermediaria entra la alta cualificación técnica necesaria en esta materia y los agricultores de la zona.

Pero no es este municipio el único en que han estudiado estos investigadores granadinos en su profundización en los riesgos de degradación de suelos. Con respecto a las aguas y la salinidad, han realizado investigaciones en otras zonas de la provincia de Granada, dando las respectivas recomendaciones para la prevención y la regeneración de las áreas afectadas.

Cultivos en pendiente
En cuanto a la erosión, y en relación sobre todo con las zonas olivareras de Jaén, “hay que prestar una especial atención a los cultivos que están en pendiente”. Evitando las tareas de laboreo se disminuyen los factores que pueden favorecer la erosión. También en Andalucía Oriental, se están realizando cuatro tesis doctorales sobre contaminación en Almería y Málaga, entre otras. “Estos estudios nos servirán de base para el establecimiento de una serie de medidas que sirvan para establecer científicamente en Andalucía qué suelos están contaminados y cuáles no”, señala Aguilar Ruiz.

La labor científica de este grupo comenzó a cobrar especial relevancia social con los trabajos en Aznalcóllar, para la reducción de contaminación por arsénico con carbonato cálcico, tras la rotura de la balsa de Boliden. Además, “junto con un trabajo sobre los paleosuelos granadinos, fueron las dos primeras tesis europeas de la Universidad de Granada”, comenta Aguilar.


Más información:
Dr. José Aguilar Ruiz
Departamento de Edafología y Química agrícola
Teléfono: 958 243393 / 248537.
Correo e: aguilar@ugr.es